Hoy es imposible transitar un día de nuestra vida sin toparnos al menos una vez con algo relacionado a Bitcoin. Es sencillamente imposible. Es un tema que genera fascinación y rechazo en partes iguales, y se ha ganado un lugar en la agenda cotidiana global. Así, nos encontramos con personas a las que solo les importa si el precio sube o baja, mientras otras aseguran estar más interesadas en la tecnología que lo potencia y no en su cotización. En simultáneo, no faltan quienes aún esgrimen que se trata de una burbuja o una estafa piramidal, ni tampoco los que esperan los números rojos de cada ciclo bajista para desempolvar las pancartas de “Bitcoin ha muerto”. En el medio hay maximalistas, curiosos, oportunistas, especuladores y merecedores de vaya uno a saber qué otros calificativos.

Lo cierto es que, desde hace rato, el Bitcoin ha dejado de ser un tema que solamente atrae la atención de un público nicho. Por ende, es lógico que cada vez sean más las personas que dan sus primeros pasos dentro del mundo de las criptomonedas. Según una encuesta, casi la mitad de quienes poseen criptoactivos hicieron su primera compra en 2021. En tanto que regiones como Latinoamérica han visto una explosión en su adopción, especialmente en países con economías muy inestables; ya sea para escapar de la devaluación, como sucede en Argentina, o para simplificar el envío de remesas, tales los casos de Venezuela y El Salvador, por mencionar algunos.

Así, es bueno refrescar algunos conceptos básicos que no pierden relevancia. En este caso nos enfocaremos en Bitcoin, pero en aspectos que van más allá de la cotización del día o las causas y efectos de su volatilidad. Específicamente, nos centraremos en la emisión de este criptoactivo y en el sostenimiento de la minería en el tiempo.

Más de 100 años de minado de Bitcoin por delante

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El Bitcoin es un activo digital finito. Desde su creación se ha establecido que se emitirán solo 21 millones de bitcoins y eso no se puede cambiar. En realidad serán casi 21 millones, ya que la cantidad final a minar será de 20.999.999,9769 bitcoins, si queremos ser verdaderamente precisos con el dato.

Ahora bien, lo "peculiar" es que ya se ha minado prácticamente el 91% de los bitcoins posibles. Según refleja CoinGecko, al momento de escribir este artículo hay 19.081.612 BTC en circulación. Esto quiere decir que quedan menos de 2 millones de bitcoins por ser extraídos. Algo que no es casual, sino premeditado.

Bitcoin aún es un activo tremendamente joven. El whitepaper de Satoshi Nakamoto se dio a conocer en 2008, mientras que la primera versión del software se lanzó a comienzos de 2009. Esto quiere decir que la criptomoneda más importante del mundo, que hoy tiene una capitalización de mercado superior a los 360.000 millones de dólares, tiene apenas 13 años de vida.

Entonces, habiendo establecido que más del 90% del BTC disponible ya está en el mercado, ¿cómo es posible que aún quede más de un siglo de minado por realizar? Porque el sistema ha sido diseñado para reducir su emisión y las recompensas a los mineros cada cierta cantidad de tiempo. Así, se vuelve más difícil resolver los “acertijos” de código que permiten validar nuevos bloques en la blockchain; por ende, la extracción de nuevos bitcoins se vuelve más compleja y lenta.

Por ello se estima que el último Bitcoin se minará en el año 2140.

El 'halving', una pieza clave en esta historia

En líneas anteriores mencionamos que Bitcoin se ha diseñado para disminuir su cantidad y velocidad de emisión. Esto se conoce como halving y sucede exactamente cada 210.000 bloques, en un período que se da cada cuatro años, aproximadamente.

En inglés, halving significa “reducir a la mitad” y eso es, literalmente, lo que sucede con Bitcoin. Cuando ocurre, por cada nuevo bloque minado se emite la mitad de bitcoins que en la etapa anterior.

En 2009, por cada bloque que se añadía se generaban 50 BTC. La blockchain llegó a los 210.000 bloques en noviembre de 2012, y desde allí se empezaron a extraer 25 BTC por bloque. A partir de julio de 2016, cuando se minó el bloque 420.000, la recompensa para los mineros se redujo a 12,5 BTC; mientras que en mayo de 2020, con el arribo del bloque 630.000 bajó a 6,25 BTC.

Bitcoin
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El próximo halving ocurrirá cuando Bitcoin alcance el bloque 840.000, lo que se estima que sucederá en 2024. Vale mencionar que, actualmente, la blockchain tiene poco más de 743.000 bloques y suma uno nuevo cada 10 minutos. Las “reducciones a la mitad” continuarán de forma automática, hasta llegar al punto en que la recompensa por crear un nuevo bloque será de una centésima millonésima parte de un Bitcoin (0,00000001 BTC), lo que en la actualidad se conoce como 1 satoshi.

Una vez que se complete la extracción de los 20.999.999,9769 bitcoins, los mineros ya no recibirán recompensas por minar nuevos bloques. Esto no significa que la blockchain de Bitcoin vaya a detenerse ni que los mineros desaparezcan, sino que la generación de ingresos se limitará a las comisiones percibidas por validar las transacciones de los usuarios. Y todos los bloques que se generen de allí en adelante incluirán solamente las transacciones en cuestión.

Algunas preocupaciones de cara al futuro

El consumo de energía de Bitcoin es un tema que ha generado mucha polémica y preocupación en estos últimos años. La necesidad de un poder de cómputo cada vez más elevado para la ejecución permanente de un algoritmo criptográfico bajo la modalidad Proof-of-Work ha llevado a que Bitcoin requiera de un nivel energético equivalente al de países completos.

La gran pregunta es qué ocurrirá a medida que con cada halving se vuelva más compleja y lenta la extracción de nuevos bitcoins. Varios gobiernos ya han expresado su preocupación con respecto a este tema. Y si bien existen iniciativas para minar utilizando solamente energías limpias en 2030, nadie cree realmente que ello pueda llegar a ocurrir; no en ese plazo, al menos.