El F-15 Eagle se encuentra entre los cazas más importantes de la historia de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Fabricado por McDonnell Douglas e ingresado en servicio en 1976, ha estado a las órdenes de la Fuerza Aérea norteamericana (USAF) ininterrumpidamente desde entonces, convirtiéndose en una de sus aeronaves más confiables; mientras que también sirve a Japón, Arabia Saudí e Israel.
Desde su introducción, ha cumplido roles muy importantes en la Guerra del Líbano y, especialmente, en la Guerra del Golfo. Y si bien han aparecido otros cazas modernos, furtivos, e igualmente diseñados para la superioridad aérea, el F-15 Eagle ha evolucionado lo suficiente para seguir vigente. El plan es mantenerlo en actividad al menos hasta 2025, pero con perspectivas de continuar incluso más allá de ese punto.
Con más de cuatro décadas operativo, el F-15 Eagle es un ícono de la aviación militar y su desarrollo tiene una historia muy rica. Al fin y al cabo, es de los tantos proyectos nacidos en plena Guerra Fría, cuando la permanente amenaza de conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética se convirtió en una carrera por tierra, aire, mar y espacio.
De hecho, hubo varios motivos detrás del nacimiento del F-15 Eagle. Por un lado, se lo considera como la respuesta natural de los norteamericanos al temido MiG-25 soviético, una aeronave de la cual se sabía poco más allá de su existencia y peligrosidad. Es más, recién en septiembre de 1976, varios meses después de que el caza de McDonnell Douglas entrara en servicio, Estados Unidos y la OTAN lograron verlo de cerca; y para ello dependieron de la sorpresiva deserción de un piloto soviético a Japón.
Sin embargo, los orígenes del caza estadounidense se remontan un poco más atrás en el tiempo: a la Guerra de Vietnam. El combate aéreo demostró ser un verdadero problema para Estados Unidos durante el conflicto, dependiendo casi exclusivamente del F-4 Phantom II —otro desarrollo de McDonnell Douglas— para lidiar con la presencia de los MiG soviéticos. Así las cosas, ya para finales de la década de 1960, la Fuerza Aérea hizo el llamado a las principales compañías aeroespaciales para que presenten sus propuestas para desarrollar su próximo caza de superioridad aérea.
F-15 Eagle, la respuesta estadounidense al temido MiG 25
En 1968, la Fuerza Aérea de Estados Unidos les pidió a North American Rockwell, Fairchild Republic, McDonnell Douglas y General Dynamics que presentaran sus propuestas. Llamativamente, las especificaciones brindadas a las empresas no eran demasiadas. Solo se pedía que fuese un diseño bimotor, que tuviese un peso máximo de despegue de 18.000 kilos y que alcanzara una velocidad máxima de Mach 2.5.
Finalmente la historia se resolvió entre las tres primeras compañías, oficializándose la elección de McDonnell Douglas en los últimos días de 1969. El diseño del F-15 Eagle llamó la atención por su similitud con el del F-14 Tomcat de Grumman, algo que tiene lógica tomando en cuenta que han sido desarrollados en la misma época. A simple vista, las principales diferencias del nuevo caza de la Fuerza Aérea, en comparación con el de la Armada, eran que sus alas eran fijas y su configuración original era de monoplaza.
El F-15 Eagle voló por primera vez en julio de 1972, casi cuatro años antes de entrar en servicio en la USAF. Hasta 1979 se produjo principalmente la variante F-15A, con más de 380 unidades; también se fabricó una variante de entrenamiento (posteriormente conocida como F-15B) cuya principal novedad era la configuración de cabina biplaza. De todos modos, de esta última solo vieron la luz unas 60 unidades.
Desde 1979 hasta 1985, en tanto, la producción se centró en el F-15C, con más de 400 unidades, y en menor medida en el F-15D. Ambas aeronaves siguen vigentes hasta la actualidad, habiendo las optimizaciones correspondientes y se espera que se mantengan en servicio hasta 2025.
Una máquina imbatible
Desde que comenzó a operar en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, y en los demás países que lo han incorporado a sus fuerzas armadas, el F-15 Eagle ha probado largamente su valía. El caza incorpora una ametralladora de 20 milímetros M61 Vulcan y tres tipos de misiles aire-aire. Hablamos de loos AIM-9 Sidewinder de corto alcance, los AIM-120 AMRAAM de tipo BVR (Beyond Visual Range), o los AIM-7 Sparrow de alcance medio.
