Reino Unido quiere dar un paso adelante en el mundo de las monedas virtuales y por ello estudiará la creación de una moneda digital para su Banco Central. El Banco de Inglaterra y el Tesoro británico anunciaron que trabajarán en conjunto para analizar la potencial implementación de la misma.
A fines prácticos, el Gobierno británico y su máxima autoridad bancaria todavía no saben si crearán una divisa virtual. Sin embargo, con esta investigación pretenden sentar las bases por si en un futuro no muy lejano existe la posibilidad.
De todas maneras, las autoridades aclararon que la hipotética moneda digital no reemplazaría al dinero ya existente. "Sería una nueva forma de dinero digital emitida por el Banco de Inglaterra y para uso de hogares y empresas. Existiría junto con el efectivo y los depósitos bancarios, en lugar de reemplazarlos", argumentaron.
El grupo de trabajo conformado por integrantes del Banco de Inglaterra y el Tesoro británico tendrá varias tareas. La más importante será analizar cómo impactará la adopción y el uso de una moneda digital en Reino Unido. Queda claro que es una herramienta económica que brinda importantes oportunidades, pero que no está libre de riesgos.
Según el anuncio, durante el análisis de la divisa virtual se abordarán riesgos, beneficios y factibilidad de aplicación con las "partes interesadas". Se espera que del estudio participen bancos, proveedores de servicios de procesamiento de pagos, compañías tecnológicas y fintechs.
Adoptar una moneda digital, una decisión que no se toma a la ligera
El esfuerzo de Reino Unido por estudiar la incorporación de una divisa virtual se suma al de otros países que ya trabajan en proyectos similares. Sin embargo, crear una moneda digital desde un Banco Central requiere de un análisis pormenorizado sobre cuál será el efecto de su utilización tanto en el sector público como privado.
Además, deberán brindarse las herramientas suficientes para que el público comprenda que se trata de una alternativa segura, accesible y con potencial para reducir costos y tiempos en transacciones. Para los bancos tradicionales, en tanto, el esfuerzo será para adaptar o reformular sus modelos de negocio actuales.
En febrero pasado, un informe del Foro Económico Mundial aseguró que el 86% de los bancos centrales del mundo exploraban los beneficios e inconvenientes de una moneda digital. Por su parte, el 60% ya realizaban experimentos o "pruebas de concepto", mientras que el 14% avanzaba en el desarrollo de pilotos.
El esfuerzo de Reino Unido para avanzar en el estudio de una moneda virtual oficial no es el único en Europa. De hecho, el Banco Central Europeo anunció que a mediados de 2021 decidirá si lanza o no un proyecto de Euro digital, con miras a la posible emisión de la divisa virtual de cara al futuro.