Durante mucho tiempo se habló sobre la posibilidad de que Twitter añadiera su propia versión del botón "No me gusta", algo que finalmente se confirmó a mediados del año pasado. Sin embargo, como les contamos por entonces, se trataba de una prueba limitada destinada a comprobar el efecto de una herramienta que muchísimos usuarios reclamaban para combatir la toxicidad en la red social.
Desde entonces no tuvimos más novedades en relación a este tema, hasta ayer. Es que Twitter anunció que extenderá el alcance de esta característica y la pondrá a disposición de más usuarios en todo el mundo. Si bien continuará bajo prueba y no como un lanzamiento definitivo, será una buena medida para comprobar más a fondo qué resultados ofrece su implementación.
Según se explicó desde Twitter, la opción de marcar con un "No me gusta" las respuestas a sus tuits llegará "a más usuarios en la web". Quienes usen las apps de iOS y Android tendrán que esperar un poco más, pero también serán parte de esta ampliación. Pero eso no es todo, la plataforma ha podido recabar datos importantes con este experimento, en lo que al comportamiento del público refiere.
En primer lugar, la red social señala que quienes utilizaron el downvote principalmente fue porque consideraron que las replies recibidas eran ofensivas, irrelevantes, o ambas. También marca que esta modalidad ha sido la más usada por las personas para informar el contenido que no quieren ver; y que existe un consenso entre los testers sobre cómo esta función ha elevado la calidad de las conversaciones en Twitter.
El 'No me gusta' de Twitter tiene sus particularidades
A diferencia de lo que sucede con las reacciones en otras redes sociales, el "No me gusta" de Twitter no es público, y tiene limitaciones. La opción se puede utilizar solamente en las respuestas a los tuits propios, y aparece representada con el ícono de una flecha hacia abajo.
Al aplicar el downvote, que está claramente inspirado en Reddit, la otra persona no recibe una notificación o alerta; esto para evitar represalias o que se alimenten más polémicas dentro de una conversación. Básicamente, Twitter se propone usar esta herramienta como una señal de cuál es el contenido con el que los usuarios no se sienten cómodos.
Más allá de la utilidad que se le pueda encontrar a esta característica, Twitter está tratando de encontrarle la vuelta a un problema creciente en la web: las reacciones negativas y el impacto de las mismas. Recordemos que el año pasado YouTube eliminó el contador público de "No me gusta" en sus vídeos, pues consideraba que las métricas potenciaban su uso y alimentaban el odio y acoso, especialmente en canales pequeños.
Facebook, por su parte, también ha lidiado con situaciones de este tipo desde que implementó su característica distintiva, el botón "Me Gusta". Sin embargo, la red social fundada por Mark Zuckerberg ha optado por ofrecer un rango de "emociones" para reaccionar a las publicaciones, algo que también se espera que llegue a Twitter.