En cuanto a rendimiento, gracias a sus dos motores Pratt & Whitney F100 alcanza una velocidad máxima de Mach 2.5 (+3.000 kilómetros por hora) a gran altura, mientras que puede volar a Mach 1.2 (casi 1.500 km/h) a nivel del mar. Su techo de vuelo está a los 20.000 metros de altura y tiene un alcance máximo de 5.600 kilómetros con tanques de combustible conformables y otros tres tanques externos; en tanto que su radio de acción es de 1.965 kilómetros. Además, por tratarse de un caza "todo tiempo" está preparado para volar en cualquier momento del día, sin importar el clima.
Como mencionamos anteriormente, el F-15 Eagle fue la gran estrella del combate aéreo durante la Guerra del Golfo. En dicho conflicto bélico, la Fuerza Aérea de Estados Unidos confirmó que prácticamente todas las bajas enemigas en enfrentamientos aire-aire —36 de 39, más específicamente— fueron obtenidas por este caza.
Los norteamericanos aseguran no haber perdido ningún F-15 en combate probado, como así tampoco ninguna de las demás fuerzas aéreas que lo utilizan. De hecho, se estima que la Fuerza Aérea Israelí es la que más enemigos ha derribado utilizando el Eagle; en especial durante su participación en la Guerra del Líbano, a comienzos de la década de 1980.
El F-15 Eagle fue una amenaza hasta para los satélites
El F-15 Eagle se gestó en plena Guerra Fría y ha sido protagonista de algunos eventos y desarrollos propios de la época. En la década de 1980, por ejemplo, el caza de la Fuerza Aérea fue protagonista de varias pruebas durante el desarrollo del misil antisatélites ASM-135. El mismo surgió como respuesta a un programa similar de la Unión Soviética, del cual se tomó conocimiento a fines de los años 70.
Entre 1984 y 1986, se realizaron cinco pruebas de lanzamiento del citado misil. Para dispararlo, el F-15 Eagle alcanzaba una velocidad de vuelo de Mach 1.22 antes de comenzar abruptamente un ascenso en un ángulo de 65 grados; al alcanzar los 11.600 metros de altura, el ASM-135 era disparado automáticamente hacia su objetivo.
En la tercera prueba del programa, en septiembre de 1985, la Fuerza Aérea estadounidense logró destruir el satélite P78-1 Solwind, que sufría inconvenientes técnicos e iba a ser desorbitado.
No obstante, la iniciativa antisatélites se dio de baja en 1988 aduciendo problemas de técnicos y de costos; y a esto se sumó la preocupación por la basura espacial que generaría. De hecho, parte de los desechos generados e identificados tras la destrucción del satélite Solwind se mantuvieron en órbita hasta 2004.
F-15E Strike Eagle, la variante polivalente que ha dejado su propia marca
A lo largo de sus casi 50 años de vida, el F-15 Eagle ha evolucionado en múltiples variantes. En su mayoría han sido versiones mejoradas del modelo original, aunque también se da un caso especial en el F-15E Strike Eagle. Estamos hablando de una versión biplaza y con un perfil de uso más amplio que el del monoplaza, ya que por tratarse de un caza polivalente ha tenido injerencia no solo en combate aire-aire, sino también para bombardeos y misiones de apoyo aéreo cercano.
El F-15 Strike Eagle se desarrolló a fines de la década de 1980, cumpliendo un rol clave para Estados Unidos en Irak y Afganistán. En la actualidad se sigue fabricando, aunque se espera que su producción finalice este año; y como este modelo ha sufrido un desgaste menor al de los F-15C/D, la intención de las autoridades es mantenerlo activo más allá del 2025.
F-15EX Eagle II, el futuro
Casi cinco décadas después de su primer vuelo, el F-15 está muy lejos del retiro definitivo. De hecho, en abril de 2021 se introdujo la nueva versión que seguirá sirviendo a la Fuerza Aérea estadounidense. Se trata del F-15EX Eagle II, un modelo biplaza como el Strike Eagle, pero que se encargará de reemplazar a los F-15C y F-15D y tendrá como función la superioridad aérea.
En principio, la USAF se comprometió a comprar 144 unidades, aunque se barajó la posibilidad de reducir la orden inicial por debajo de 100. ¿Cuánto cuesta cada unidad? Se estima que entre 87 y 110 millones de dólares, nada más ni nada menos. Esto ha provocado candentes debates en Estados Unidos sobre si vale la pena seguir apostando por programas de este tipo, o el del problemático F-35.
Más allá de eso, el F-15 Eagle sigue más vivo que nunca. Efectivo, imbatible, confiable. El caza de McDonnell Douglas —hoy Boeing— ha quedado en la historia por vencer ampliamente al rival más temido: el paso del tiempo.