La compra de ARM por parte de Nvidia no está exenta de complejidades. Por un lado, la operación ha de ser aprobada por los diferentes organismos reguladores. Por otro, la empresa norteamericana ha de cerciorarse de que los hasta ahora clientes de ARM –entre los que se incluyen empresas importantes como Apple, Qualcomm o Samsung– mantienen su confianza pese al cambio de dueño.

En relación a esto último, un ejecutivo de ARM ha asegurado a la agencia de noticias Reuters que ARM establecerá cortafuegos entre la compañía de origen británico y su nueva propietaria. La idea de este firewall es evitar que Nvidia acceda a información confidencial de los clientes de ARM u obtenga acceso anticipado a los productos diseñados por el equipo de ARM.

"Vamos a mantener cortafuegos entre las dos compañías en relación con la confidencialidad y no daremos ningún acceso anticipado a Nvidia", aseguró Rene Haas, presidente de ARM IP Products Group, durante una entrevista con Reuters. El ejecutivo, no obstante, reconoció que sí tendrán que compartir cierta información confidencial con Nvidia en caso de que esta influya en sus resultados financieros. En cualquier caso, la idea, según Haas, es minimizar el acceso que Nvidia tiene a la información confidencial de ARM.

China tendrá que aprobar la compra de ARM por parte de Nvidia

ARM - Nvidia - China

Nvidia anunció la compra de ARM el pasado 14 de septiembre. La cuantía de la operación asciende hasta 40.000 millones de dólares, que serán entregados a Softbank, su anterior propietario. La intención de Nvidia, según reconoció su fundador, es "crear la empresa de informática líder en la era de la inteligencia artificial".

Las tecnologías de ARM están presentes en los procesadores de miles de millones de dispositivos electrónicos. Entre ellos se incluyen los procesadores de todos los smartphones comercializados durante los últimos años. La tecnología de ARM, además, se está abriendo paso en el mundo de los ordenadores personales, con Qualcomm y Apple como principales impulsores. La empresa de Cupertino, de hecho, planea reemplazar los chips de Intel que hasta ahora ha incorporado en los Mac por sus propios SoCs Apple Silicon, basados en la propiedad intelectual de ARM.

En los próximos meses, los diferentes organismos reguladores evaluarán la operación antes de dar su visto bueno a la compra. En este proceso también estarán involucrados los supervisores chinos, cuya aprobación será difícil de obtener dada la situación geopolítica actual.

Si esta operación saliese adelante, ARM se convertiría en una subsidiaria de una empresa estadounidense (Nvidia). En ese escenario, el gobierno de dicho país tendría la capacidad de limitar cualquier transacción comercial entre ARM y una empresa china, como hizo en otras ocasiones. Esto dejaría a las empresas tecnológicas del país asiático en una preocupante situación de vulnerabilidad.

Simon Segars, director ejecutivo de ARM Holdings, reconoció en una entrevista con el Financial Times que la operación se está produciendo en un momento complicado dada la situación geopolítica. "Tendremos que tratarlo con mucho cuidado", aseguró.