La semana pasada, la Ley de Mercados Digitales (DMA) dio un importante paso hacia su aplicación con el primer acuerdo logrado por los legisladores de la Unión Europea para su aprobación. Esta nueva normativa busca poner en jaque a algunas de las compañías tecnológicas más importantes del mundo, como Google, Apple, Meta y Amazon, entre otras, con la introducción de medidas que afectarán drásticamente el funcionamiento de algunos de sus servicios más importantes.
¿Pero cuáles serían los cambios más importantes que entrarían en vigor una vez que la Ley de Mercados Digitales reciba la aprobación definitiva? Vale decir que el alcance de la legislación es bastante amplio y su impacto se verá en el uso de tiendas de aplicaciones para móviles, servicios de mensajería, buscadores y software, por solo mencionar algunos ejemplos. Por supuesto, estamos hablando de efectos directos sobre la experiencia de los usuarios; también habrá otras muchas obligaciones y prohibiciones que las empresas deberán cumplir, pero que seguramente no se darán a la vista del público.
También es importante mencionar que la Ley de Mercados Digitales no entrará en vigor hasta dentro de unos cuantos meses. La proyección más optimista de la Comisión Europea apunta a octubre como objetivo, pero analistas consideran que podría darse recién a partir de 2023.
A continuación repasamos algunos de los cambios más importantes que experimentarán los usuarios una vez que se aplique la legislación.
Interoperabilidad de los servicios de mensajería
Por lejos, esta ha sido la novedad que más ha impactado en los últimos días. Es que el primer acuerdo de la Ley de Mercados Digitales contempla la interoperabilidad de los servicios de mensajería. Esto significa que los usuarios podrán enviar y recibir mensajes sin importar qué aplicación utilice una persona u otra.
Lo que esto permitiría, entonces, es que alguien pueda comunicarse desde WhatsApp con otro individuo que utilice Telegram, iMessage, Messenger o Signal, entre otras, y viceversa. De todos modos, esto no será algo sencillo de conseguir desde la faz técnica, y tampoco se han establecido los estándares para lograrlo.
La Ley de Mercados Digitales les dará a las apps de mensajería el derecho de solicitar su conexión con los usuarios de una plataforma rival. Esto ya ha sido motivo de polémicas, principalmente enfocadas en cómo afectará a la privacidad de cada servicio. De hecho, especialistas en seguridad ya han manifestado que la legislación podría romper el cifrado de extremo a extremo que ofrece WhatsApp, al lidiar con apps que utilicen un protocolo diferente, o que directamente no usen ninguno.
"Tratar de armonizar dos arquitecturas criptográficas diferentes es algo que simplemente no se puede hacer; un lado u otro tendrá que hacer cambios importantes. Un diseño que funciona solo cuando ambas partes están en línea se verá muy diferente a uno que funciona con mensajes almacenados. ¿Cómo haces que esos dos sistemas interoperen?", manifestó recientemente un investigador a The Verge.
Tiendas de aplicaciones de terceros y sideloading
Este es el otro gran cambio que la Ley de Mercados Digitales propone al modo en que los usuarios interactúan a diario con sus móviles. Además, es claramente una estocada al hígado para Apple. Es que la nueva normativa requerirá que los sistemas operativos dominantes permitan que el público acceda a tiendas de aplicaciones de terceros, y que también se habilite el sideloading para instalar apps desde fuentes desconocidas.
Esto no resultará una gran novedad para quienes utilizan dispositivos con Android. Si bien el sistema operativo móvil de Google tiene su propia tienda oficial —Play Store—, los usuarios pueden instalar aplicaciones desde otras alternativas, como F-Droid, o descargar los instaladores de la mismas desde plataformas como APKMirror para posteriormente instalarlas de forma manual.
Sin embargo, esto no es posible en iOS. Apple históricamente se ha negado a que los usuarios del iPhone y el iPad obtengan aplicaciones por fuera de la App Store, sea a través de otras tiendas o mediante sideloading. Hasta el propio Tim Cook, CEO de la firma de Cupertino, se ha manifestado en contra de esa posibilidad; al punto tal de considerar que “destruiría el modelo de privacidad y seguridad” que ofrecen sus dispositivos.
