Hablar de Razer conlleva, inevitablemente, llevar la palabra gaming a la mente. El nombre de la marca está atado al citado término, que hace referencia al campo en el que muchos de sus éxitos se han originado. Sin embargo, como comenté en la reseña del Razer Book, todo lo que habitualmente se cataloga como producto gaming, en realidad, tiene la misma base que cualquier producto no enfocado en el gaming pero de alta prestaciones.
El ejemplo del portátil es bastante bueno. Un ordenador como el Razer Blade está enfocado en este campo, pero sus componentes son igualmente válidos para un profesional que se dedique a la edición de vídeo, el 3D o los modelos matemáticos. Una GPU extremadamente potente, una CPU de primer nivel, refrigeración lo más eficaz posible… Son muchos los patrones comunes en ambos nichos.
Para Razer, por lo tanto, tiene todo el sentido del mundo apostar también por el campo de la productividad. Mucho del aprendizaje que desarrollaron para sus productos enfocados en el gaming es perfectamente válido en otros sectores. ¿Por qué no aprovecharlo?
Como decía, el Razer Book es prueba de ese trasvase de tecnología de un segmento a otro. Pero no es el único. La marca también ha lanzado en los últimos años varios accesorios enfocados en la productividad. Los tres más recientes son el Pro Glide XXL, el Pro Type Ultra y el Pro Click Mini. Hablamos de una alfombrilla de grandes dimensiones que cubre casi todo el escritorio, un teclado mecánico inalámbrico y un ratón de pequeñas dimensiones enfocado.
¿Cómo son los Razer Pro Type Ultra, Pro Click Mini y Pro Glide XXL?
Empecemos por la alfombrilla Pro Glide XXL, de la cual se pueden decir pocas cosas, pero todas ellas bastante positivas. Como se puede observar en las imágenes, la idea es que esta cubra casi todo tu área de trabajo, incluyendo el lugar en el que ubicas el teclado.
Esta alfombrilla protege la superficie del escritorio, que queda recubierta por una superficie de tela agradable al tacto. Su tono grisáceo, además de ser lo suficientemente neutro como para encajar con diversos tipos de decoración, también oculta la suciedad o el desgaste originado con el paso del tiempo. Una alfombrilla completamente blanca o negra, por ejemplo, probablemente envejezca peor.
Dadas sus dimensiones, la superficie a través de la cual puedes desplazar el ratón es inmensa. Esto resulta especialmente útil si trabajas con pantallas de grandes dimensiones o múltiples monitores en paralelo. Y sí, se trata de un beneficio menor, pero, teniendo en cuenta la gran cantidad de horas que pasamos delante de un ordenador trabajando cada semana, este tipo de mejoras son súper bienvenidas. En ningún momento tienes que preocuparte de reubicar el ratón en el centro de la alfombrilla para no salirte de la misma. Tienes tanto margen que el mouse siempre estará situado sobre la superficie correcta, listo.
Un dato interesante de la alfombrilla es que, gracias al material gomoso de la parte inferior, se adhiere a la perfección a la superficie del escritorio. Es decir: una vez situada, no se moverá del lugar en el que se encuentre salvo que hagas fuerza con ella o la levantes. Fundamental en un producto de este tipo.
El complemento perfecto, según Razer, para esta Pro Glide XXL es, indudablemente, el Razer Pro Type Ultra, su nuevo teclado mecánico enfocado en la productividad. La principal virtud del mismo es que, como he dicho, es mecánico. Un tipo de teclado que en los últimos años ha causado cada vez más interés por la placentera sensación que transmiten al escribir con ellos.
Este Razer Pro Type Ultra, eso sí, promete ser silencioso. O, al menos, más silencioso de lo habitual. Sí, hace menos ruido que otros teclados mecánicos, pero eso no quiere decir que sea equiparable a, por ejemplo, el nivel de decibelios que genera un Logitech MX Keys –o un MX Keys Mini–. Es decir: sigue siendo un teclado que hace más ruido de lo habitual.
