Los planes de Virgin Galactic para ofrecer sus servicios de turismo espacial avanzan hacia una nueva etapa. La compañía de Richard Branson anunció su alianza con Aurora, una subsidiaria de Boeing, para el diseño y la fabricación de las nuevas "naves nodrizas" que utilizará para enviar sus naves suborbitales al filo del espacio.

La empresa no ha brindado mayores detalles sobre la nueva aeronave, pero el primer concepto mantiene un diseño similar al del VMS Eve, el avión que actualmente sirve de plataforma de lanzamiento de la VSS Unity. Es decir, un vehículo cuatrimotor y de doble fuselaje capaz de cargar la nave en un punto de anclaje central y soltarla en pleno vuelo a más de 15.000 metros de altura.

Lo que sí se ha confirmado es que Aurora fabricará dos nuevas naves nodrizas de Virgin Galactic. La primera entrará en servicio en 2025, por lo que la compañía planea utilizarla con sus naves de clase Delta, que entrarán en servicio ese mismo año o, a más tardar, en 2026. Las mismas prometen un menor costo por vuelo y un mayor nivel de reusabilidad que los modelos actuales —la ya citada VSS Unity y la aún no estrenada VSS Imagine—. Esto significa que podrá agilizar su cronograma de vuelos, realizándolos con solo una semana de diferencia entre sí.

La firma estadounidense sostiene su idea de realizar 400 vuelos espaciales comerciales al año, y las nuevas aeronaves desarrolladas junto a la subsidiaria de Boeing serán una parte crucial para lograrlo.

Michael Colglazier, CEO de Virgin Galactic, se mostró entusiasmado ante esta nueva posibilidad:

"Nuestras naves nodrizas de próxima generación serán integrales para escalar nuestras operaciones. Serán más rápidas de producir, más fáciles de mantener y nos permitirán volar muchas más misiones cada año. Con el respaldo de la escala y la fuerza de Boeing, Aurora es el socio de fabricación ideal para nosotros mientras construimos nuestra flota para respaldar 400 vuelos por año en Spaceport America".

Virgin Galactic mantiene sus ambiciosos planes de turismo espacial

Virgin Galactic
El diseño de la nave nodriza de próxima generación de Virgin Galactic. Imagen: Virgin Galactic.

Un definición clave en la declaración de Colglazier es "escalar nuestras operaciones". Y con razón. Según los resultados financieros presentados a fines de febrero pasado, Virgin Galactic perdió 1.000 millones de dólares entre 2020 y 2021, contra ingresos por apenas $3.530.000 en el mismo período. En el primer trimestre de 2022, en tanto, los ingresos fueron de solo 319.000 dólares.

La empresa de Richard Branson ya ha lanzado la venta de pasajes para los afortunados que deseen viajar al filo del espacio. ¿El precio? 450.000 dólares, nada más ni nada menos. Claramente, el gran desafío es lograr que esa cifra se reduzca para que los vuelos sean más accesibles para el público general. Pero es más fácil decirlo que hacerlo.

De todos modos, esto no es nada que Virgin Galactic o sus accionistas no sepan. Colglazier ha dicho en el pasado que la compañía tendrá un flujo de caja positivo recién en 2026.

Por lo pronto, la empresa apuesta a que las nuevas naves nodrizas le permitan dar un salto importante a sus planes a futuro. Mientras tanto, la aeronave VMS Eve se encuentra bajo tareas de reacondicionamiento, que se espera que terminen durante el actual trimestre. En la parte final del año se retomarían los vuelos comerciales al espacio; en tanto que la nueva nave suborbital VSS Imagine entraría en servicio en el primer trimestre de 2023.

Virgin Galactic es uno de los protagonistas de una aguerrida carrera espacial privada, en la que compite directamente con Jeff Bezos y su Blue Origin. Distinta es la relación con SpaceX, ya que Richard Branson es amigo de Elon Musk y han intercambiado elogios para las labores de sus compañías en más de una oportunidad.

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