El iPad Pro de 2022 incluirá grandes novedades, pero habrá que esperar un poco más para ver un modelo con pantalla OLED. Un nuevo informe proveniente de Display Supply Chain Consultants (vía MacRumors), asegura que el iPad Pro con pantalla OLED no llegará hasta 2023. Por lo tanto, la próxima generación, que podría anunciarse a lo largo de 2022, incluirá un panel mini-LED.
Ming Chi-Kuo, analista especializado en información sobre Apple, ha especulado recientemente sobre la llegada de un iPad Air con pantalla OLED y un tamaño de 10,8 pulgadas. Kuo mencionó que este modelo sería el primero en incluir una tecnología OLED en su pantalla, y que se anunciaría el próximo año. Los iPad Pro, por lo tanto, continuarían con paneles Mini-LED, presente en el actual modelo de 12,9 pulgadas y que incluye mejoras en los colores, contraste y brillo, en comparación con los paneles LCD.
Para Apple, las pantallas Mini-LED son una transición a los paneles OLED. Estos ofrecerán una mayor eficiencia energética, mejor interpretación de los colores, como negros más puros, y mejores en los ángulos de visión, entre otras ventajas. Apple comenzó a implementar la pantalla OLED en el iPhone X. Hoy en día, todos los modelos de iPhone 12 cuentan con esta tecnología. Los Apple Watch también incluye una pantalla OLED.
Los MacBook Pro, que todavía cuentan con pantallas LCD, comenzarán el cambio a paneles mini-LED este mismo año. El objetivo de los de Cupertino es terminar la transición con la llegada de pantallas micro-LED, que todavía está en desarrollo.
Un iPad Pro para 2022 sin pantalla OLED, pero con grandes mejoras
Más allá de la pantalla, y según los últimos rumores, los próximos iPad Pro incluirán un chip de 3 nm. Este procesador, que podría tratarse de una futura generación de chips Apple Silicon, ofrecería una mayor velocidad de procesamiento y un mayor consumo energético.
Bloomberg desveló que los próximos iPad Pro de 2022 llegarían con una trasera de cristal. El cambio de material que permitiría dotar a los modelos de carga inalámbrica. La superficie, además, será lo suficientemente grande como para poder aplicar una carga inalámbrica inversa y suministrar energía a otros dispositivos, como los AirPods o el iPhone.