Ahora que para algunos parece que el SARS-CoV-2 ha desaparecido (no lo ha hecho), otra enfermedad ha puesto sobre aviso a las autoridades sanitarias de Reino Unido. Se trata de la viruela del mono. No es una patología nueva, pues se conoce desde 1958 y cada año causa miles de infecciones en África. Sin embargo, fuera de este continente solo suele causar brotes muy pequeños, con relación entre las personas afectadas. En cambio, en esta ocasión ya hay siete casos, la mayoría inconexos, y se sospecha de transmisión comunitaria. Además, otros países están estudiando casos sospechosos. En España, por ejemplo, hay ocho casos que han llamado la atención de las autoridades sanitarias, aunque aún no se ha confirmado que se trate de viruela del mono.
El primer caso inglés, anunciado el 7 de mayo, fue un hombre que había viajado recientemente a Nigeria, donde la viruela del mono es muy común. Por lo tanto, es lógico pensar que contrajo allí la enfermedad. No obstante, los dos siguientes casos estaban relacionados entre sí, pero no con el primer paciente. Además, no habían viajado a África. Los cuatro últimos enfermos tampoco han estado recientemente en este continente y no tienen ninguna relación con los tres primeros. El único factor común es que todos son hombres homosexuales o bisexuales, que han tenido sexo con otros hombres en las últimas semanas. De hecho, si bien no se conocen entre ellos, algunos sí que podrían tener contactos comunes en ese sentido.
Todo esto preocupa a la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKHSA), aunque desde ella han hecho un llamamiento a la tranquilidad. Es necesario que las autoridades sanitarias, así como los propios centros de atención a pacientes, estén ojo avizor, pero el riesgo no parece elevado y la población debe mantener la calma. Eso sí, se pide a personas homosexuales que detecten lesiones sospechosas en su piel que busquen ayuda médica cuanto antes.
¿Qué sabemos sobre la viruela del mono?
La viruela es la única enfermedad humana que se ha conseguido erradicar totalmente hasta el momento. No obstante, otros parientes de esa viruela sí que siguen activos a día de hoy. Es, por ejemplo, el caso de la viruela del mono. Los síntomas son parecidos, aunque afortunadamente es mucho menos mortal.
Existen dos tipos, el de África Occidental y el del Congo. El primero es más leve y es el que se está detectando en Reino Unido. Presenta una mortalidad de aproximadamente un 1%, pero afecta especialmente a las personas más jóvenes, sobre todo a los niños. Esto se debe a que hay cierta respuesta cruzada con la inmunidad generada por la vacuna de la viruela humana. Desde que la enfermedad se dio por erradicada en los 80 esta vacuna comenzó a considerarse innecesaria y se retiró de los calendarios de vacunación de todo el mundo. Por eso, las personas que nacieron después de esa época no están vacunadas. Además, los niños tienen un sistema inmunitario más inmaduro y eso les expone aún más a cursar la viruela del mono de una forma más severa.
En cuanto al tiempo de incubación, parece ser que se encuentra entre los 6 y los 13 días. Después, los síntomas pasan por dos fases. Una inicial, en la que se produce fiebre, dolor de músculos y articulaciones, cansancio, escalofríos e inflamación de los ganglios linfáticos. Esto podría confundirse con otras muchas enfermedades. No obstante, la segunda fase es mucho más específica, pues ya empiezan los picores y las lesiones cutáneas características de la viruela. Por suerte, en la mayoría de casos todo esto remite por completo en pocas semanas.
¿Debemos temer este brote?
No se sabe muy bien qué ha podido ocurrir en Reino Unido. La viruela del mono se conoce como tal porque se detectó por primera vez en estos primates en África. No obstante, es más común que se transmita mediante pequeños roedores.
Entre humanos es más difícil que se produzcan contagios, pero no imposible. Estos suelen darse por contacto con las lesiones, sangre u otros fluidos de los enfermos. Posiblemente eso fue lo que le pasó al primer paciente de Reino Unido, pues había viajado a África. Allí pudo entrar en contacto con ratas, ratones o humanos enfermos. Sin embargo, con el resto de casos se pierde la pista.
No es una enfermedad de transmisión sexual, pero es cierto que durante una relación sexual puede darse el contacto que propicia el contagio. En cuanto a la transmisión por partículas respiratorias, según explican desde Science Media Centre podría darse, pero solo en contactos muy cercanos y muy prolongados.
El último gran brote fuera de África se dio en Estados Unidos en 2003, cuando un grupo de perritos de las praderas contagiados comenzó a comercializarse en este país como mascota. Se infectaron 47 personas.
Después ha habido brotes muy aislados, de poco más de un par de casos. De hecho, Reino Unido ya tuvo uno el año pasado, pero solo se infectaron sanitarios y personas que habían viajado a África.
Parece que esta vez la situación es más compleja y que podría haber transmisión comunitaria. Las autoridades sanitarias piden que no cunda el pánico, pero están poniendo todas las medidas posibles para vigilar la situación. La viruela del mono de Reino Unido se une a la hepatitis infantil como los misterios médicos de este 2022. Ojalá pronto ambas tengan respuesta.