Las primeras imágenes de She-Hulk, descubiertas en el tráiler de la serie, trajeron de vuelta al Universo Cinematográfico de Marvel a un personaje que viene con él desde el principio: Bruce Banner y su alter ego Hulk. El parentesco entre ambos está dado porque Jennifer Walters, la protagonista de esta historia, es la prima del superhéroe.
Esa relación familiar es lo que facilita que, dentro de los cómics, Bruce Banner la ayude. Se produce a través de una transfusión de sangre, luego de que ella sufriera un accidente. Ese contacto con la sangre del Hulk le aporta a Jennifer Walters las características genéticas para luego transformarse en She-Hulk. Mientras tanto, también ejerce como abogada.
Este camino profesional podría acercarla a su encuentro con Daredevil, algo justificado dentro de los cómics. Sin embargo, es la relación con Hulk lo que puede aportar información sobre la gestión que se hará en el Universo Cinematográfico de Marvel con estos personajes que vienen presentándose desde los primeros films y aún forman parte de la historia.
Los personajes ‘clásicos’, She-Hulk
y el Universo Cinematográfico de Marvel
Durante la Saga del Infinito, con eventos como Avengers: Infinity War y Avengers: Endgame, se consolidó un puñado de referentes que fueron entrando y saliendo de forma progresiva dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. Los principales fueron Iron Man y Capitán América, quienes ya no están en la narrativa (al menos no en su variante más conocida) y Thor, quien tendrá una nueva película durante este año.
Hay una segunda línea de personajes conformada por Viuda Negra, Ojo de Halcón, y Hulk que han ido perdiendo peso en la narrativa. Los dos primeros han cerrado sus ciclos mientras que Bruce Banner regresará durante algún tramo de She-Hulk para posicionarse como una suerte de mentor de Jennifer Walters, mientras ella experimenta una serie de cambios abruptos. El científico parece estar enfocado en sus experimentos y el control de sí mismo antes que en otro tipo de conflictos. Podría interpretarse como una suerte de retiro.
Esto habilita la posibilidad de que muchos de los personajes de segunda línea que fueron presentados a través de las tres primeras fases del Universo Cinematográfico de Marvel tengan roles similares, de mentoría o apadrinamiento, de la nueva generación de héroes que se está presentando. Los antecedentes de Viuda Negra y Ojo de Halcón validan esta forma de entenderlos. En su caso, la película de la primera sirvió para presentar a Yelena Belova mientras que la serie del segundo introdujo a Kate Bishop.
¿Tiene sentido?
No es una asunto sencillo de responder pero sí es coherente, si se mira desde una perspectiva narrativa. Con el Universo Cinematográfico de Marvel expandiéndose a través del cine y el formato televisivo, conviene que ese tipo de personajes se mantengan frescos dentro de la mente de los espectadores.
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Su aparición en She-Hulk es un nexo entre las distintas fases, más allá de un guiño para seguidores. Los relatos se compactan de esa manera, integrando a personajes y hechos que se manifiestan en diversos momentos para que funcione como un todo. De esa forma, también, se permite dar algunos cierre a personajes que, quizá, ya dieron todo de sí según el criterio con el que se miren.
