Daryl siempre ha sido uno de los grandes pilares en The Walking Dead. Pero, ahora, el personaje es, además, una mirada a su conclusión. Como el rostro visible de un mundo que trata de sobrevivir — en más de un sentido — al desastre, su figura es emblemática. De hecho, el primer capítulo de la tercera parte de la entrega final de la serie comienza especulando sobre sus decisiones. Mucho más allá, lo que podrá hacer para lograr un precario equilibrio entre La Mancomunidad y los que sobreviven fuera de ella.

The Walking Dead, disponible en Disney+, atravesó, durante once temporadas, todo tipo de miradas al dolor, la desesperación y el desarraigo. Pero, en especial, una lenta evolución hacia un fenómeno singular. El de contraponer un mundo arrasado por una devastación cada vez más lejana a un posible futuro

¿Qué ocurrirá ahora que hay una estructura real que muestra la posibilidad de un renacimiento? No de un escenario más allá de los Caminantes y su amenaza. Pero sí de cómo, finalmente, existe la posibilidad de algo más que una huida forzosa y constante. 

El punto se analizó y profundizó con frecuencia en los primeros episodios de la temporada. Sin embargo, como todo lo que ocurre en The Walking Dead, hay un reverso oscuro. La Mancomunidad es un ente corrupto, que sabe que su poder se basa en su cualidad como centro único. También la manipulación del poder, que incluso provocó que Sebastian Milton enviara a Daryl y a Rosita como carne de cañón. 

El poder, las armas y el control en la desolación de The Walking Dead

La Mancomunidad mostró sus claroscuros de una forma temible. Lo cual es más preocupante todavía porque el sistema de hipervigilancia y el miedo son armas que utilizará a discreción. ¿Hacia dónde se dirige la posibilidad de que todo el sistema en el que se sostiene se convierta en una maquinaria de aniquilación y persecución? 

The Walking Dead

Sin duda, el universo entero de The Walking Dead ha profundizado de manera intrigante en todos los espacios del postapocalipsis. Pero su tronco principal afronta el largo trayecto de sus personajes hacia un final que, o bien, les brinde un lugar en un porvenir difuso o les permita encontrar su propio camino. ¿Hacia dónde se dirige la serie en sus últimos ocho capítulos? 

Una mitad de temporada terrorífica en sus matices

La entrega final de la serie parece orientarse hacia La Mancomunidad y la corrupción que la rodea. Pero, en especial, el primer capítulo de este último tramo es una mirada sobre la incertidumbre. ¿Cómo podrán Daryl y Negan proteger a los que dependen de ellos de un poder que les supera en todo? 

El final de temporada de Walking Dead anunció que habría un duelo de voluntades y recursos en el que ambos personajes tendrían un papel preponderante. Tras recorrer todos los niveles de control violento de La Mancomunidad — primero a través de Lance Hornsby y, después, de los que lograron escapar de su yugo —, la serie vuelve a su gran pregunta. ¿Está el núcleo de habitantes predestinado a una lucha cada vez más dura?

Sin duda, es el paisaje que se avecina cada vez con mayor rapidez. Con Lance Horsnby y las fuerzas de La Mancomunidad controlando La Cumbre, Alexandría y Oceanside, el peligro está en todas partes en Walking Dead. ¿Cómo vencer semejante puño de control total? ¿Cómo evitar un contraataque que arrase todos los que están fuera de la protección del poblado y sus recursos? 

The Walking Dead, Pamela

Para Daryl, la pregunta no es pertinente. Sabe que debe negociar con Hornsby o, en el mejor de los casos, forzar una solución pactada. También, confiar en la oportunidad de que habrá una forma lenta y menos directa de infiltrar a la todopoderosa Mancomunidad. Después de todo, para el final de la temporada anterior, el grupo de supervivientes de Alexandría que se encuentra dentro planeó su propia estrategia. La supervivencia es posible y, en particular, la forma en que Daryl y Negan podrán enfrentar un peligro cada vez más evidente. 

Mentiras y violencias en The Walking Dead

Por supuesto, uno de los que tocará la nueva temporada es cómo reaccionará Pamela Milton a los crímenes de su hijo, Sebastian. Pero, más allá de lo que pueda o no hacer, el tema es evidente. Hay un punto de inflexión peligroso, cada vez más notorio, en la Mancomunidad. 

Desde el titular de prensa que acusó a la máxima autoridad de mentir, hasta el hecho de los habitantes sublevados. En los últimos episodios de The Walking Dead queda claro que hay una percepción directa sobre cómo habrá un enfrentamiento muy pronto. Un punto que el primer episodio de la última entrega mira desde una distancia prudencial. ¿Es espontánea la manifestación que se extiende en la Mancomunidad? ¿Se trata de un mecanismo que se levanta sobre una estructura invisible? 

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Si algo ha dejado claro el inicio de la despedida de The Walking Dead es que el choque con el poder será inevitable. Lo que, sin duda, será una provocación enorme y peligrosa hacia algo más brutal de lo que podría imaginarse. Por supuesto, Daryl será el protagonista — involuntario o no — de la confrontación. El sobreviviente entre sobrevivientes tendrá la última palabra en este trayecto complicado, duro y cada vez más doloroso hacia un tipo de libertad desconocida. Al menos, una cuya naturaleza aún no está muy clara.