Todos aquellos cinéfilos que aprecian la obra del director español Alejandro Amenábar (n. 1972), quien nos ha brindado peliculones como Los otros (2001) o la oscarizada Mar adentro (2004), tienen una cita en Movistar Plus para ver La Fortuna (2021), la miniserie que ha realizado basándose en la novela gráfica El tesoro del Cisne Negro, del guionista Guillermo Corral y el dibujante Paco Roca (2018).
“Hacía ya tiempo que quería adaptar algo de Paco Roca porque le admiro mucho; le conozco; y, cuando llegó a mis manos este cómic, era para mí el proyecto perfecto”, admite el cineasta en una entrevista para Hipertextual, “porque, por un lado, tiene el mundo de Paco Roca: esa cosa cotidiana, naturalista, el humor… Pero también tiene la evocación de la aventura, y era justo lo que me apetecía hacer después de un proyecto con tanto peso cívico como Mientras dure la guerra [2019]”.
‘La Fortuna’, una serie de televisión muy cinematográfica
La Fortuna supone la primera incursión de Alejandro Amenábar en el mundo de la ficción televisiva; y asegura que no ha notado que, en la actualidad, su dinámica resulte muy distinta a la de los largometrajes. “En el momento de plantear la serie —y realmente la hemos estructurado así porque quería que fuera eso y nada más que eso—, de elaborar el plan de producción y de ejecutarlo, se ha hecho más como una película, una película muy larga”, nos cuenta. “Ha sido el rodaje más largo de mi vida porque, además, decidí asumir la dirección de todos los episodios”.
Y continúa con estas palabras: “En realidad, ha sido para mí una diferencia cuantitativa, no cualitativa; o sea, yo tenía la sensación en todo momento de que estaba en un set de cine. Luego, evidentemente, había que transformar todo eso y distribuirlo en seis episodios. Pero era una cuestión de que había que entregar mucho material, no de la calidad del material; que, en cuanto a tiempo, puesta en escena, trabajo con los actores ha sido un trabajo exactamente igual que el de cualquiera de mis películas”.
Alejandro Amenábar cree que le ha ido tan bien en las grabaciones de La Fortuna como en sus otros proyectos. “Me gusta jugar con los medios físicos de los que se dispone; me gusta optimizar y, a veces, cuando tienes que ahorrar dinero de un sitio, es parte de la experiencia de hacer ficción. Entonces, lo llevo bien. A lo mejor hay que hacer recortes presupuestarios, etcétera. Pero nunca he tenido esa sensación y decir: «No puedo hacer esto, y esto es importante, porque no tengo medios. Y en esta serie, tampoco»”.
La labor más importante de Alejandro Amenábar con los actores
El realizador español reconoce que encomienda la selección del elenco a personas cuyo criterio profesional valora. “Por un lado, tenía en mente los personajes que aparecen en el cómic, algunos se han distanciado un poco más e incluso físicamente. Pero [la elección del reparto] es una labor para la que, desde hace muchos años, confío en mis directoras de casting españolas, Eva Leira y Yolanda Serrano [Todos lo saben], y en Reino Unido, en Jina Jay [Los otros], y son ellas las que hacen propuestas y de las que me fío plenamente”.
No obstante, Karra Elejalde, el actor protagonista de Mientras dure la guerra, no estaba claro como el ministro de Cultura de La Fortuna. “Fundamentalmente, porque no habla inglés. Entonces, en un principio, ni nos lo habíamos planteado. Podríamos pensar: «Estaría muy bien que Karra hiciera este personaje, pero qué pena que no hable inglés»”, explica Alejandro Amenábar.
“E incluso pensé en un plan B, que era buscar la manera de que el ministro no hablara inglés”, prosigue. “Y el propio Karra me dijo: «Mira, yo ya he hecho de gallego sin hablar gallego. Tú ponme a mí un buen dialogue coach y yo me aprendo las frases fonéticamente». Y así es como lo hizo. Y lo curioso es que, quienes revisan el inglés en la serie, que son los dialogue coaches, han revisado el de todos los actores y él no ha tenido que doblar absolutamente nada”.
