20 de julio de 1969. El astronauta Neil Armstrong se bajaba del Apolo 11 dispuesto a convertirse en el primer ser humano sobre la Luna. Posó los pies sobre territorio selenita con recelo, sin saber qué se encontraría. Ahora, si volviéramos, sabríamos muy bien lo que hay allí. Incluso los primeros humanos sobre Marte tendrán una idea bastante aproximada, gracias a todos los robots que se han enviado hasta su superficie. Sabemos lo que hay, pero no tenemos claro cómo será vivir allí. Por eso, es tan importante el trabajo que se está realizando en lugares como Astroland, una cueva cántabra en la que los futuros astronautas pueden acercarse en gran medida a la experiencia de vivir en el planeta rojo.

Es lo que se conoce como una experiencia análoga, ya que se encuentra en un lugar terrestre con características similares a las marcianas. Esto generalmente se hace en zonas desérticas o muy ricas en minerales propios del planeta rojo, como el basalto o la jarosita. En este caso, más que el paraje en sí, lo que se eligió a conciencia fue la cueva en cuestión. Y es que las últimas investigaciones apuntan a que si los humanos quieren colonizar Marte tendrán que hacerlo en su parte subterránea, resguardados de las peligrosas radiaciones cósmicas. Para ello, aprovecharán los tubos de lava, que les permitirían acceder a lugares como la cueva en la que se ha instalado Astroland.

La compañía abrió sus instalaciones en 2019. Hipertextual pudo visitarlas y conocer qué se haría en ellas en 2020. Pero han pasado dos años desde entonces, sus primeros estudios están a punto de presentarse y las expectativas de entonces se están cumpliendo a la perfección.

Cinco espacios diferentes

Astroland consta de cinco partes. En primer lugar, tiene el Centro de Mando y Control, donde se monitorizan todas las actividades que llevan a cabo los tripulantes. Para hacer la experiencia aún más similar a la realidad, las transmisiones cuentan con un retraso de 8 minutos, exactamente el mismo que tendrían si los mensajes fuesen de Marte a la Tierra. Por lo tanto, sería como el centro de control de la NASA, la ESA o cualquier otra agencia o compañía espacial. 

En segundo lugar, está el pabellón de “Origen y destino”, donde se lleva a cabo una labor divulgativa de lo que se hace en Astroland. Esta es una faceta muy importante para la compañía, pues quieren que lo que hacen en esta cueva de Cantabria puede ser conocido por cualquier persona, pero especialmente por los más pequeños.

A continuación, hay un laboratorio científico y de coworking. Allí, se llevan a cabo diversos estudios científicos, tanto con aplicaciones terrestres como de cara a la futura colonización de Marte.

En un cuarto lugar se encuentra el pabellón de “Humanidad aumentada”, un área de pensamiento y estudio sociológico acerca de cómo será esa futura humanidad que podrá soñar con colonizar otros planetas.

Y, por último, pero no menos importante, está la cueva de Arredondo, donde se simula cómo serán los asentamientos en Marte. Aquí los tripulantes viven la experiencia completa de los astronautas: la comida liofilizada, los trajes presurizados, las exploraciones en el exterior… No falta un detalle para que, en un futuro, los futuros viajeros con rumbo a Marte estén confiados y preparados.

Astroland Agency

La psicología en esencial para viajar a Marte

Marte no está tan cerca como la Luna. Tanto el viaje de ida como el de vuelta durarían unos seis meses. Además, una vez allí, habría que esperar a que el planeta rojo y la Tierra, en sus respectivos viajes alrededor del Sol, se coloquen de la forma idónea para poder enviar naves de uno a otro. Este periodo ventana se conseguiría en un año, por lo que en total, desde que los astronautas salen de casa hasta que vuelven, pasarían unos dos años. En ese tiempo, los astronautas tendrían que vivir todos juntos en un lugar bastante reducido, rodeados de una gran incertidumbre. Por eso, una de las misiones científicas de Astroland va dirigida a estudiar las implicaciones del viaje a nivel psicológico.

“La solución técnica de ir a Marte es ambiciosa, pero alcanzable, pues sabemos lo que tenemos que hacer”, recuerda a Hipertextual David Ceballos, CEO de Astroland. “Marte es el único planeta que conozcamos íntegramente habitado por robots, tenemos muchas sondas que nos mandan información en tiempo real que nos permiten tener claro el ambiente, pero el tema psicológico es más complicado”. Nadie ha vivido allí antes y, por lo tanto, no sabemos cómo puede ser la experiencia.

Por eso, en todo este tiempo se ha llevado a cabo un trabajo exhaustivo sobre psicología que será presentado próximamente. Con él se pretende entrenar a los astronautas para enfrentarse a esa situación de gran estrés. “Estamos hablando de que son dos años, sin posibilidad de retorno, tú no eres consciente de manera habitual, pera para tu subconsciente es una espada de Damocles que te condiciona en todo lo que haces”, relata Ceballos. “Con nuestra investigación hemos aprendido de las situaciones de los tripulantes, de su reacción, etc”. 

