La pandemia ha cambiado por completo la dinámica de trabajo. Muchos expertos aseguran que el teletrabajo ha llegado para quedarse, en lugar de ser una solución temporal a la situación en la que nos encontramos. Fisher-Price, la conocida empresa de juguetes, ha decidido aprovechar esta coyuntura lanzando un peculiar producto que permite a los niños jugar a ser teletrabajadores en sus ratos libres.
La descripción del juguete en la web de Fisher-Price dice lo siguiente:
Será mejor que pidas un café con leche para llevar. Ese informe vence esta mañana y hay una llamada con el perro al otro lado de la calle después de la siesta. Con el juego Fisher-Price My Home Office, su niño en edad preescolar será el jefe de su propia estación de trabajo en casa, la cafetería local o la luna. Este juego de simulación de 8 piezas incluye un ordenador portátil, 4 aplicaciones de tela para conectar a la pantalla del ordenador, un teléfono inteligente de madera, auriculares para todas esas llamadas de negocios importantes y una taza para que los niños beban su bebida favorita allá donde vayan. Llamada urgente del gato: el negocio ajetreado requiere atención inmediata.
Web de Fisher-Price.
Fisher-Price aprovecha el 2021
El lanzamiento de este juguete por parte de Fisher-Price es un síntoma inequívoco del impacto que ha tenido el 2020 en las dinámicas laborales. Tradicionalmente, estos juegos emulaban profesiones relacionadas con la medicina, la cocina, la ciencia, la moda, la automoción, etc.
Sin embargo, cada vez más personas trabajan frente a un ordenador, desde casa o, simplemente, desde cualquier lugar. De hecho, algunas regiones ya planean inversiones para atraer a esas personas que, de ahora en adelante, planean huir de las oficinas y trabajar en los lugares en los que deseen.
Grandes empresas como Twitter, Spotify o Facebook han anunciado que sus empleados podrán optar por el teletrabajo como método permanente incluso después de la pandemia. Esto, además de otorgar una mayor flexibilidad a los trabajadores, también se traduce en un importante ahorro económico para las compañías. Estas podrán reducir el tamaño de sus oficinas, aminorar los costes asociados a estas e incrementar sus beneficios.