Elon Musk se ha robado los titulares de los medios de todo el mundo tras comprar Twitter por 44.000 millones de dólares. La noticia ha sido recibida con posturas dispares entre el público, pero el sentimiento de incertidumbre parece unánime entre los empleados de la red social. Según The Verge, Parag Agrawal, actual CEO de la compañía, intentó dar respuesta a las dudas de los trabajadores pero no pudo ahondar en detalles en algunos de los puntos más candentes; entre ellos, la posibilidad de que haya despidos una vez que el hombre más rico del mundo asuma el control de la compañía.
De acuerdo con el citado informe, el todavía director ejecutivo de Twitter explicó que "por ahora" no hay planes de ejecutar un recorte de personal. No obstante, remarcó que no hay precisiones sobre qué puede pasar una vez que el acuerdo se concrete. "De hecho, existe incertidumbre sobre lo que sucederá después de que se cierre el trato", indicó Agrawal. Vale mencionar que la adquisición se completaría antes de que termine 2022.
Pero más allá de que, al menos por ahora, no haya despidos en Twitter, tampoco queda claro cuál es el panorama en torno a nuevas contrataciones. No se ha hecho mención pública a un posible "congelamiento" a la incorporación de integrantes al staff de la compañía, aunque es lógico pensar que las modificaciones internas de aquí hasta el cambio de mando sean mínimas.
De todas formas, es un hecho que la compra de Elon Musk traerá cambios muy notorios a Twitter. El más importante es que la empresa dejará de cotizar en la bolsa y volverá a ser privada, y esto traerá consigo la disolución de la junta directiva. El cargo de CEO seguirá estando en manos de Parag Agrawal hasta que la adquisición se complete, pero es ciertamente improbable que continúe ligado a la red social una vez que se ratifique al magnate sudafricano como su nuevo dueño.
La incertidumbre pesa entre los empleados de Twitter
Al menos una parte de la preocupación de los empleados por la llegada de Elon Musk a Twitter no parece infundada. Muchos de los trabajadores reciben la mayor parte de su compensación en acciones, cosa que ya no ocurrirá cuando la empresa se vuelva privada.
Así, se alimenta la especulación de que algunos podrían irse de la plataforma si consideran que trabajar allí ya no les resulta económicamente conveniente; y la participación accionaria podría convertirse en el gancho ideal para otras tecnológicas que deseen atraer a los talentos de Twitter que hoy están desencantados por la llegada de un nuevo dueño.
"¿Alguien puede decirme si soy rico o estoy despedido, por favor?", publicó Ned Miles, un empleado de la red social cuyo tuit se hizo viral tras anunciarse su venta a Elon Musk.
Es evidente que la preocupación que reina en el staff de Twitter no ha pasado desapercibida entre sus actuales directivos. Como medida preventiva, la plataforma congeló su código hasta el próximo viernes 29 de abril; así, se bloqueó la implementación de cambios sin autorización, para contener cualquier acto de rebeldía que pueda nacer de los trabajadores.
Donald Trump, el otro punto de preocupación
La conferencia entre Parag Agrawal y los empleados de Twitter trajo a colación a un protagonista inesperado: Donald Trump. El expresidente de Estados Unidos, expulsado permanentemente de la red social en 2021, ha sido protagonista de rumores que hablan de un posible "perdón" que podría implementar Elon Musk como parte de su discurso de defensa absoluta de la libertad de expresión.
Los trabajadores consultaron al actual CEO si la vuelta de Trump era factible, pero no recibieron una contestación certera. El director ejecutivo aseguró que la compañía no analizaba levantar las suspensiones impuestas a ninguna cuenta, pero que no podía precisar qué ocurriría una vez que se completara la compra, y que debería ser el propio Musk quien respondiera esa pregunta. "Una vez que se cierre el trato, no sabemos en qué dirección irá la plataforma", indicó.
Mientras tanto, Donald Trump aseguró que no piensa volver a Twitter, por más que en el futuro Elon Musk se lo permita. El empresario y político Republicano aseguró que su objetivo es darle proyección a Truth, su propia red social.