Hay dos cosas que no han cambiado en Twitter desde su fundación hace más de una década. La primera, que sigue siendo de las grandes redes sociales la que menos rentabilidad económica genera. La segunda, sus rumores continuos de compra. Lo que sí parece haber cambiado durante este 2021 que se ha saldado con la salida de Jack Dorsey es su vocación por llevar Twitter más allá del timeline que conocemos.

El objetivo podría ser como argumentaba recientemente el analista Scott Galloway crear una SuperApp al estilo chino, con el objetivo de crear un producto lo suficientemente amplio y rentable como para buscar un comprador para Twitter. Como decimos, lleva hablándose de la venta de Twitter casi desde su fundación.

El objetivo de esta SuperApp es algo que en fuera de Asia nunca se ha conseguido. Una super-aplicación es una única aplicación móvil que ofrece servicios básicos como el chat y los pagos, junto con un conjunto de “mini-aplicaciones” de terceros, que van desde tiendas y restaurantes hasta organismos gubernamentales. La más grande es la china WeChat, posiblemente la pieza de software más utilizada del planeta. En WeChat se puede encontrar una cita en un dentista, llamar a un taxi, pagar los servicios públicos e incluso divorciarse contratando un abogado. Una aplicación alcanza el estatus de SuperApp cuando reúne una masa crítica de servicios, los hace tan fáciles de alternar e, incluso si no son tan buenos como las aplicaciones de propósito único, la aplicación se convierte en el sistema operativo de tu vida digital. Cuantos más servicios, menos razones para abandonarlos.

Si este plan se cumpliera, seguiría el rastro de todas las compras que Twitter ha realizado en los últimos meses.

Las compras de Twitter durante 2021 para convertirse en una SuperApp

Revue se integra en Twitter

La compañía ha adquirido al menos siete startups este año, la mayor cantidad en los últimos cinco años. Estas empresas pueden ser clave para la configuración de Twitter como red social a medio plazo.

Esta es la lista completa:

  • Breaker: Una aplicación de podcasting social para descubrir podcasts siguiendo a gente. También se podía comentar y dar “me gusta” a determinados episodios para entablar una conversación con otros seguidores. Eso sí, en lugar de comprar la aplicación, Twitter se hizo con el personal de Breaker.
  • Ueno: Agencia creativa especializada en el diseño de productos y la experiencia del usuario. Entre sus clientes anteriores se encuentran Google, Facebook, Uber y el propio Twitter.
  • Drivescale: Una empresa de infraestructura de datos. Es posible que no desempeñe un papel directo en el desarrollo de productos, pero se utiliza en otras partes de Twitter.
  • Revue: La empresa de newsletter que rivalizaba con Substack. En el momento de la adquisición, las tarifas de Revue por las suscripciones premium eran del 6%, frente al 10% que cobraba su principal competencia. El servicio se ha integrado ahora en Twitter.
  • Sphere: Una aplicación de chat de grupo con sede en Londres, que facilitaba las conversaciones dentro de las comunidades en torno a intereses como clubes de fútbol y series de televisión.
  • Threader: Los hilos en Twitter suelen ser la forma más popular de lectura que permite ahora Twitter, y los mejores tienen el potencial de convertirse en virales. Pero no siempre es fácil leer los hilos largos. Threader era uno de los bots que presentaba estos hilos en un formato sencillo similar al de un artículo.
  • Quill: Un competidor de Slack para conversaciones más centradas en una interfaz, con la posibilidad de separar los hilos en un flujo independiente.

A lo que se suman sus apuestas internas

Este año, uno de los productos destacados de Twitter que ha salido a la luz es Spaces, su competidor (o plagio) de Clubhouse para el audio en directo. Tras lanzarlo en fase de prueba el año pasado, la compañía lo abrió poco a poco a todo el mundo.

Aunque funciona de forma independiente, Revue ha intentado integrar sus funciones en Twitter. En octubre, anunció que los usuarios pueden suscribirse directamente a las newsletters desde los tweets en su línea de tiempo.

En septiembre, Twitter lanzó Communities, una función similar a los subreddit que ayuda a conectar a personas que comparten intereses similares. Desde el lanzamiento, la empresa ha puesto en marcha algunos grupos específicos por países.

Otro de los grandes retos que tiene Twitter es conseguir que sus mensajes directos vayan un paso más allá, algo en lo que podrían ayudar aplicaciones como la recién adquirida Quill. En una entrevista con The Verge, el nuevo CEO de Twitter, Parag Agarwal, dijo que “La oportunidad alrededor de los DMs es realmente clave”, así que podemos esperar algunos cambios pronto.

Además, en junio, Twitter lanzó su servicio de suscripción, llamado Twitter Blue, en Australia y Canadá. Aparte de mostrar el servicio sin anuncios, una de las principales características de esta suscripción es un modo de lectura que permite recorrer largos hilos en un formato agradable. Este modo es impulsado por… lo has adivinado, Threader.

Ser una fuente de información, noticias y entretenimiento en directo ha sido el punto fuerte de Twitter durante mucho tiempo, pero todo lo comentado apunta a ir un paso más allá. Ahora queda por ver si el plan a medio plazo es engordar la compañía con estas nuevas funcionalidades para ponerla a la venta.

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