El sector de la última milla y el delivery no para, en ningún momento. Mientras Gorillas y GoPuff hacen las maletas para replegarse a regiones más rentables, dejando a Getir sola ante el peligro, otras aterrizan con la idea de afrontar nuevas verticales más llevaderas. O, al menos más rentables. La última en llegar, en este caso a España, es la sueca Urb-it. Primero en Madrid, Valencia y Barcelona –con intención de seguir creciendo–, la tecnológica fundada en 2014 quiere triunfar en un mercado que ha experimentado el mayor crecimiento e-commerce en Europa en los últimos años.

Y quieren hacerlo bajo el modelo de la sostenibilidad y con riders – repartidores en este caso– bajo el ala de su plantilla interna. En un momento en el que los modelos de contratación ocupan la atención de las grandes tecnológicas del sector, la enseña sueca ha preferido ir a lo seguro. También con un modelo de movilidad eléctrica y que no solo se centre en grandes furgonetas. Además de eliminar la contaminación, el objetivo de Urb-it es evitar el tráfico de las grandes ciudades añadiendo bicis u otros modelos de transporte viables y evitando los coches de combustión. Unos que, al igual que otras compañías de última milla, necesitan de esas dark stores para funcionar.

En sus primeros momentos, Urb-it optó por un modelo similar al de Glovo, fuera del delivery. Este este, conectar negocios y personas con un servicio de paquetería externo. Con este modelo, los pequeños negocios no tendrían que recurrir a repartidores en plantilla. ¿El problema? No era rentable. De hecho, Glovo pronto comenzó a prestar más atención al delivery. Uno que, a largo plazo, cosecharía más ingresos para la tecnológica. Urb-it, desde su bastión sueco, se dio cuenta del mismo detalle y viró su modelo.

“Viramos a un modelo de distribución de grandes volúmenes en entornos de alta densidad”, explica a Hipertextual Ignacio Achirica, Country Manager en España. De los pequeños comercios, Urb-it pasó a negociar con los grandes del sector del transporte. DHL, Carrier… También con Amazon, el rey de la paquetería y el e-commerce. Todas las empresas que, buscando una estrategia de sostenibilidad, quieran recurrir a los servicios de terceros para gestionar su mensajería.

El modelo de contratación de Urb-it, más allá de la normativa en España

urb-it

Los ánimos siguen caldeados en el sector del delivery en España. Por un lado, la cartera de Trabajo, liderada por Yolanda Díaz, anunció medidas contra el incumplimiento de la Ley Rider –a pecho descubierto– por parte de Glovo y Uber Eats. La primera desde el mismo estreno de la nueva normativa, la segunda desde su anuncio el pasado mes de agosto. De hecho, una semana atrás, Díaz anunciaba una multa de 79 millones de euros contra el unicornio español por su incumplimiento de la normativa. La realidad es que esta multa correspondía a una Inspección de Trabajo previa al anuncio de la Ley, pero Trabajo ya se apuntaba el tanto en su lucha contra las plataformas delivery.

Urb-it quiere evitar todos estos modelos. No solo en España. Aunque reconocen la particularidad de la normativa local, desde la compañía aseguran que es un modelo que forma parte del ADN de su empresa. Allá por donde pasen.

Quieren evitar dos cuestiones. Por un lado, las subcontratas –que ya sufren los riders de Uber Eats–, y por otro lado, la profesionalización de los repartidores. “Son los modelos que las empresas debemos fomentar, pero también creemos que los mensajeros requieren entrenamiento previo. También porque la productividad aumenta, algo que con los modelos de alta rotación de empleados y riders no lograríamos”, apunta Achirica.

Suecos, también en la inversión

Urb-it es un producto 100 % sueco cotizando en Nasdaq. Y aunque su interés en los mercados se posicionó fuera de su lugar de origen, sí que mantiene unos inversores locales fuertes.

Como buena compañía sueca, Urb-it cuenta con el visto bueno de la marca más conocida del país nórdico. Parte de su capital tiene origen en el Grupo Ingka, que no es otra que el brazo financiero de Ikea. Que, desde su fundación, han estado altamente interesados en el sector de la innovación. Urban Jungle, Bolt, Livspace o Fluid Truck están entre sus focos de inversión. También en el negocio de las placas solares en España con una inversión de 100 millones de euros en diferentes parques locales. Asímismo, la tecnológica delivery también cuenta con el apoyo de Handelsbanken, Skadia y el cuarto mayor fondo de pensiones de Suecia, Swedbank.

Ahora, aunque mantienen su gran interés en Madrid, Valencia y Barcelona, apuntan a que su objetivo es ampliar su negocio delivery a las grandes ciudades del país. También a más zonas de interés en las que ya operan. Buscando, principalmente, más socios estratégicos locales.

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