El Reino Unido ha anunciado este lunes la intervención de la compra de ARM por parte de Nvidia. La operación, valorada en aproximadamente 40.000 millones de dólares, se anunció oficialmente en septiembre del pasado año.

El comunicado emitido por la Secretaría de Estado competente en esta materia es bastante escueto. Tan solo explica que dicha intervención se produce por motivos de seguridad nacional. La decisión se ha tomado teniendo en cuenta el consejo de expertos en la materia.

La Autoridad de Competencia y Mercados (CMA, por sus siglas en inglés) preparará a partir de ahora un informe exhaustivo evaluando las consecuencias de la citada operación entre ARM y Nvidia. Dicho informe deberá ser entregado a la Secretaría de Estado antes del 30 de julio de 2021.

La compra de ARM por Nvidia levanta preocupaciones

Nvidia - ARM

La compra de ARM por parte de Nvidia levantó preocupaciones casi desde el momento en el que se anunció. ARM se ha convertido en los últimos años en una pieza clave para el ecosistema tecnológico. La compañía británica, en manos de Softbank, no fabrica microprocesadores. Sin embargo, sus diseños y tecnologías son la base sobre la que empresas como Qualcomm, Apple o Samsung diseñan los SoCs que montan en sus smartphones, tablets, dispositivos IoT e incluso ordenadores.

La principal preocupación de los reguladores es que Nvidia, una vez tenga a ARM bajo su paraguas, pueda alterar la dinámica del mercado de los semiconductores a su favor, lo que podría derivar, a su vez, en una menor competitividad por parte de empresas rivales como Samsung o Qualcomm. Esto, en última instancia, se traduciría en peores productos o más costosos para los consumidores.

En los últimos meses también se ha especulado sobre el posible veto a la operación por parte de los organismos reguladores chinos. El ecosistema tecnológico del país asiático, recordemos, depende de las tecnologías de ARM en gran medida. Pero la compra de la empresa británica por parte de Nvidia haría que esta quedase sujeta a las leyes estadounidenses, con quien China se encuentra inmersa en una batalla comercial.