La historia de la cancelación del MWC 2021 de Barcelona vuelve a repetirse. Casi un año después, y esta vez con fecha de celebración para finales de junio de 2021, la planificación de la GSMA no convence a las grandes tecnológicas. La primera en bajarse del evento ha sido Ericsson. Y todo apunta a que no será la última.
Como ya ocurriese en 2020 con el inicio de la pandemia, la marca sueca es una de las primeras en salirse del encuentro tecnológico de Barcelona. Y la que muy probablemente inicie un efecto dominó que afecte al resto de compañías. Ya el año pasado, la decisión de LG fue el acicate para que Ericsson, Nvidia, Amazon o Facebook siguieran su estela. Más tarde llegaron el resto y, finalmente, la cancelación del evento por "razones de fuerza mayor".
Telefónica, uno de los partners principales de la GSMA e invitado estrella made in Spain, aguantaba hasta el último momento. Prácticamente coincidiendo con el anuncio de la organización de no celebrar el encuentro. Era, desde luego, una posición complicada dada su situación en el encuentro.
El virus, el principal problema para Ericsson
Ericsson lo tiene muy claro: no participarán por la persistencia del virus en la actualidad y el peligro que puede suponer para sus equipos.
"En vista de los continuos efectos de la COVID-19 y teniendo en cuenta que nuestra principal responsabilidad es la salud y bienestar de nuestra gente, hemos decidido no participar en el MWC 2021. Esta dura decisión es el reflejo de nuestro compromiso con la gestión de la pandemia desde el punto de vista de las personas y en relación a su movilidad".
Comunicado de Ericsson España
Esta posición, sin embargo, no significa que la firma sueca rechace su participación en otros encuentros. Siendo uno de los mayores expositores del Mobile World Congress, sería una gran pérdida para el evento. Solo volverán, apuntan en un comunicado, a la espera de ver cómo “se desarrollan los programas de vacunación en todo el mundo”.
Atendiendo a la respuesta que las grandes tecnológicas tuvieron en 2020, la posición de Ericsson se espera que marque la tendencia para los próximos días. Por su parte, desde que la GSMA anunciase su intención de estar en Barcelona, han sido muchas las voces críticas del entorno empresarial que han criticado a la organización. Así como muchas otras que ya apuntan a que, efectivamente, el MWC 2021 tendrá la misma suerte que el de 2020.
La GSMA celebrará el MWC 2021 sí o sí
La respuesta de Ericsson contrasta, sin embargo, con la posición que la GSMA ha demostrado respecto al evento del próximo junio. La organización tiene la firme intención de celebrarlo; “nuestra experiencia nos da una base sólida como una roca a partir de la cual hemos construido nuestro plan”, explicaban en un comunicado. De hecho, el anuncio de la compañía sueca viene justo un día después de que se anunciasen las medidas sanitarias que se llevarán a cabo en Barcelona.
Además de las acciones digitales, quieren que el Mobile sea presencial; lo más parecido a sus antecesores. Esto, teniendo en cuenta la situación generada por la COVID-19, supone un problema. Junto con las autoridades de Cataluña, la organización generó un protocolo de participación en el evento.
Con un máximo de 50.000, que contrastan con los más de 100.000 de 2019, se exige PCR negativa con un máximo de 72 horas antes de entrar en el recinto ferial. Esta prueba deberá repetirse cada 72 horas para confirmar que no se reproducen contagios dentro del evento. Asímismo, los resultados de las mismas quedarán registrados en la aplicación de acceso al recinto. Las entradas a la Fira serían diferentes a las salidas y los controles médicos y de temperatura estarían garantizados durante toda la celebración.
Para los asistentes, no obstante, el mayor de los problemas y preocupaciones es la gran afluencia de visitantes de una larga lista de países que difícilmente podría controlarse aun con las medidas vigentes. Con las limitaciones de viajar desde algunas regiones, se ha tildado de excesivamente optimista a la GSMA.
Barcelona en el centro del huracán
La cancelación del MWC 2020 supuso más de un dolor de cabeza para la GSMA. De hecho, uno de los motivos para aguantar hasta el último momento tenía un fin puramente económico: evitar al máximo las indemnizaciones a las empresas expositoras en el evento. Tanto las grandes, como las pequeñas. El colectivo pyme y emprendedor fue uno de los más afectados económicamente por esta decisión.
Y detrás de las empresas: Barcelona. Si las compañías y la propia organización sufrieron los estragos económicos de la cancelación, la ciudad de Barcelona se llevaba el peor revés del encuentro. Una de las semanas más rentables para la capital catalana desaparecía del calendario hasta nuevo aviso. Casi 500 millones de euros y 14.000 empleos temporales que decían adiós en apenas unos días.
Con un 2020 complicado en lo que a cifras se refiere, una paralización casi total del turismo internacional –motor económico de la mayor parte del país–, la celebración de un Mobile comedido en Barcelona supondría un respiro temporal a las cuentas de hoteles o de la restauración. El propio conseller de Empresa y Conocimiento de la Generalitat, Ramon Tremosa, explicaba hace unas semanas que el MWC se celebraría “sí o sí” en Barcelona con “todos los controles que hagan falta” porque hay “una altísima demanda de presencialidad”. Una posición que contrasta con la evolución actual de la pandemia y el virus ya no solo en España.