Todos los ingredientes que se introducen en el argumento de una obra narrativa deben servir para algo. Han de hacer que la trama avance y se desvíe en una nueva dirección o puedan explicar algún detalle valioso. Y añadir matices al carácter y las circunstancias de un personaje principal. Esto último es lo que han hecho los Hermanos Russo y los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely con Sierra Six, el protagonista de El agente invisible (2022), al que interpreta Ryan Gosling, y con el tatuaje que luce en su brazo, el cual, por supuesto, esconde un significado.
No tendría especial importancia si no fuese porque los directores de la película de Netflix han declarado que quieren una saga sobre esta historia de espionaje y acción, todo un universo cinematográfico. Dicho de otro modo, el tatuaje en El agente invisible nos ayuda a comprender el futuro de lo que promete ser una nueva franquicia.
Es la joven Claire Fitzroy, interpretada por Julia Butters, la que pregunta a Six por el tatuaje. Lo que le responde sugiere que le escribieron “Sísifo” con el alfabeto griego clásico. Y le explica el mito del impío rey de Éfira, castigado por Zeus a empujar eternamente una enorme roca por la cuesta de una montaña que, justo antes de alcanzar a la cima, vuelve rodando al principio. Y por ello se habla hoy de él para referirse a trabajos repetitivos y frustrantes.
La roca que nunca llega a la cima de la montaña en ‘El agente invisible’
El personaje de Ryan Gosling en El agente invisible es reclutado para encargos homicidas de la CIA por Donald Fitzroy, interpretado por Billy Bob Thornton, que le ofrece sacarle de prisión si acepta sus condiciones al comienzo de la película de Netflix. Su difunto padre, con la cara del reconocible Shea Whigham, era un maltratador que se justificaba en que quería “convertir a sus hijos en hombres”. Entre otras cosas horribles, le quemaba la piel con cigarrillos encendidos y, en la bañera familiar, le retenía la cabeza bajo el agua.
Pero Six, cuyo verdadero nombre es Courtland Gentry según se dice en la primera escena, decidió pegarle un tiro debido la inquietud de que su hermano menor acabara muerto por su culpa. Así, cuando quiso librarse de semejante tormento, le encarcelaron. Accede a estar a las órdenes de la CIA como asesino experto para no seguir encerrado entre cuatro paredes. Pero su labor acaba en una servidumbre de la que quiere zafarse y, ya sin Donald Fitzroy como jefe, no se lo permiten.
Es más, al descubrir que algo no va bien en la última misión que le confía el corrupto Denny Carmichael, papel asumido por Regé-Jean Page en El agente invisible, opta por huir con la información. Y se desata una cacería internacional para atraparle. El objetivo, del que actúa Callan Mulvey y que la diña de todos modos, se le revela como Sierra Four. Uno de los suyos, enrolado en la agencia de la misma forma que él. Y el intento definitivo de Six para escapar por ello parece imposible.
De la condena de Sísifo a Tiresias
Por supuesto, el héroe de Ryan Gosling triunfa sobre su mayor enemigo y perseguidor, el sociópata Lloyd Hansen de Chris Evans. Pero la intervención de Suzanne Brewer le exige llegar a un acuerdo. Un amaño para que los crímenes de Denny Carmichael recaigan en el personaje del Capitán América, Six continúe en la CIA y Claire Fitzroy y la Dani Miranda de Ana de Armas estén a salvo. Ni hablar de ser libre en El agente invisible.
De hecho, cuando se fuga nuevamente y recoge a la sobrina del sacrificado Donald Fitzroy, podemos suponer que irán tras sus pasos. Sin darle ocasión de vivir tranquilo. Y, con esta trayectoria, el habilidoso protagonista de El agente invisible se siente como Sísifo. En su lucha y por causas ajenas a su control, ha cambiado unas cadenas por otras. Y, siempre que le ha dado la impresión de que el pedrusco que empujaba podría llegar a la cumbre por fin, volvía a caer colina abajo.
Pero debemos ser conscientes de que el tatuaje de la leyenda griega se lo habían grabado en prisión, de donde no pudo salir entre 1995 y 2003. Cosa coherente con la cultura carcelaria según el cine, en cualquier caso. Si bien debemos pensar que sus motivaciones entonces no estaban relacionadas con su futura experiencia en la CIA. Por lo tanto, tal vez también deba tatuarse en el antebrazo derecho el nombre del mítico adivino ciego Tiresias.