La compra de ARM por parte de NVIDIA sigue dando de qué hablar. En este caso, fueron los reguladores británicos quienes nuevamente expresaron sus dudas con respecto a este negociado. Según la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA), la adquisición puede provocar "problemas reales" a la competencia, y por ello proponen a las autoridades avanzar a una investigación de Fase 2.

Específicamente el ente considera que, si NVIDIA avanza con la compra de ARM, se provocaría una pérdida de competencia que "sofocaría la innovación" en industrias como las de los videojuegos, los coches autónomos y los centros de datos, entre otras. Así se expresa en el sumario ejecutivo del reporte enviado a la Secretaría de Estado del Departamento de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes.

"Si el acuerdo sigue adelante, a la CMA le preocupa que el negocio fusionado tenga la capacidad y el incentivo de dañar la competitividad de los rivales de NVIDIA al restringir el acceso a la propiedad intelectual de ARM. La misma es utilizada por empresas que producen chips semiconductores y productos relacionados, y que compiten con NVIDIA", indican los reguladores.

Pero que se aplique un freno a la innovación no es lo único que enciende las alarmas de las autoridades. También entienden que la hipotética pérdida de competencia se traduciría en productos más caros y de menor calidad, tanto para consumidores como para empresas.

A los reguladores británicos no les atrae la compra de ARM por parte de NVIDIA

ARM NVIDIA

No es la primera vez que las autoridades de Reino Unido ponen esta adquisición bajo la lupa. De hecho, el reporte de la CMA fue encargado en abril pasado, cuando el acuerdo fue intervenido por "motivos de seguridad nacional". Incluso el propio CEO de NVIDIA, Jensen Huang, dijo ayer que la compra de ARM podría demorarse y requeriría más que los 18 meses pensados originalmente. Claramente, una declaración que no fue al azar.

La Autoridad de Competencia y Mercados reconoce que la empresa californiana ofreció asumir distintos compromisos para remediar la situación. Pero a pesar de ello, el panorama aún no es favorable. Por ejemplo, NVIDIA se comprometió a cumplir un "régimen de licencias abierto" que se base en la interoperabilidad y el acceso igualitario a las tecnologías clave de ARM. Sin embargo, los reguladores británicos lo consideran insuficiente.

El sumario incluso menciona que tampoco alcanzaría con que la compañía venda parte de la propiedad intelectual sobre la que esta tomando posesión; no sin antes una investigación profunda, al menos.

Hoy parece imposible que el acuerdo entre NVIDA y ARM pueda cumplirse bajo los términos originales. Por lo pronto, las partes involucradas deben esperar una decisión de la Secretaría de Estado. Lo cierto es que el proceso indagatorio está lejos de terminar, y es un hecho que se profundizará. Resta definir si la investigación de Fase 2 es solamente por competencia, o también por cuestiones de seguridad nacional.