Elon Musk ha vuelto a incumplir una de sus muchas promesas desde que es dueño de Twitter. La red social ha suspendido la popular cuenta de ElonJet, que seguía el recorrido de su jet privado, pese a que el propio directivo afirmó el pasado mes de noviembre no hacerlo, porque iría en contra de la libertad de expresión en la plataforma.

Lo cierto es que Elon Musk lleva meses siguiendo de cerca la cuenta de Twitter que un adolescente creó con el objetivo de detallar todos los movimientos del Gulfstream G650 que el también CEO de Tesla y SpaceX —así como probablemente parte de su equipo— utiliza para desplazarse. De hecho, hace apenas unos meses, el usuario que la gestionaba; Jack Sweeney, afirmó a Protocol que el propio Musk le escribió ofreciéndole 5.000 dólares a cambio de desactivarla, pues según él suponía un riesgo para su seguridad. “No me gusta la idea de ser disparado por un chalado”, llegó a afirmar el multimillonario. Sweeney se negó a inhabilitarla, y hasta ahora la cuenta continuaba publicando los aterrizajes y despegues del mencionado jet.

Elon Musk, además, utilizó la cuenta que rastreaba su jet como un ejemplo para demostrar su compromiso con la libertad de expresión en Twitter. En un reciente tweet dijo que aunque ElonJet supone “un riesgo directo para la seguridad personal”, no la prohibiría. Durante los últimos días, sin embargo, el propio Jack Sweeney reveló en una publicación que Ella Irwin, vicepresidenta de confianza y seguridad de Twitter, pidió a su equipo aplicar un “VF muy fuerte” (filtro de visibilidad) a la cuenta para minimizar su aparición en la plataforma. Musk, por el momento, no ha mencionado nada al respecto. La cuenta, además, aparece como suspendida en Twitter.

Libertad de expresión en Twitter, la justa

Elon Musk

Implantar la libertad de expresión en Twitter siempre ha sido uno de los objetivos de Elon Musk. Es, de hecho, el principal motivo por el que el magnate decidió adquirir la compañía. Tras su llegada, sin embargo, hemos visto multitud de ejemplos que demuestran que, realmente, la posibilidad de compartir lo que cada uno piense, sin importar si resulta polémico o no, no es como el ejecutivo prometía.

Elon Musk confirmó hace unas semanas que las cuentas que parodiaran a otras cuentas serían suspendidas definitivamente de la plataforma, siempre y cuando estas no demostraran que se trataba de una parodia. El directivo también volvió a suspender la cuenta de Twitter de Kanye West tan solo días después de restaurarla, tras comprobar que el rapero publicó una imagen de esvástica. En este último caso, y teniendo en cuenta las atrocidades que representan ese símbolo, la suspensión de la cuenta está más que justificada. El también conocido como Ye, además, llegó a afirmar ver “cosas buenas sobre Hitler” en una entrevista.