Desde hace tiempo Elon Musk es una de las personalidades más influyentes del mundo. Cada una de sus apariciones o declaraciones deja mucha tela para cortar, y lo hemos visto en incontable cantidad de oportunidades. Lo llamativo es que siempre nos sorprende con alguna nueva ocurrencia, tal como sucedió en las últimas horas. Según el reconocido empresario, su sentido del humor es la herramienta promocional N°1 de Tesla.
Así lo hizo saber el propio Elon Musk durante su testimonio en el juicio que se lleva a cabo por la compra de la firma SolarCity, que quedó en manos de Tesla en 2016. Según Bloomberg, el CEO del fabricante de automóviles eléctrico aseguró -bajo juramento- que es gracioso, y que su humor le permite generar publicidad gratis para la compañía. Para ejemplificar esta conducta, se refirió a su nombramiento como Technoking de Tesla.
"Realmente tengo sentido del humor y creo que soy gracioso. Si entretenemos a la gente, escribirán historias sobre nosotros y no tendremos que gastar en anuncios publicitarios que reduzcan el precio de nuestros coches", aseveró el ejecutivo.
Es evidente que Elon Musk se toma su estrategia muy en serio y le está funcionando. Además, el CEO de Tesla ha demostrado que sus actos no solamente influyen en sus propios negocios. En más de una oportunidad, sus tuits han impactado sobre productos o empresas de terceros, aunque también le han provocado algún tirón de orejas.
Pero más allá de esta declaración sobre su sentido del humor y la publicidad gratis para Tesla, Musk ya ha podido mostrar su lado cómico. En mayo pasado fue anfitrión del programa Saturday Night Live y su actuación no pasó desapercibida. Algunos sketches fueron más graciosos que otros (como todo SNL, habitualmente), pero en líneas generales redondeó una buena performance.
Elon Musk y Tesla siguen bajo escrutinio por la compra de SolarCity
Con o sin sentido del humor, la compra de SolarCity todavía implica un dolor de cabeza para Elon Musk. Este lunes, el CEO de Tesla debió responder a las preguntas del abogado Randy Baron, en el Tribunal de Cancillería de Delaware, Estados Unidos.
Según Bloomberg, un grupo de accionistas acusa a Musk de "incumplir su deber fiduciario" al dispensar más de 2.500 millones de dólares de Tesla en la compra de SolarCity, compañía fundada por sus primos Lyndon y Peter Rive, y en la que era el principal inversor.
De hecho, la demanda asegura que Elon Musk sabía que SolarCity iba camino a la quiebra al momento de la adquisición. Lo cierto es que la historia parece lejos de terminarse en el corto plazo.