El desplome de las criptomonedas, y más concretamente del Bitcoin y Ethereum, están reduciendo el uso de energía causado por el minado de las mismas de forma drástica, según datos procedentes de Digiconomist. El nivel es tan grande, que la reducción de los últimos días, unas 110.000 toneladas métricas de CO2 al día, equivaldría a todo el uso de energía total de países como Austria.
La caída del uso de energía se debe al parón del minado de las criptomonedas por parte de muchos usuarios, quienes se han visto obligados a apagar sus equipos a causa del desplome, sobre todo, del Bitcoin, que roza los 20.000 dólares; una cifra muy por debajo a como estaba hace poco menos de un año, cuando llegó a los 60.000 dólares. La caída del Bitcoin, por lo tanto, hace que los beneficios por el minado sean considerablemente más bajos. Todo ello, además, cuando el precio de la electricidad continúa en aumento, lo que hace que mantener equipos activos durante todo el día no sea para nada rentable.
La caída del uso de energía por el minado de criptomonedas, por tanto, es una muy buena noticia. Sobre todo, teniendo en cuenta el terrible impacto ambiental que causan estos activos. Algunos países, como recientemente Irán, de donde proviene el 4,5 % del minado de criptomonedas según Elliptic, han decidido apagar más de 100 centros de minado para evitar el alto consumo de electricidad. China, por otro lado, prohibió esta práctica por el mismo motivo.
También hay compañías, como WikiPedia, que han dejado de aceptar Bitcoin y otras criptomonedas como método de pago. En este caso, como método para donaciones. Y es que sus ingresos por estos activos apenas representaban 0.08 % del total, y su consumo energético es —reiteramos— muy elevado.
La caída del impacto energético en el minado de criptomonedas podría tener los días contados
Digiconomist, sin embargo, advierte que el uso de energía volverá a aumentar en cuanto Bitcoin y Ethereum vuelvan a subir. Por lo tanto, es muy probable que tanto compañías como las administraciones gubernamentales continúen tomando medidas en cuanto a su uso y minado.
Mientras tanto, el desplome de Bitcoin ha afectado considerablemente a compañías como Tesla, quien ha perdido, desde entonces, unos 600 millones de dólares en su inversión de 1.900 millones de dólares que realizaron en 2021. Actualmente, la compañía de movilidad eléctrica fundada y dirigida por Elon Musk cuenta con una capital de 915 millones de dólares en esta criptomoneda. Musk, sin embargo, ha confirmado que continuarán con su intención de invertir en este activo a largo plazo. Asegura, además, que no los venderá pese a la caída de su valor.