También tiene utilidad en la Tierra

Esto será útil de cara a futuros viajes a Marte, pues se podrán mejorar las estrategias de entrenamiento, pero también tiene utilidad en la Tierra. Y es que ese es otro de los objetivos de Astroland: que los resultados de sus investigaciones puedan usarse para mejorar la vida de quienes viven aquí. Al fin y al cabo, a lo largo de nuestra vida pasamos por muchas situaciones de estrés intenso y continuado, sin necesidad de salir del planeta.

Astroland Agency

Lo que los microorganismos nos cuentan

Otro de los puntos fuertes de Astroland son los estudios sobre microbiología y biotecnología que se han llevado a cabo allí en este tiempo. Los microbios que viven bajo Tierra, en lugares como la cueva de Arredondo, son generalmente extremófilos. Esto quiere decir que están adaptados a vivir en condiciones mucho más inhóspitas de lo normal. En caso de que alguna vez se llegase a encontrar vida en Marte, posiblemente sería también este tipo de vida.

Por eso, quienes han vivido la experiencia de este análogo marciano cántabro han realizado misiones de salir al exterior en busca de muestras. Unas muestras que les han permitido dar con microorganismos con aplicaciones muy interesantes.

Posibles antibióticos en la cueva

Por un lado, han encontrado en la cueva cianobacterias con un papel antimicrobiano muy interesante. Aún están en estudio, pero se están analizando en busca de un posible potencial farmacológico.

El vertedero de CO2 ideal para Marte

Por otro lado, ha sido muy interesante el hallazgo de otras cianobacterias que son capaces de realizar la fotosíntesis en casi completa oscuridad. Esto es realmente interesante; porque, en palabras de Ceballos, “es un vertedero ideal de CO2”. Estos microorganismos toman CO2 del medio y liberan oxígeno. Las plantas hacen los mismo al llevar a cabo la fotosíntesis. Por eso, el Amazonas es conocido como el pulmón del planeta. El problema es que para ello necesitan mucha luz solar. Estos microorganismos pueden hacerlo en oscuridad, como no podía ser de otra manera, dado el lugar en el que se han encontrado. Además, pueden cultivarse grandes cantidades en muy poco espacio. 

Por eso, tendría utilidades interesantes, tanto en la Tierra como en Marte. En este último, se está barajando la creación de una máquina generadora de oxígeno. Pero sería muchísimo más fácil recurrir a estas cianobacterias, de ahí que se estén estudiando a fondo los genes responsables de esta conveniente cualidad.

La divulgación es esencial

En Astroland se da mucha importancia a la divulgación científica. Por eso cuenta con pabellones como “Origen y destino” o “Humanidad aumentada”. Incluso se puede visitar el Centro de Mando y Control. 

Especialmente reciben visitas de colegios. Dejaron de hacerlo durante la pandemia de COVID-19, pero van a retomarlo en el próximo mes de septiembre; ya que, para ellos, es una parte muy interesante de su trabajo. “Los niños son los auténticos generadores del cambio”, recuerda el CEO de la compañía. “Ellos ya pueden soñar realmente con Marte, pues van a vivir esa época de viajar más allá de la Tierra en primera persona”.

Por eso es importante mostrarles cómo será ese futuro. “Muchos niños antes querían ser futbolistas y ahora sueñan con ser astronautas”. Esa es una de las consecuencias de mostrarles lo que se hace en la cueva cántabra. Pero, además, el otro gran objetivo de Astroland es plantear cómo sería esa eventual sociedad marciana. “Se les enseña qué no se debería hacer para que no cometamos los errores que hemos cometido aquí en la Tierra, como las guerras y la contaminación”, cuenta Ceballos. “Tenemos la oportunidad de hacerlo bien y unirnos para tener una humanidad mejorada”.

Entrenando a los próximos astronautas de Marte

Cuando se busque personas para viajar a Marte se indagará en las listas de astronautas análogos. Estos son aquellos que han recibido entrenamiento en alguno de los análogos terrestres que hay distribuidos por todo el planeta. Muchos de los que han pasado por Astroland ya se han inscrito en esta lista, con la esperanza de viajar en algún momento al planeta rojo.

De hecho, según ha narrado David Ceballos a Hipertextual, en la compañía tienen la vista puesta en 2035 y ya están empezando a estrechar lazos con agencias y compañías de todo el mundo. Así, aunando fuerzas, se conseguirá entrenar a los astronautas del futuro, para que, llegado el día, el primer humano que ponga un pie sobre territorio marciano pueda pisar con más fuerza de lo que lo hizo Armstrong. 

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