El jueves, 4 de noviembre, la compañía farmacéutica Merck obtenía la luz verde de la agencia reguladora británica para la comercialización en Reino Unido de su píldora contra el coronavirus. Se convertía así en el primer fármaco anti COVID que pueden tomar los pacientes directamente en sus casas. Pero no es el único que se encuentra en desarrollo y, de hecho, Pfizer no ha tardado ni 24 horas en dar a conocer el estado en el que se encuentra el suyo.

Se trata de paxlovid, otra píldora contra el coronavirus que, con un mecanismo diferente, ha dado resultados muy buenos en los ensayos clínicos. Al menos eso es lo que afirma la compañía, que ya planea poner los datos en conocimiento de las reguladoras pertinentes para conseguir su aprobación.

Sin embargo, por ahora, no han publicado dichos resultados en ninguna revista médica, por lo que los datos, aun siendo muy esperanzadores, deben tomarse con cautela. Ahora bien, teniendo esto muy claro, ¿qué sabemos de momento de esta nueva pastilla?

Reinventarse o morir

Si la pastilla de Merck se desarrolló inicialmente para el tratamiento de la gripe, la píldora del coronavirus de Pfizer tampoco es muy diferente en este aspecto.

Eso sí, al menos sí que se había formulado para el tratamiento de un coronavirus: el SARS-CoV. Recordemos que el causante de la COVID-19 es el SARS-CoV-2 y que el otro fue el que provocó una conocida epidemia en 2002.

Sin embargo, aquella epidemia fue mucho más corta y pudo detenerse a tiempo. Esto fue posible por la gravedad de la afección. Si alguien está muy enfermo no puede viajar, de modo que el virus no circuló tanto. Muchos tratamientos experimentales que comenzaron a desarrollarse en aquel momento quedaron en stand by. Al fin y al cabo, ya no interesaba seguir con ellos. Pero algunos han podido retomarse ahora. Es el caso de paxlovid, que no solo ha cambiado el virus al que ataca. También su forma de administración, ya que inicialmente era intravenosa. Algunas modificaciones por parte de los científicos de Pfizer han permitido convertirla en una píldora contra el coronavirus que ha dado muy buenos resultados en ensayos clínicos, según las declaraciones de la farmacéutica recogidas por Bloomberg.

Los resultados del ensayo clínico

En los ensayos clínicos participaron 1.219 personas adultas no vacunadas, diagnosticadas con COVID-19. 

Una parte de ellas recibió la píldora contra el coronavirus de Pfizer, mientras que otros tomaron un placebo.

Todos recibieron el fármaco en los 5 primeros días desde el inicio de síntomas para obtener mejores resultados. De los que recibieron el medicamento, solo el 0,8% requirió hospitalización y ninguno murió. Sin embargo, de los que tomaron placebo el 7% tuvo que ser ingresado en el hospital o falleció finalmente.

Estos resultados son incluso mejores que los de la píldora contra el coronavirus de Merck en pacientes de alto riesgo. Sin embargo, hasta que las agencias reguladoras no den el visto bueno, no sabremos quiénes serán los pacientes susceptibles de recibir el tratamiento.

Así funciona la píldora contra el coronavirus de Pfizer

Ya sabemos lo buenos que han sido los resultados, según Pfizer. ¿Pero cómo funciona su píldora contra el coronavirus?

El mecanismo, en realidad, no es el mismo que emplea la de Merck. Se trata de un fármaco inhibidor de la proteasa. Y para entender su funcionamiento tenemos que saber cómo se ensamblan los virus después de infectar una célula.

El mecanismo que emplea es similar al de algunos antivirales contra el VIH

A grandes rasgos, podemos decir que una partícula viral infecciosa está compuesta por varias proteínas. Estas proteínas, antes de ensamblarse, se encuentran todas unidas en cadenas largas de aminoácidos. Sería algo así como las piezas de una maqueta, que se encuentran todas juntas en láminas. Para poder montar la maqueta, primero debemos separar una a una las piezas. Aquí ocurre lo mismo. Para que las partículas virales puedan ensamblarse y ser funcionales, unas enzimas, llamadas proteasas, deben cortar cada una de las proteínas de esa cadena larga. Y si se inhiben las proteasas, esto no podrá ocurrir. Las piezas permanecerán en la lámina y la maqueta no podrá montarse. 

Este es el mecanismo que usan otros fármacos virales, como algunos de los que se dirigen contra el VIH. Ahora, sabemos que también es eficaz contra el SARS-CoV-2.

En cuanto a la posología, los pacientes deben tomar el fármaco dos veces al día, durante cinco días. Pero no se trata de una sola píldora contra el coronavirus en cada toma. El medicamento viene distribuido en blisters, en cada uno de los cuales hay dos comprimidos de paxlovid y otro de otro antiviral, llamado ritonavir, que ayuda a mantenerlo activo durante más tiempo. Los pacientes deben ingerir dos de estos paquetes en cada toma. Así, pasado este tiempo, sus síntomas deberían remitir notablemente.

Esto es lo que nos han contado. Ahora solo queda esperar con cautela a que se publiquen los datos y a que las agencias reguladoras den los permisos pertinentes. Eso sí, si finalmente los dan, podremos estar tranquilos y confiar en que todo ha ido bien.

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