Parecía algo imposible vista la reacción inicial de inversores y accionistas de Tesla de cara al futuro de la compañía, pero parece que al final, el plan maestro de Elon Musk ha terminado por convencer a la junta y autorizar la compra de SolarCity, compañía hermana de Tesla, y cuyo modelo de negocio y operativa tiene poca relación directa en la operativa automovilística, pero está fuertemente relacionada con sus posibilidades para los hogares.
No obstante, parece que Elon Musk tiene claras las sinergías derivadas de la adquisición de SolarCity dentro de los planes de Tesla en el largo plazo, que según el anuncio oficial pasará a integrarse verticalmente dentro de la estructura del fabricante de coches eléctricos.
Las sinergías de las que hablaba Elon están relacionadas con las necesidades de almacenamiento eléctrico y energía solar de Tesla y SolarCity respectivamente, de cara al fomento de economías de escala e I+D, que permitan simplificar y mejorar la forma en la que la energía se genera, almacena y consume, el core de negocio más representativo para Tesla.
Esta andadura entre las dos compañías pasan por los planes de Tesla para empezar a escalar la producción y las posibilidades del Powerwall y del Powerpack, su solución de almacenamiento para hogares, y combinarlas con las posibilidades que ofrece la tecnología solar de SolarCity, de cara a generar operaciones más eficientes e integrar ambos productos en un todo en uno controlado por la propia compañía de Musk: instalación, servicio y gestión.
La adquisición de SolarCity se ha cerrado por 2.342 millones de dólares y la compañía prevé sinergías de 135 millones de dólares tras el primer año de cierre efectivo de compra.