Sony y Microsoft, dos figuras clave en la industria de los videojuegos, han sido algunas de las principales afectadas por la escasez de chips. Esta problemática, que hasta la fecha sigue sin encontrar fin, no ha permitido cubrir la enorme demanda de la PlayStation 5 y Xbox Series X. Nintendo, por su parte, parecía mantenerse a salvo, pero eso cambió recientemente. Los de Kioto se unieron a la lista de perjudicados.
De acuerdo a un reporte de Nikkei Asia, Nintendo se vio obligado a reducir la producción anual de la Switch en un 20% debido a la escasez El plan de la compañía era fabricar 30 millones de unidades en el actual año fiscal, que culmina en marzo de 2022. No obstante, ahora la meta es alcanzar 24 millones. Por supuesto, es una diferencia considerable que podría impactar sus ganancias en el futuro próximo.
Hoy en día, la Nintendo Switch sigue siendo una consola bastante popular en gran parte del mundo. Por lo tanto, es posible que en algunos mercados sea más complicado conseguirla en los siguientes meses. Sobre todo en la época navideña, cuando la demanda de videojuegos —y cualquier otro producto tecnológico— crece de manera significativa.
Además, Nintendo nuevamente atrajo los reflectores a su hardware tras lanzar la Switch OLED apenas el pasado octubre. Se trata de la mayor revisión en la historia de la consola híbrida, pues adoptar la tecnología OLED supone una mejora sustancial en la calidad de imagen.
¿Cuándo terminará la escasez de chips?
El citado medio indica que la falta de chips no fue el único problema que afectó la producción de la Nintendo Switch. También se menciona que la compañía no encontró otros componentes clave para fabricar su consola, aunque no especifican cuáles.
Tras esta situación, Nintendo se une a una interminable lista de empresas que fueron golpeadas por la escasez de chips. Lo peor de todo es que el panorama, por el momento, no muestra signos de mejora. Hace una semana, Pat Gelsinger, CEO de Intel, declaró a CNBC que la situación podría estabilizarse hasta 2023.