China confirmó algo que se rumoreaba desde hacía tiempo. Las autoridades del gigante asiático anunciaron que los niños podrán acceder a juegos en línea solamente durante tres horas por semana. Así lo dio a conocer la Administración General de Prensa y Publicaciones, según citó la agencia de noticias Xinhua.
Según Bloomberg, la nueva disposición implica que los menores de 18 años obtendrán acceso únicamente los viernes, fines de semana o festivos, de 20 a 21. La justificación detrás de la medida es la "creciente preocupación por la adicción al gaming"; aunque también se relacionaría con una campaña para ejercer mayor presión gubernamental sobre las principales tecnológicas de China.
En dicho país ya existían restricciones sobre el acceso a los juegos en línea, aunque el más reciente anuncio implica un endurecimiento de las mismas. De acuerdo con Reuters, desde 2019 los menores de 18 años podían conectarse a jugar durante una hora y media todos los días, o durante tres horas en jornadas festivas.
Esta nueva campaña china obligará a compañías como Tencent y NetEase a prohibir el acceso a los juegos online fuera de los días y horarios especificados. Además, deberán implementar un sistema de verificación que requerirá el uso de identificaciones reales para acceder a las plataformas en cuestión. De esta manera pretenden evitar "trampas" para evadir el bloqueo.
China limita el acceso a los juegos en línea e impone más control sobre las tecnológicas
La confirmación de las nuevas medidas llega solamente un mes después que las autoridades de China catalogaran a los juegos en línea como "opio espiritual". Las restricciones son, además, un duro golpe para las empresas que potencian a uno de los mayores mercados mundiales de mobile gaming.
Para corroborar que la prohibición sea efectiva, el gobierno chino indicó que "incrementará la frecuencia e intensidad de las inspecciones" a las firmas que ofrezcan el acceso a este tipo de entretenimiento.
El bloqueo a los juegos en línea para menores de 18 años es la más reciente medida que China impone sobre sus compañías tecnológicas. En el último tiempo, el gigante asiático ha incrementado la presión sobre sus principales empresas; siendo los casos más notorios los de AliBaba y Didi Chuxing.