El informe científico sobre alimentos corrió a cargo de AESAN, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición dependiente del Ministerio de Consumo encabezado por Alberto Garzón. En él se introdujeron por primera vez recomendaciones nutricionales ligadas al ámbito de la sostenibilidad, ya que, como indicó la doctora Ujué Fresán: “Ya no es suficiente con recomendar dietas saludables, sino que también deben ser sostenibles”.

Uno de los puntos más destacados del informe científico tuvo que ver con las recomendaciones aproximadas de ingesta por grupos de alimentos. Por supuesto, estas guías son generales y en casos especiales como alergias e intolerancias alimentarias deben adaptarse:

  • 5 raciones diarias de frutas y verduras, de las cuales 3 son pertenecientes a las hortalizas y 2-3 al grupo de las frutas. Los zumos de frutas no son sustitutos de las frutas enteras.
  • 3-6 raciones de cereales al día, según el nivel de actividad física. Se aconseja priorizar alimentos elaborados a partir de granos enteros o integrales y minimizar las harinas refinadas.
  • 4-7 raciones de legumbres a la semana, ya que aportan proteínas de gran valor nutricional e hidratos de carbono de digestión lenta. Las legumbres generan un bajo impacto ambiental. Se recomienda priorizar alimentos de origen vegetal como fuentes principales de proteínas de la dieta.
  • 3 o más raciones de pescado a la semana, priorizando pescado azul al blanco.
  • 0-4 huevos a la semana.
  • 0-3 raciones de lácteos al día como máximo, evitando azúcares añadidos y altos en sal. Reducir más si se consumen otros alimentos de origen animal.
  • 0-3 raciones de carne semanales como máximo, priorizando carnes magras como conejo y ave. Se recomienda minimizar la carne procesada, así como vaca y cordero por su gran impacto ambiental.
  • 3 o más raciones de frutos secos a la semana.
  • Agua como bebida principal, siempre que sea posible del grifo.

Menos animales, más vegetales

Las novedades más interesantes que recoge este informe tienen que ver con el nexo entre nutrición y deporte, ambas variables clave en el mantenimiento de un estado saludable. Respecto a las recomendaciones dietéticas se hace mucho hincapié en reducir la ingesta de alimentos de origen animal y priorizar las fuentes proteicas vegetales. Esto podemos verlo en la recomendación a partir de “cero” raciones de alimentos como carne, lácteos o huevos, dando a entender que no son alimentos imprescindibles en una alimentación cotidiana y apostando de lleno por las dietas plant-based.

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Esta estrategia de comunicación ligada a la reducción de alimentos de origen animal en la dieta viene siendo aplicada desde hace tiempo por el Ministerio de Consumo, lo cual motivó ciertas polémicas pasadas en relación a las macrogranjas y algunas declaraciones del propio ministro Alberto Garzón. Sin embargo, por más que moleste a ciertos sectores, lo cierto es que la reducción del consumo de carne y alimentos de origen animal no es solamente una urgencia por motivos de salud, sino también por sostenibilidad. Y la ciencia lo sigue demostrando.

Alimentos más sostenibles para combatir el cambio climático

Así lo confirmó el propio ministro Garzón con sus declaraciones ligadas a los patrones de consumo actuales y el cambio climático. “Veranos tan extraordinariamente cálidos como el vivido tienen una relación directa con nuestra actividad individual y como sociedad. La recomendación de consumir de proximidad es importante, no sólo por razones nutritivas sino por motivos sociales y medioambientales”.

Isabel Peña-Rey, directora de AESAN, también puso el foco en los altos índices de sobrepeso infantil que tiene España, cercanos al 40%. ”La emisión de este informe ha supuesto un esfuerzo enorme, pero necesario en materia de salud pública. Algunas novedades destacadas son la inclusión de técnicas de cocinado y actividad física para mejorar nuestra salud. Además, el informe también hace hincapié en la lucha contra el cambio climático mediante nuestras elecciones alimentarias”.

La importancia de la actividad física para mantener la salud

Otras científicas que presentaron el informe fueron Susana Aznar, doctora en Ciencias de la Actividad Física y la Salud, y Esther López, coordinadora del informe y Catedrática de la Universidad Autónoma de Madrid. Cada una de ellas ofreció diferentes recomendaciones en sus respectivos campos. Para la actividad física y el deporte se han introducido directrices según el grupo de edad, algo bastante novedoso más allá de los alimentos, junto a otros puntos clave:

  • La actividad física puede integrarse tanto en el trabajo como en tareas cotidianas sin que sea algo complicado. Debemos conseguir que ser activos sea la opción fácil.
  • La actividad física es buena para el corazón, el cuerpo y la mente.
  • Cualquier movimiento es mejor que nada, cuanto más hagamos mejor.
  • Toda actividad física cuenta: subir escaleras, andar, caminar por nuestro barrio.
  • El fortalecimiento muscular es muy necesario para mejorar la masa corporal, sobre todo en las edades más avanzadas.
  • El sedentarismo es una gran plaga que debemos combatir. Todas las personas pueden beneficiarse de la actividad física y reducir los hábitos sedentarios.
  • Los famosos “10.000 pasos al día” pueden no ser suficientes: importa mucho más la intensidad del deporte practicado. Sin embargo, hay que “añadir pasos a la vida”.
  • Un incremento de 1000 pasos al día reduce significativamente la mortalidad.
  • Cada movimiento cuenta, muévanse porque todo esto nos da una gran salud.