Jay Y Lee, vicepresidente y heredero de Samsung, ha recibido un indulto presidencial que le permitirá volver a ocupar su lugar en la corporación surcoreana. El ejecutivo ha sido liberado de los cargos por corrupción que lo mantuvieron en el centro de la escena desde 2017, cuando se destapó un entramado de sobornos y malversación de fondos que también salpicó a la por entonces presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye.
La decisión tomada por el actual presidente del país asiático, Yoon Suk-yeol, se hará efectiva a partir del próximo lunes 15 de agosto. Esta decisión le abrirá las puertas a Jay Y Lee para que vuelva a tener un rol de liderazgo en Samsung, tomando en cuenta que como vicepresidente ya había ejercido la conducción de facto de la compañía durante los últimos años de vida de su padre, Lee Kun-hee.
Vale destacar que Jay Y Lee se encontraba en libertad condicional, tras recibir una condena inicial de 5 años de prisión. Bajo los términos de su liberación, el ejecutivo no podía acceder a ningún empleo, por lo que toda la información que recibía de otros directivos de Samsung era de forma extraoficial.
Sin embargo, el indulto no solo le permitirá recuperar oficialmente su estratégica posición en la corporación surcoreana, sino también la capacidad de viajar al exterior. Dentro de Samsung consideran que esto último será trascendental para que el heredero de la compañía pueda cerrar personalmente futuros acuerdos de negocios.
El vicepresidente de Samsung suma un nuevo perdón presidencial a la familia
La decisión de Yoon Suk-yeol de indultar al vicepresidente de Samsung no sorprende demasiado. De hecho, no es la primera absolución de este tipo que logra un miembro de la poderosa familia tras la corporación surcoreana. El padre de Jay Y Lee se benefició de dos perdones presidenciales con apenas 13 años de diferencia entre uno y otro.
El primero se lo otorgó Kim Young-sam, en 1996, poco después de que se lo condenara por sobornar a Roh Tae-woo, el anterior presidente. El segundo llegó a fines de 2009 de la mano de Lee Myung-bak, poco más de un año después de que el empresario fuera hallado culpable de evasión fiscal.
Esta vez le ha tocado a Jay Y Lee, de quien se especula que ya no se conformará con ser el vicepresidente de Samsung. Según Bloomberg, la gran pregunta es si el ejecutivo buscará el título de presidente, vacante desde la muerte de su padre en 2020.
Por lo pronto, el directivo ha expresado su intención de "trabajar más duro" para crecer junto a la sociedad y tener un nuevo inicio. Vale mencionar que, independientemente de las acusaciones de corrupción, el público surcoreano ha visto con buenos ojos el retorno del ejecutivo indultado.
Se estima que unas 5 millones de personas en Corea del Sur poseen acciones de Samsung, quienes creen que el retorno del vicepresidente servirá para recuperar la gestión estricta que se necesita para atravesar un momento económico muy complejo a nivel mundial, especialmente por la inflación y la caída del consumo.