La Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) ha dado ya luz verde para la comercialización en Europa de la píldora para el coronavirus de Pfizer: paxlovid. Con ello se suma a otros países, como Estados Unidos, en los que la autorización llegó hace unas semanas. Y también suma una nueva arma al arsenal del continente para combatir la pandemia.

No obstante, la comercialización no podrá materializarse hasta contar también con el permiso de la Comisión Europea. Aunque no parece que vaya a haber problemas en ese aspecto. De hecho, se espera que lo haga en las próximas horas.

Consciente de la cercanía de esta noticia, después de que ya se hablara de una autorización de emergencia, Pedro Sánchez habló recientemente de la compra de 344.000 dosis por parte del gobierno español. Eso supondría una buena partida inicial ahora que hay luz verde para su uso, sobre todo teniendo en cuenta que no es un fármaco para todos los enfermos de coronavirus. Se beneficiarán de él principalmente los pacientes con factores de riesgo. Aunque incluso dentro de este riesgo será necesario tener en cuenta algunas consideraciones. 

Trámites rápidos por parte de la EMA

El permiso de la EMA ha consistido en una autorización de comercialización condicional. Esta consiste en un procedimiento de autorización por la vía rápida. De ahí que se espere que la Comisión Europea haga lo propio y tampoco tarde en dar su visto bueno.

No obstante, que se hayan acelerado los trámites burocráticos no implica que no se haya considerado minuciosamente el balance beneficio/riesgo de esta píldora para el coronavirus.

De hecho, en su comunicado la EMA recuerda que para llegar a esta determinación han valorado un estudio en el que se vio que el medicamento reducía significativamente las hospitalizaciones o muertes en pacientes que tenían al menos una afección subyacente que los ponía en riesgo de COVID-19 grave. Además, no se detectaron efectos secundarios preocupantes. 

¿Quiénes se beneficiarán de esta píldora para el coronavirus?

Paxlovid es una píldora para el coronavirus que se administra en dos pastillas por dosis, acompañada de otro antiviral, llamado ritnoavir, que le permite permanecer en el cuerpo durante más tiempo.

El fármaco está compuesto por dos antivirales

Actúa evitando que el virus pueda cortar las diferentes piezas que necesita para ensamblarse una vez que empieza a sacar copias de sí mismo. Por eso, es importante que se administre cuanto antes. En los ensayos clínicos los participantes lo tomaron en los cinco primeros días desde el inicio de síntomas, con muy buenos resultados. Solo el 0,8% tuvieron que ser hospitalizados y ninguno murió.

Por eso, las personas que podrían tomarlo serán pacientes de riesgo, pero también que no requieran oxígeno complementario. La parte positiva es que, al no tratarse de un fármaco intravenoso, sino de una simple pastilla, lo pueden tomar los pacientes directamente en sus casas.

Esta es la primera píldora para el coronavirus que llega a Europa. No obstante, no sería raro que tras ella llegue la de Merck, pues los ensayos clínicos de ambas acabaron prácticamente a la vez. Es cuestión de tiempo, pero está claro que estos fármacos se convertirán en grandes aliados en esta nueva fase que estamos atravesando.