Y eso no es todo, ya que la Ley de Mercados Digitales también contempla que las tiendas de aplicaciones dominantes ya no podrán eliminar apps que pretendan implementar métodos de pago alternativos. Esto podría darle una nueva vuelta de tuerca a la larga batalla judicial entre Apple y Epic Games, los creadores de Fortnite.
Motores de búsqueda y servicios predeterminados, también bajo la lupa de la Ley de Mercados Digitales
La Ley de Mercados Digitales también profundiza sobre asuntos que en los últimos años tensaron la relación entre la Comisión Europea y las grandes tecnológicas. Hablamos, por supuesto, de una mayor regulación sobre los motores de búsqueda y las aplicaciones y servicios que se ofrecen de forma predeterminada.
Así, Google no podrá otorgar una mejor visibilidad a sus productos y servicios que a los de la competencia en sus resultados de búsqueda. Sin embargo, el efecto de la nueva normativa no se limita al gigante de Mountain View. Bajo estos parámetros, Amazon deberá permitir que otras marcas estén mejor posicionadas cuando el público busque productos en su tienda en línea, por mencionar otro ejemplo.
Por otra parte, los servicios predeterminados también estarán bajo un escrutinio mayor con esta nueva ley. Según plantea la Ley de Mercados Digitales, las grandes tecnológicas que controlen un sistema operativo móvil y un navegador web no podrán establecer este último como una aplicación predeterminada. Aquí los casos más claros son Google con Android y Chrome, y Apple con iOS y Safari.
Entonces, lo que se buscará es que los usuarios puedan elegir si quieren mantener las opciones disponibles o si prefieren descargar alternativas, al momento de iniciar un dispositivo por primera vez. Algo similar ocurrirá con los motores de búsqueda y otros servicios, algo que en el pasado ya ha motivado investigaciones antimonopolio (y multas millonarias) en Europa.
Otro punto importante para remarcar es que los usuarios ya no se verán imposibilitados de eliminar aplicaciones que llegan preinstaladas en sus dispositivos. Esto será un cambio muy positivos, ya que muchos móviles y tablets llegan plagados de bloatware; nos referimos a aplicaciones propietarias que muchas veces el público no utiliza pero tampoco puede desinstalar. Lo mismo sucede con servicios (como los de Google) que tampoco se pueden remover definitivamente.
La Ley de Mercados Digitales propone muchos cambios detrás del telón
Como ya indicamos, nos hemos enfocado en las modificaciones que propone la Ley de Mercados Digitales que tendrán un impacto visible sobre los productos y servicios más usados por el público. Sin embargo, la legislación también llegará con muchos cambios que se darán tras bambalinas. Estos son los más importantes, que hemos abordado con anterioridad en Hipertextual:
- Las grandes tecnológicas deberán permitir a terceros interactuar con sus propios servicios.
- Las pequeñas empresas podrán acceder a aquellos datos que compañías como Google, Meta, o Amazon, entre otras, recopilan cuando utilizan sus plataformas.
- Las grandes tecnológicas también deberán permitir a las pequeñas empresas ofrecer sus productos a clientes fuera de otras plataformas. Podrán hacerlo, además, ofreciendo diferentes precios y condiciones.
- Las big tech no podrán recopilar datos que no sean públicos de aquellas pequeñas empresas que utilizan las plataformas digitales para utilizarlos en otros servicios o competir contra ellas.
- Tampoco podrán priorizar sus productos o servicios respecto a aquellos similares que ofrezcan las pequeñas empresas que utilizan su plataforma.
- La Ley de Mercados Digitales también prohíbe que las grandes compañías impidan a los consumidores ponerse en contacto con las empresas fuera de sus plataformas.
Queda claro que la aplicación de la Ley de Mercados Digitales será un tema de largo debate y que promete mucha polémica. Algunas de las principales tecnológicas ya han manifestado su desacuerdo con algunos puntos de la normativa; incluso aseguran que podría afectar el nivel de inversión e innovación.
Lo cierto es que aquellos que incumplan la legislación se expondrán a duros castigos por parte de la Comisión Europea. Entre otros, una multa de hasta el 10% del volumen de facturación total mundial por un año, o del 5% del volumen de facturación medio diario.