El tema del sonido no es problema en muchas situaciones –si trabajas en casa, por ejemplo, o con auriculares–. No obstante, es algo a evaluar cuando trabajas en una oficina abierta con varias personas a tu alrededor o en un espacio habitualmente silencioso. Quizá el sonido de las teclas no te resulte molesto, pero puede que a otras personas sí. Más aún si, como es mi caso, tu labor se centra, principalmente, en la escritura. Y, aunque este teclado, como decía, hace menos ruido que otros, es algo que igualmente debes considerar.
En lo que a comodidad se refiere, pocas cosas negativas se pueden decir de este producto. El mecanismo bajo las teclas transmite un feedback bastante bueno; las teclas tienen un tamaño acertado, así como una correcta separación; y, en la caja, Razer incluye un reposamuñecas que, aunque no es el más resultón estéticamente, sí cumple con su función: acomodar las muñecas para reducir la fatiga.
El cuerpo del teclado tiene una lámina superior de metal, mientras que tanto las teclas como el resto del chasis está recubierto de plástico. Un look que casa bastante bien con el resto de la suite de productos enfocados en la productividad de Razer (como el Razer Book). Estéticamente, eso sí, considero que el producto cumple, pero no fascina. Teclados como el Vissles LP85 o algunos modelos de Keychron son, en mi opinión, más atractivos.
El Razer Pro Type Ultra, por otra parte, tiene en su interior una batería que, conectado vía Bluetooth, promete hasta 214 horas de uso, lo que se traduce en casi un mes de uso. Cifras que, sin duda, son positivas. Eso sí: dicha cifra puede verse reducida si usas el dongle de 2,4 GHz o en base a la intensidad de la retoiluminación de las teclas.
Hablando del dongle, algo positivo a tener en cuenta es que puedes usar el mismo tanto para este teclado como para el Razer Pro Click Mini, lo que te permite liberar puertos USB de tu ordenador –útil si estos escasean–. El teclado, como otros de su categoría, también se puede conectar a múltiples dispositivos de forma simultánea vía Bluetooth (hasta tres).
Por último, el Razer Pro Type Ultra permite programar teclas con grabación de macros, se recarga vía USB-C y llega acompañado de una aplicación complementaria desde la que se pueden personalizar diversos parámetros del mismo. Lo que más echo en falta es una mejor compatibilidad con macOS, tanto a nivel de software –Synapse no está disponible para el Mac– como en el hardware –ofreciendo una versión con keycaps diseñadas para el Mac–. En el mundo gaming, omitir al Mac no es un problema, pues estos equipos no están centrados en dicho nicho. Pero en el de la productividad, los ordenadores de Apple son una de las soluciones más habituales.
La tercera pata de la suite de productividad es el Razer Pro Click Mini, un ratón de reducidas dimensiones cuyo hábitat natural es la mochila en la que transportas tu portátil. Perfecto para llevarlo contigo allá donde vayas, tanto si te toca trabajar en una cafetería como en un hotel.
El tacto del ratón, de los botones y de la rueda –que tiene un modo de desplazamiento libre– es bastante bueno. Me gusta, además, lo silenciosas que son las dos teclas principales. También tiene un nivel de precisión suficiente como para no desesperarte usándolo durante horas. Y, según la marca, es capaz de funcionar hasta 30 días de forma ininterrumpida.
El Pro Click Mini, no obstante, tiene algunos factores en su contra. Uno de ellos es que no tiene batería, sino pilas, las cuales son menos prácticas. Otro es que no funciona correctamente sobre algunas superficies –como una mesa de acabado glossy–. Y el último es que compite con productos como el Logitech MX Anywhere 3 –la versión portátil del aclamado MX Master 3–, súper sólido desde el punto de vista funcional y superior en ciertos aspectos.