Después de la frustrada compra de ARM por parte de NVIDIA, los principales jugadores de la industria de los semiconductores no pierden de vista el futuro de la firma británica dedicada al diseño de chips. En las últimas horas, Cristiano Amon, presidente y CEO de Qualcomm, le manifestó a Financial Times que le gustaría comprar ARM, pero no de la forma que crees.

Según el directivo, Qualcomm ve con buenos ojos aliarse con otros fabricantes de chips —es decir, sus rivales— y conformar un consorcio para adquirir ARM y que cada integrante obtenga una porción de la compañía. Así, asegura, se mantendría la neutralidad de la empresa que hoy permanece radicada en el Reino Unido pero que pertenece a la japonesa SoftBank.

Amon sostiene que la idea no es descabellada, pero que requiere de un grupo de empresas "lo suficientemente grande" para tener éxito. "Somos una parte interesada en invertir. Es un activo muy importante y que será esencial para el desarrollo de nuestra industria", indicó. Y agregó que la participación de muchas compañías lograría el efecto de independencia que se pretende de ARM.

Que ARM hoy licencie sus el diseño de su chips a un sinfín de compañías parece suficiente para darle la razón a Qualcomm. Sin embargo, la historia no es tan sencilla como sostiene Amon; de hecho, no es la primera vez que se habla de crear un consorcio que absorba la firma británica. Sin ir más lejos, en febrero —poco después de caerse la compra por parte de NVIDIA—, Pat Gelsinger, CEO de Intel, dijo lo siguiente:

"No somos grandes usuarios de ARM, pero sí usamos ARM. Vamos a llegar a ser mayores usuarios de ARM a medida que lo hagamos parte de la agenda de nuestros servicios de fundición. Entonces, si surgiera un consorcio, probablemente estaríamos muy a favor de participar en él de alguna manera".

Lo de Cristiano Amon hoy parece más un dardo para medir el mercado que una propuesta real de Qualcomm. De todos modos, no hay que descartar de plano cualquier oportunidad que pueda surgir a partir de sus declaraciones.

Detrás de ARM hay fuertes intereses de Japón y el Reino Unido

ARM | Qualcomm

Otro factor importante a tener en cuenta es que detrás de ARM existen intereses que van mucho más allá de lo estrictamente tecnológico y comercial. Como ya dijimos, la firma hoy pertenece a SoftBank, que ha decidido cambiar su estrategia tras el fiasco con NVIDIA y planifica su salida a la bolsa. Es cierto que desde febrero pasado no se han dado a conocer mayores detalles al respecto, pero hay que ver qué tan dispuesta está la firma japonesa a someterse a un nuevo escrutinio regulatorio tras las traumáticas idas y vueltas durante el acuerdo con NVIDIA.

Por otra parte, se ha generado una muy fuerte presión política dentro mismo del Reino Unido por el futuro de ARM. En los días previos a que NVIDIA abortara su compra, varios miembros del Parlamento británico comenzaron a solicitar para que la firma diseñadora de chips comenzara a cotizar en la Bolsa de Valores de Londres. Sin embargo, dicha opción no seducía a la empresa ni a sus dueños.

¿Podrá Qualcomm reinstalar la idea de un consorcio capaz de adquirir ARM y mantenerla neutral? No olvidemos que la firma estadounidense fue una de las que más se opuso al intento de compra por parte de NVIDIA; al punto tal que presentó argumentos ante Estados Unidos, la Comisión Europea, Reino Unido y China para que se bloquee el acuerdo. ¿Logrará ahora captar el interés de sus rivales para aliarse en busca de un acuerdo de varias decenas de miles de millones de dólares?

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