Lo primero que la mayoría de personas probablemente piensen al escuchar la palabra Xiaomi es móviles económicos. Y es lógico. La empresa de china se ha hecho un nombre en este sector gracias a un extenso catálogo de productos asequibles, con muy buena experiencia de uso y, en la mayoría de casos, un diseño acertado.
Pero, desde el año pasado, la marca también ha intentado hacerse un hueco en los segmentos más altos del mercado. El Mi 10, recordemos, llegó a España por 799 euros, lejos de los 449 euros de su predecesor. La marca también presentó un Mi 10 Pro que llegó a España con una etiqueta de 999 euros que, de nuevo, nada tenía que ver con lo que estábamos acostumbrados.
En este 2021, Xiaomi ha decidido continuar con esta estrategia. Por el momento, solo lo ha hecho con el Mi 11, que llega a España por 749 euros. Este promete dar un paso al frente en aspectos como la pantalla, el diseño y, cómo no, la potencia bruta. ¿Su objetivo? Convertirse en la mejor alternativa económica a los móviles más avanzados del mercado.
El primer Snapdragon 888 que llega a España
El Mi 11 de Xiaomi es, curiosamente, el primer móvil con un procesador Snapdragon 888 que aterriza en España. Y, como no podía ser de otra forma, el rendimiento del teléfono es exquisito en todo momento. Las aplicaciones se abren en décimas de segundo, las transiciones son suaves y la experiencia, incluso ante situaciones más complicadas, es muy buena.
A esta sensación también contribuye la memoria UFS 3.0, los 8 GB de memoria RAM y, cómo no, la pantalla con 120 Hz. De hecho, recomiendo encarecidamente mantener activa la tasa de refresco adaptativa en lugar de dejarla en 60 Hz. Las transiciones son muchísimo más suaves, los movimientos son más consistentes y la experiencia, en general, es significativamente mejor.
En lo que respecta a la pantalla, Xiaomi hizo un gran énfasis durante la presentación del teléfono en la calidad de la misma. Se trata de un panel de 6,8 pulgadas con tecnología AMOLED, compatible con HDR 10+ y, según Xiaomi, 1.500 nits de brillo máximo. También es capaz de variar su tasa de refresco dinámicamente hasta los 120 Hz y, por primera vez en esta serie, tiene una resolución QHD+ que se traduce en 515 píxeles por pulgada.
En la práctica, poco se puede objetar de este panel. Se ve bien en exteriores, representa con acierto los colores, adapta dinámicamente la tasa de refresco para mantener a raya el consumo energético, el contraste es prácticamente infinito, etc. Xiaomi ha dado un enorme paso hacia delante en este aspecto. Y le hacía falta si, de verdad, quiere competir con los mejores del sector.
Sobre la pantalla, eso sí, quería hacer una apreciación: a diferencia de algunos teléfonos, el Mi 11 permite disfrutar simultáneamente de los 120 Hz y la resolución WQHD+. Evidentemente, esta configuración conlleva un mayor consumo energético. Pero quien quiera disfrutar al máximo del panel, podrá hacerlo sin problemas.
Tras el panel, como no podía ser de otra forma, se encuentra la batería, que tiene 4.600 mAh de capacidad. Esta, sinceramente, no brilla ni ofrece ese extra de tranquilidad que sí dan otros modelos. Sin embargo, sí permite terminar jornadas diarias sin tener que temer por ella.
En caso de que necesitemos una recarga, la buena noticia es que el Mi 11 es compatible tanto con carga rápida de 55 W como con carga inalámbrica 50 W. En otras palabras: en menos de una hora puedes cargar el móvil por completo.
Las curvas lo dominan todo en el Mi 11
El Xiaomi Mi 11 tiene una pantalla que se curva hacia derecha e izquierda, un elemento estético que despierta sensaciones encontradas entre los clientes –puedes amarlas u odiarlas–. La curvatura, eso sí, es menos pronunciada que la que encontramos en otros modelos de la competencia como el P40 Pro de Huawei.
Xiaomi también ha curvado levemente el cristal que recubre la pantalla hacia arriba y abajo. Es un efecto muy sutil que, probablemente, muchas personas ni siquiera lleguen a darse cuenta. Pero está ahí.
Por detrás no encontramos grandes sorpresas. Por un lado, un módulo fotográfico con una forma peculiar y, por otro, un cristal mate que se curva levemente en los laterales hasta fundirse con los laterales metálicos.
En general, el producto se siente bien en la mano, es delgado, está bien resuelto y cumple con lo que se espera de un smartphone de su categoría. Estéticamente no se diferencia en exceso de lo que encontramos en el mercado –mantiene similitudes con el P40 Pro y el Vivo X51, por citar algunos ejemplos–, pero eso no quita que convenza a quien lo sostiene en sus manos.
Repitiendo con los 108 megapíxeles
La propuesta fotográfica que trae consigo este Xiaomi Mi 11 se resume en cuatro elementos: un sensor principal de 108 megapíxeles, un gran angular de 13 megapíxeles, una cámara macro de 5 megapíxeles y una cámara frontal de 20 megapíxeles.
Brilla por su ausencia, como se puede observar, una cámara con teleobjetivo. Esto es algo de lo que muchos smartphones de su mismo rango pecan, pero no por ello deja de ser un punto negativo. Y sí, el Mi 11 permite hacer zoom aprovechando los 108 megapíxeles del sensor principal, pero el resultado no es el mismo que llegas a obtener con un buen teleobjetivo.
En lo que a la calidad de imagen se refiere, las cámaras del Mi 11 son, en general, capaces de capturar buenas fotografías en la mayoría de situaciones. Pero, como suele ser habitual, en este campo es donde más se aprecian las diferencias entre los móviles de más de mil euros y las alternativas más económicas, como este Mi 11. Por lo tanto, aunque su cámara sea efectiva y pueda capturar buenas fotografías, no llega a rivalizar con la del iPhone 12 Pro Max o la del Galaxy S21 Ultra, que son los referentes en este momento.
¿Merece la pena comprar el Mi 11?
El Mi 11 es un producto sumamente recomendable para aquellas personas que quieran, sobre todo, un móvil con Android muy potente, con una buena construcción y una pantalla de primer nivel. Evidentemente, no es perfecto, y eso se puede observar en apartados como la fotografía, que es el principal sacrificio que conlleva su compra. Pero también debemos recordar que este móvil llega a las tiendas por 750 euros. Una cifra que, además, caerá en muchos distribuidores con el paso del tiempo.
Su competencia natural será el OnePlus 9, que debería ser presentado en las próximas semanas; el iPhone 12, que tiene mejor cámara y se comercializa por unos 100 euros más; y el Galaxy S21, que ronda en estos momentos los 800 euros. La elección entre uno u otro dependerá de las preferencias que tengas y, sobre todo, de las ofertas disponibles en el momento de la compra.