En estos últimos años hemos visto grandes avances en el ámbito de la robótica, con compañías como Boston Dynamics generando algunos de los resultados más sorprendentes. Pero no todo son perros que bailan o humanoides haciendo parkour, puesto que crece la preocupación de que estos aparatos sean transformados en armas.
Por ello, un consorcio de compañías de robótica se ha comprometido públicamente a nunca convertir en armas a sus robots de uso general. Un pacto que resulta un tanto llamativo, pero que no parece ser descabellado; especialmente, porque cada vez se conocen más casos en los que se les añade armamento a equipos que no fueron originalmente pensados para ese fin.
Además de Boston Dynamics, el acuerdo lleva la firma de otros cinco fabricantes de robots. Hablamos de Agility Robotics, ANYbotics, Clearpath Robotics, Open Robotics y Unitree Robotics. Esta última es una empresa china que ha quedado bajo presión en más de una oportunidad, puesto que muchos de los casos conocidos de robots modificados para cargar armas involucran al perro mecánico Go1, que se puede comprar en la web por menos de 3.000 dólares.
"Creemos que agregar armas a los robots que se operan de forma remota o autónoma, ampliamente disponibles para el público y capaces de navegar a lugares previamente inaccesibles donde las personas viven y trabajan, plantea nuevos riesgos de daños y graves problemas éticos. Las aplicaciones armadas de estos nuevos robots también afectarán la confianza pública en la tecnología en formas que dañarán los tremendos beneficios que traerán a la sociedad. Por estas razones, no apoyamos la militarización de nuestros robots de propósito general de movilidad avanzada. [...] Nos comprometemos a no armar nuestros robots de propósito general y movilidad avanzada o el software que desarrollamos que permite la robótica avanzada, y no apoyaremos a otros para que lo hagan".
De todos modos, tanto Boston Dynamics como sus pares entienden que este pacto no alcanza para acabar con el problema. El consorcio también apeló a que legisladores, fabricantes y desarrolladores ayuden a promover el uso seguro de estos robots.
Las armas, la nueva preocupación de robóticas como Boston Dynamics
Desde que dispositivos como Spot, el perro robótico de Boston Dynamics, aparecieron en escena, muchos elevaron su preocupación por su posible adaptación a fines armamentísticos. La implementación de estos robots en el ejército francés y la Policía de Nueva York parecía convalidar ese cuestionamiento. Aunque en ambos casos no se los modificó para que portaran armas, sino que se los utilizó para tareas de vigilancia y reconocimiento.
La gran mayoría de los intentos por convertir a estos robots en armas estuvieron en manos privadas. En el siguiente vídeo de Twitter, es posible ver en acción a un perro robot con un subfusil controlado a distancia. Las imágenes son escalofriantes, cuanto menos.
En agosto, el canal de YouTube I Did a Thing publicó un vídeo mostrando cómo adaptó un subfusil Heckler & Koch MP5 en un Unitree Go1. Si bien el proyecto se creó a modo de sátira, para burlarse de la visión estadounidense de que la solución a los tiroteos masivos es tener más armas en la calle, no deja de ser un tanto alarmante.
Recientemente, también se conoció el caso del M-81, un perro robot ruso —otra copia de Spot, de Boston Dynamics— capaz de transportar y disparar un lanzacohetes. El desarrollo corrió por cuenta de JSC Intellect Machine y también se basó en el Go1 de Unitree. La empresa aseguró que, a futuro, planeaba comenzar a producirlo en Rusia, pero sin dar más detalles.