El escándalo de FTX crece a pasos agigantados a cada hora, y una nueva controversia ha estallado en el seno de la compañía. Los asesores a cargo de la quiebra todavía no han podido encontrar la mayoría de las criptomonedas que forman parte del balance de la compañía. Y lo mismo sucede con el dinero en cuentas bancarias.

Así lo informaron los abogados a cargo de la bancarrota, quienes ahora se encuentran en una disputa legal con Sam Bankman-Fried sobre la jurisdicción del procedimiento. Es que el exCEO de la compañía pretende que la reorganización se realice en Bahamas, donde la firma está asentada, y no en Estados Unidos.

Esto ha llevado a que FTX, que ahora se encuentra bajo el control de John J. Ray III, un abogado especialista en reestructuraciones, presente un pedido a una corte de Delaware para que todos los casos relacionados con la quiebra del exchange se consoliden bajo un único juzgado.

La solicitud no solo acusa a Bankman-Fried de atentar contra el proceso de quiebra que él mismo inició. También incluye duras críticas por parte del nuevo director ejecutivo de FTX, quien carga sobre sus espaldas intervenciones en algunas de las quiebras más importantes de la historia del mundo empresarial, incluida la de Enron.

"Tengo más de 40 años de experiencia legal y de reestructuración. He sido director de reestructuración o director ejecutivo en varias de las quiebras corporativas más grandes de la historia. [...] Nunca en mi carrera había visto una falla tan completa de los controles corporativos y una ausencia tan completa de información financiera confiable como ocurrió aquí. Desde la integridad de los sistemas comprometidos y la supervisión regulatoria defectuosa en el extranjero, hasta la concentración del control en manos de un grupo muy pequeño de personas sin experiencia, sin sofisticación y potencialmente comprometidas, esta situación no tiene precedentes".

John J. Ray III, nuevo CEO de FTX, a cargo del proceso de quiebra.

¿Dónde están los fondos de FTX?

FTX | Sam Bankman Fried

La presentación judicial expone que los encargados de la quiebra están teniendo problemas para encontrar las criptomonedas y el resto del dinero de FTX. Hasta el momento solamente han recuperado el equivalente a 740 millones de dólares en criptoactivos que se encontraban en "wallets frías"; es decir, en dispositivos físicos que mantienen protegidas las palabras claves para acceder a los fondos, manteniéndolas fuera de todo contacto con la web.

En lo correspondiente a dinero fiduciario, han podido acceder a unos 560 millones de dólares en cuentas bancarias pertenecientes a entidades del FTX Group. De todos modos, los asesores todavía desconocen qué tanto disponía la compañía al momento de declararse en bancarrota.

En tal sentido, John J. Ray III ha denunciado que FTX operaba sin ningún tipo de control centralizado sobre sus finanzas. Todavía no se ha logrado identificar todas las cuentas bancarias que pertenecían a las empresas de Sam Bankman-Fried, ni tampoco quiénes estaban autorizados a realizar extracciones. Por ello, se ha enviado una solicitud a todas las entidades financieras para que congelen retiros y rechacen cualquier orden que pueda llegar del joven empresario.

Gastos sin control

Pero la historia no termina allí. Los encargados de la quiebra del exchange de criptomonedas indican que se utilizaron fondos corporativos para, por ejemplo, comprar casas a sus empleados y directivos. Sin embargo, no hay registros formales de las propiedades, que aparecen a nombre de los sujetos en cuestión, y no de la compañía.

También se menciona que los gastos corrientes de la compañía se realizaban bajo ningún tipo de control. Que las solicitudes de compras de los trabajadores se realizaban a través de una app de mensajería, y que, casi siempre, eran aprobadas con emojis.

Y a todo esto hay que sumarle que Alameda Research, una empresa hermana de FTX, le prestó $1.000 millones a Sam Bankman-Fried, su propio dueño. Aunque no fue el único que se benefició de esta situación, ya que Nishad Singh, cofundador de la firma, recibió un préstamo por más de $500 millones.

Mientras tanto, los usuarios de FTX siguen a la espera de novedades para tratar de recuperar sus fondos. Se estima que el exchange de criptomonedas tendría más de 1 millón de acreedores, entre clientes e inversores.