Con unos intérpretes u otros y, “como suele ser en todos los rodajes”, ha habido muy buen ambiente. “En realidad, lo que debes conjugar o lograr como director es que, cuando tienes un abanico tan grande que va desde Stanley Tucci [El caso Slevin], que es un veterano, o Karra, que es un veterano aquí, o Ana Polvorosa [Mi gran noche], y tienes a alguien con tan poca experiencia como Álvaro Mel [La otra mirada], pero que para mí era perfecto para el personaje, es generar confianza entre ellos y que sientan que todos están el mismo barco y aportando”, asegura Alejandro Amenábar. En La Fortuna, “esa ha sido un poco su labor, que los actores anglosajones y los actores españoles, más o menos experimentados, se sintieran todos muy seguros”.
Director, guionista, compositor...
Por otra parte, la banda sonora de la serie la ha compuesto Roque Baños, con el que ya colaboró en el largo Regresión (2015) y el cortometraje publicitario Danielle (2017). “Para mí, es un compañero de viaje perfecto”, dice el cineasta. “Yo soy músico o me considero músico de cine pero, por eso mismo, sé lo difícil que es entrar a veces en la cabeza de un director o una directora y saber qué es lo que quiere”.
El hecho de conseguir transmitirle sus ideas musicales para La Fortuna y que la colaboración sea productiva se logra según Alejandro Amenábar con una combinación: “El músico se tiene que sentir libre y sentir que está haciendo su trabajo y, por otro lado, evidentemente, yo tenía claro, por ejemplo, que la banda sonora de esta serie nos tenía que remitir a trabajos clásicos, algo en lo que Roque, encima, también es muy experto. Y muy generoso; te deja asistir a su proceso creativo, con lo cual muchas veces, aunque no siempre, yo estaba presente cuando iba componiendo y, para mí, es una labor de aprendizaje”. Y remata: “Hay una simbiosis perfecta, creo, entre Roque y yo. O la ha habido en esta serie”.
Pero este realizador escribe los guiones de sus películas y, ahora, de sus series y, en cinco de sus siete largometrajes, ha elaborado también las partituras, lo que le acerca a un autor de cine total. “No es un proceso consciente”, responde a este planteamiento. “De niño, escribía y hacía música para los cuentos que escribía, hacía los dibujos, sin saber muy bien qué era esto del cine. Y, cuando empecé a hacer los cortos, en ellos acabas haciendo de todo: llevando el micro, la cámara… E intercambiábamos labores entre los alumnos que hacíamos los cortos en la facultad”.
“Y luego fue José Luis Cuerda [La lengua de las mariposas] el que me dijo: «¿Por qué no haces tú la música de tu primera película?», de Tesis [1996]. Y así fue cómo acabé haciendo la música de varias de mis películas”, continúa Alejandro Amenábar. “Entiendo que hay una unidad artística cuando estás abarcando distintas partes del proceso pero, en mi caso, no lo decido tan conscientemente. Me lo pide el cuerpo”.
La comodidad del director y la sombra de Steven Spielberg
Tras su estreno en la ficción televisiva con La Fortuna, no titubea: “Yo estaría dispuesto a contar cualquier buena historia en el formato que fuese, ya sea un anuncio, un videoclip o, por supuesto, una serie”, afirma. “Es verdad que una miniserie como esta me permite abarcarlo desde el punto de vista de la dirección; me cabe en la cabeza y es un formato con el que me siento muy cómodo. Así que podría repetir perfectamente”.
Con los artistas del séptimo arte a los que más respeta. “Desde que estaba en la facultad y empecé a ser consciente de lo que era el mundo de la dirección, [he tenido en mente] a Steven Spielberg, a [Alfred] Hitchcock, con el que aprendes muchísimo y, a día de hoy, sigo aprendiendo cosas cuando veo sus películas, o a Stanley Kubrick”, admite Alejandro Amenábar. “Y, en esta serie más que en ninguna película, ha flotado la sombra de Spielberg, porque juega con el humor, con las emociones, con el contraste entre los cambios de secuencia y eso es algo que, para este proyecto, era perfecto”.