Si comprar una PS5 ha sido una misión casi imposible desde su lanzamiento, prepárate para un escenario aún peor. Bloomberg asegura que, internamente, Sony ha empeorado sus previsiones para el resto del año fiscal –que arrancó en abril de 2021 y termina en marzo de 2022–.

La compañía esperaba producir 16 millones de PS5 en el citado periodo. Sin embargo, la nueva previsión rebaja la cifra a 15 millones, según el citado medio. Esta cantidad, no obstante, sí podría permitir a Sony lograr el objetivo de ventas que se había marcado previamente: 14,8 millones de PS5 entre abril de 2021 y marzo de 2022.

Pese a la escasez, la PS5 logró convertirse en la consola de Sony que más rápido alcanzó los 10 millones de unidades vendidas, superando incluso a la PS4. En los últimos meses, sin embargo, el último modelo de la empresa japonesa ha perdido su ventaja respecto a la generación previa, según los datos publicados por Sony.

Según indica Bloomberg, los irregulares ritmos de vacunación en los países en los que operan los proveedores de Sony ha hecho que el suministro de los componentes necesarios para producir la PS5 sea imprevisible. El citado medio, además, señala que los proveedores de componentes están en contacto diario con la firma japonesa, pero no siempre se cumplen los plazos de entrega previstos.

La PS5 no está sola en esta situación

El caso de la PS5 es uno de los que más repercusión ha tenido debido a que, en su primer año de vida, ha sido bastante complicado hacerse con una unidad. Sin embargo, la escasez de componentes y problemas logísticos también está afectando a otras empresas del sector de los videojuegos.

Nintendo, por ejemplo, ha recortado las previsiones de venta de la Nintendo Switch. Y Valve, quien estaba a punto de lanzar al mercado la Steam Deck, también se ha visto obligada a retrasar su venta debido a la escasez de componentes.

La escasez generalizada de microchips, asimismo, está afectando a empresas del sector del automóvil, e incluso a tecnológicas del calibre de Apple, conocida por su excelente gestión de la cadena de suministro. Las previsiones, además, no son esperanzadoras. Muchos proveedores han advertido en las últimas semanas que esta situación, probablemente, se prolongue a lo largo de 2022.