China sigue a la zaga de las empresas nacionales con cotizaciones en los mercados públicos extranjeros, y más concretamente de Estados Unidos. Las autoridades reguladoras de China han exigido a Didi Chuxing, el homólogo de Uber en el país asiático, a retirar la aplicación de todas las tiendas de apps.
Apple, Huawei y Xiaomi tendrán que eliminar la aplicación (en China) hasta que la decisión de la Administración del Ciberespacio de China Didi cumpla con la normativa. Esto es, demostrar que no hay un abuso de los datos de los usuarios en el país. Así como solucionar los vacíos legales que, según la institución y la ley china, existen dentro de la aplicación.
De esta manera, Didi ya no está disponible para nuevas descargas. Aunque sí confirman en un comunicado que los usuarios que la tuviesen ya descargada pueden seguir operando con normalidad. Apuntan, además, que están actualizando la aplicación de transporte para ajustarse lo antes posible a las exigencias de la Administración del Ciberespacio de China.
Pero, ¿por qué el bloqueo de una empresa de China que opera en China es importante para el panorama tecnológico? Es, a todas luces, una continuación del control que el Gobierno de China viene manteniendo sobre sus tecnológicas más poderosas. Y más concretamente sobre las que tienen actividad bursátil fuera de China y en Estados Unidos en esa sempiterna lucha que mantienen ambas potencias.
Didi Chuxing, la última de una larga lista
El anuncio de la Administración del Ciberespacio de China no es casual. La semana pasada, Didi Chuxing se estrenaba en la bolsa de Nueva York con una capitalización de 80.000 millones de dólares. Ni que decir tiene que este bloqueo ha supuesto una caja considerable de sus resultados en bolsa. Tanto para Didi, como para SoftBank, Alibaba o Tencent, inversores de la firma.
Era una continuación de las empresas tecnológicas del transporte que probaban suerte en los mercados públicos, después de Uber y Lyft. También era la confirmación de que las tecnológicas ya son las reinas del mercado bursátil. Y de que estas, aun siendo chinas, siguen teniendo interés en Estados Unidos.
Más allá de TikTok, Didi ha sido una de las compañías más interesantes del sector tecnológico. Con un Uber que fracasó en su entrada en el mercado chino –al igual que otras tantas compañías–, Didi Chuxing reportaba cierto interés para los inversores extranjeros interesados en el país asiático. Apple, de hecho, fue una de las inversoras de Didi en 2016. Invertían 1.000 millones de dólares en la compañía con el objetivo de entender mejor el mercado chino. Apple, por su parte, entraba en la junta de la empresa china; un dato que no agrada del todo a un país conocido por apreciar el control de la administración de sus empresas patriotas.
En cualquier caso, y dos días después de salir a bolsa, concretamente el viernes, Pekín anunciaba que abría una investigación sobre Didi Chuxing por una supuesta brecha de ciberseguridad en los datos de usuarios en el país. A ojos de China, según Financial Times, antes de estar en el extranjero, las empresas deben tener los asuntos resueltos en China. Ayer domingo, la autoridad emitía la orden de bloqueo. Aparentemente muy poco tiempo entre los dos anuncios como para haber realizado una investigación a fondo y con conclusiones claras.
Siguiendo la estela de Alibaba
El mayor ejemplo de búsqueda de control por parte del Gobierno de China contra empresas tecnológicas se representa con el caso de Alibaba. La empresa de comercio electrónico liderada por el carismático Jack Ma. Las leyes de seguridad cibernética y control del monopolio y competencia del país se activaron de manera tajante contra el imperio del empresario chino.
Después de todo, Ma era conocido por sus declaraciones en contra de la represión y control de China sobre la actividad de empresas con negocios en el extranjero. Ant Group, centrada en actividades financiera y también del Ma, corrió la misma suerte que el e-commerce en las sanciones por monopolio.
Quizá Tencent es la única que se ha salvado de la criba, más allá de que es la inversora de prácticamente todas las empresas tecnológicas del país y, por supuesto, de Alibaba y Didi Chuxing. Siendo la empresa más poderosa de China a nivel tecnlógico, Tencent sigue teniendo el beneplácito del Gobierno de China.
Esto supone un tirón más a una cuerda ya al límite en lo que a empresas tecnológicas de China y Estados se refiere. Con el bloqueo de Huawei por las acusaciones de Estados Unidos de espionaje, la bola de nieve que continuó con TikTok solo ha crecido con el tiempo. China controla a las tecnológicas nacionales con poder en el extranjero, y a la inversa. Estados Unidos, de hecho, sigue en sus intento de conocer las auditorías de las empresas que cotizan en sus bolsas. Un hecho que desde China no se permite y que mantiene enfrentados a ambos países.