El amplísimo mercado de las fintech y todos los operadores de pagos online puede que haya sido uno de los pocos beneficiados de la pandemia mundial por COVID-19.

El uso de efectivo ha caído debido al parón económico del confinamiento, pero también a la recomendación dada de fomentar el pago con tarjeta para prevenir el contagio. Una situación de la que también se han aprovechado la cada vez mayor lista de operadores de pagos online.

Empresas como PayPal, Square o Stripe han aumentado el número de contrataciones de personal durante las últimas semanas para asumir el aumento del número de usuarios que han tenido. Y, por ejemplo, en España, la búsqueda en Google de “cómo usar Bizum” -el servicio impulsado por la práctica totalidad de la banca nacional- se ha disparado.

Sin embargo, lo que podría suponer un contexto muy favorable para todas ellas ha llegado de la mano de resultados trimestrales que no acaban de ser beneficiosos del todo. Y es que, el cierre de buena parte de la actividad económica les ha afectado de igual forma que a los bancos, el modelo de negocio al que cada vez se van asimilando más todas estas compañías.

PayPal cada vez es más reconocido como un banco

Aunque sus usos cambian mucho por país, hace mucho tiempo que PayPal dejó de ser solo una herramienta para enviar y recibir dinero o tramitar pagos online. Su vinculación hacia el servicio de créditos tanto para particulares como para empresas va cada día a más.

Según Forbes, la empresa fundada entre otros por Elon Musk y actualmente dirigida por Dan Schulman, ha estado otorgando préstamos a más de 300.000 pequeñas empresas desde 2013, emitiendo más de 15 mil millones en forma de adelantos. Si bien, es cierto que el mismo análisis puntualiza que de esa suma aproximadamente el 85% eran empresas unipersonales.

En otras palabras, se comporta cada vez más como un banco, y la Administración está empezando también a reconocerlo. Una buena prueba es que el Gobierno de Estados Unidos aprobó que PayPal fuera una de las compañías a través de las que los beneficiarios pudieran solicitar las ayudas por la pamdemia y créditos a bajo interés puestos en marcha por la administración Trump. Un gesto sin precedentes por lo que supone igualar a las empresas financieras clásicas con las Fintech.

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El siguiente gráfico muestra que, en lo que respecta a bolsa, las acciones de PayPal también se han comportado de forma similar a gigantes del pago offline como Visa y Mastercard, acumulando caídas durante los días de mayor volatilidad, pero mucho menos acusadas que la media del mercado.

En contra, Square, la tecnológica de pagos que dirige el CEO de Twitter Jack Dorsey, sí que notó mucho más esta caída.

Los casos de Square y Stripe

El caso de Square -que también ha sido seleccionada para prestar las ayudas de Estados Unidos- es más particular. Square ofrece distintas soluciones que engloban todo el arco de pagos, y que se meten en pugna directamente con los terrenos vedados que hasta ahora habían tenido los bancos. En varios países opera ya ofreciendo sus propios terminales TPV, y también dispone de una aplicación de intercambio de dinero entre particulares, funcionalidad que en España por ejemplo ha copado ya en gran medida Bizum.

De Paypal al maremágnum de Libra: El mercado de pagos online entra en ebullición

Sin embargo su modelo de negocio sigue siendo deficitario. En el primer trimestre de este año, aunque aumentó sus ingresos, reportó pérdidas por valor de 106 millones, principalmente a causa del parón de muchos pequeños comercios que operaban con sus herramientas en Estados Unidos.

Cuestión distinta es Stripe, centrada en este caso en ofrecer una solución a las pasarelas de pago en comercio electrónico, y ya mucho más implantada en España. Esta empresa -que de momento no cotiza en bolsa- también ha conseguido recaudar fondos en mitad de la pandemia, mientras crece su número de clientes. En España, sin ir más lejos, es utilizada por Glovo o El Corte Inglés.

Apple, Uber, Google… todos quieren ser nuestro banco

Todos estos movimientos, no obstante, se dan en un contexto en el que cada vez más tecnológicas están ampliando sus servicios hacia el lado Fintech, un mercado que puede cambiar mucho en los próximos años en función de cómo se adapte la banca clásica a la creciente caída del efectivo frente al pago vía móvil.

En los últimos meses del año pasado, Google anunció que ofrecerá cheques como parte de un proyecto llamado Cache, en un movimiento que expande su apuesta por Google Pay.

Apple, por su parte, lanzó también el año pasado su tarjeta de crédito para los usuarios de iPhone -de momento solo en Estados Unidos- de la mano de Goldman Sachs. Amazon también va ampliando poco a poco las opciones de Amazon Pay, mientras que Facebook sigue pendiente de ver en qué queda su apuesta por Libra, la criptomoneda -inicialmente- que ahora parece que quedará integrada no se sabe cuando como una vía de transacción interna entre sus aplicaciones. Hasta Uber, que también ha lanzado su propia billetera digital y su tarjeta, parecen interesados en ser nuestros bancos del futuro.