Desde que a finales de octubre del año pasado Mark Zuckerberg anunciara el cambio de nombre de Facebook a Meta, el rumbo de la empresa más importante e influyente del mundo en lo que respecto a redes sociales no ha dejado de variar. Seguramente, quizá, porque su obsesión está ahora en saltar de un barco que ve cada vez más vetusto y que navega en mares cada vez más competidos a otro recién salido de puerto y que tiene un océano enorme aún por descubrir y explotar.

Sin embargo, nadie dijo que ese viraje del mercado de la publicidad segmentada y el manejo de datos cada vez más controlado a lo que acabe siendo el metaverso que propone ahora Meta fuera a ser fácil.

En apenas unas semanas, Meta ha dado varias muestras de los muchos esfuerzos que tiene que hacer para seguir haciendo crecer el que hasta ahora era su negocio más boyante y lo que le está costando levantar el ala del segundo. 

Tras presentar sus primeros prototipos para el metaverso, inspirados en el escaso hardware que vende ahora mismo bajo la herencia de Oculus, Meta anunció que congelaba sus ambiciosos planes de contratación de más de 10.000 ingenieros.

Poco después, anunciaba que en Facebook —la red social, cada vez con menos usuarios activos y, sobre todo, cada vez menos jóvenes— su ‘newsfeed’, el concepto que basculó su crecimiento y el formato de todas las redes sociales, evolucionaba a un nuevo espacio donde cada vez sus usuarios verían menos publicaciones de amigos y familiares para pasar a ver más contenido sugerido por sus intereses… Según un algoritmo, claro.

Por último, Instagram, su plataforma con más lustre todavía hoy, anunciaba unos cambios para primar el vídeo y, de nuevo, el contenido sugerido y no seguido supuestamente por el usuario que puso en contra a algunos de sus creadores y usuarios más influyentes y que, pese a reafirmarse en una primera ocasión; obligó a su CEO, Adam Mosseri, a salir de nuevo para afirmar que congelaban los cambios. Cambios, no obstante, que se da por hecho que acabarán llegando. 

Las redes sociales, especialmente desde TikTok, pero gracias a todo lo sembrado por el conglomerado de Facebook/Meta son ya más un canal entre usuarios y anunciantes, con la vía intermedia del contenido sugerido como imán de atención, que una red social entre usuarios con lazos genuinos.

Y, en medio de ese mar, Mark Zuckerberg, un visionario, villano o empresario amoral según a quién se le pregunte —o quizá todas las cosas a la vez—, se encuentra con los peores resultados de su historia.

Meta: entre la espada de Apple y la pared de TikTok

Pero, como decimos, la situación de Meta no es buena. En el último trimestre de 2021, el recuento global de usuarios diarios de Facebook disminuyó por primera vez en los 18 años de historia de la compañía. Y, esta misma semana, sus resultados financieros llevaban esa tendencia también a las cuentas, registrando su primera caída anual en ingresos desde que la firma se encuentra en bolsa. Concretamente, la tecnológica californiana ha registrado 28.022 millones de dólares en ingresos durante el el segundo trimestre de este añounos 1.000 millones por debajo respecto al mismo periodo del año anterior.

Las redes sociales, especialmente desde TikTok, pero gracias a todo lo sembrado por el conglomerado de Facebook/Meta son ya más un canal entre usuarios y anunciantes, con la vía intermedia del contenido sugerido como imán de atención, que una red social entre usuarios con lazos genuinos.

La base de usuarios estadounidenses de Meta está mostrando muy poco crecimiento en la atención de los usuarios. No es ningún secreto que Facebook está siendo derrotado por TikTok cuando se trata de atraer a los jóvenes y mantener su atención durante más tiempo. 

Pero Meta, que tiene un historial de copiar descaradamente los productos y las funciones de éxito de sus competidores, ha visto como copiar a TikTok se ha encontrado con la posición contraria de los propios usuarios y creadores, especialmente en Instagram cuando avisó de que los Reels, su copia del modelo TikTok, serían ahora dominantes, ocupando toda la pantalla y preconizando el feed.

A ellos se suma que la eficacia de los anuncios de Meta siempre ha dependido de los datos de preferencias personales que la empresa recoge de los movimientos de los usuarios en sus aplicaciones y en la web. Pero desde que Apple ha dado a los usuarios de sus dispositivos la posibilidad de excluirse de dicho seguimiento, la capacidad de Meta para hacer coincidir los anuncios con grupos específicos de usuarios se ha visto mermada, especialmente en Estados Unidos, donde el peso de usuarios de iPhone es mayor. Como resultado, la publicidad es cada vez menos efectiva, pero también más cara.

Si a todo esto le añadimos el empeoramiento de los vientos económicos, sus problemas de identidad (¿qué es Meta hoy en día?) y la limitada capacidad de segmentación de los anuncios, tenemos un entorno empresarial difícil para una empresa que antes parecía inexpugnable. Hace unos días, conocíamos también por el New York Times que Zuckerberg está cargando tintas contra sus empleados, empezando a notar la presión. 

Sobre Apple, también trascendió hace unos días unas afirmaciones del propio Zuckerberg en las que decía que Meta y Apple están entrando en un periodo de "competencia muy profunda y filosófica" que definirá el futuro de Internet, según comentarios del CEO de Meta, obtenidos por The Verge.

Tanto Apple como Meta planean invertir fuertemente en la realidad mixta durante la próxima década, pero tienen visiones diametralmente opuestas sobre cómo debería ser el uso de esta tecnología.

“Competencia filosófica” con Apple

The Verge obtuvo una grabación de audio de una reunión de todos los empleados de Meta, en la que Zuckerberg respondió con gran detalle a una pregunta de los empleados sobre la futura competencia de la empresa con Apple. Sus comentarios arrojan algo de luz sobre cómo Meta, al menos, ve la rivalidad. 

Esto es lo que decía Zuckerberg:

"Creo que está bastante claro que Apple va a ser un competidor para nosotros, no solo como producto sino filosóficamente. Estamos abordando esto de una manera abierta y tratando de construir un ecosistema más abierto". 

Mark Zuckerberg

Señaló que Meta cofundó el Metaverse Open Standards Group con otras empresas como Microsoft, con el objetivo de establecer cierto nivel de interoperabilidad o portabilidad de activos entre espacios virtuales. Apple no se unió, y Zuckerberg dijo: "No creo que eso sea una sorpresa".

Se trata de una competición de filosofías e ideas, en la que creen que haciéndolo todo ellos mismos e integrándose estrechamente construyen una mejor experiencia para el consumidor. Y nosotros creemos que hay mucho que hacer en materia de especialización entre las distintas empresas, y [eso] permitirá que exista un ecosistema mucho más amplio.

Mark Zuckerberg

Una de las cosas que me parece interesante es que no está muy claro por adelantado si un ecosistema abierto o cerrado va a ser mejor. Tanto Zuckerberg como el consejero delegado de Apple, Tim Cook, han dicho en el pasado que creen que la realidad aumentada, la realidad virtual o la realidad mixta serán la próxima gran plataforma informática, tras las eras de los ordenadores de sobremesa y los móviles.

Cómo será y cuánto tendrá de metaversos con avatares o de aplicaciones tecnológicas más cercanas y qué opciones planteará cada compañía, está por ver. Quizá ridiculizar la propuesta de Meta como una especie de videojuego naíf con ínfulas de realidad sea también subestimar a alguien que, para bien o para mal, ha cambiado las formas de comunicarnos, la publicidad e internet en apenas 20 años.

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