El Huawei P40 Pro estaba llamado a ser, como su predecesor, uno de los teléfonos más interesantes de 2020. El incesante avance que Huawei ha hecho durante los últimos años en campos como la fotografía o el diseño aspiraban a culminar en este nuevo modelo, que rivalizaría una vez más con Samsung y Apple en el segmento más alto del mercado.

Pero a mediados de 2019, llegó Estados Unidos, la imposición del veto y la imposibilidad de usar los servicios de Google (incluída la Google Play Store) en los teléfonos que la marca lanzase al mercado a partir de ese momento. La historia es ampliamente conocida: Estados Unidos acusa a Huawei de tener vínculos con los servicios de inteligencia chinos, de espiar a ciudadanos y corporaciones americanas y, por consiguiente, de poner en riesgo la seguridad del país. Huawei ha negado en repetidas ocasiones estos hechos, pero Estados Unidos se mantiene firme en su postura. Los argumentos que el país norteamericano ha expuesto públicamente sobre este asunto, eso sí, han sido bastante limitados por el momento.

En cualquier caso, la situación derivada de este conflicto es que las relaciones comerciales entre las empresas estadounidenses y Huawei no fluyen como cabría esperar en 2020. Y eso también afecta, como dije anteriormente, a las transacciones comerciales con Google, principal impulsor de la plataforma Android y propietario de los Google Mobile Services.

En el mercado europeo, carecer de los servicios de Google es un obstáculo mayúsculo. Los productos de la compañía de Mountain View son, en muchos casos, el estándar en la sociedad europea. Cuando quieres ver un vídeo, accedes a YouTube. Cuando necesitas indicaciones para llegar a un lugar, consultas Google Maps. Y cuando quieres descargar una aplicación, entras en Google Play Store. Hay alternativas, pero probablemente ninguna resulte tan solvente, eficaz y popular como las de Google.

Huawei, a pesar de esta situación, confía en poder sortear este gran obstáculo. Por esa razón la compañía ha puesto a la venta el Huawei P40 Pro y, en paralelo, ha comenzado a impulsar los Huawei Mobile Services, entre los que se incluye una tienda de aplicaciones propia conocida como App Gallery. La idea es simple, pero, a su vez, es compleja de ejecutar con éxito. Y también será complejo convencer a una persona que desembolse en torno a 1.000 euros por un producto en el que, tal y como sale de la caja a día de hoy, no va a poder disfrutar de muchas de las aplicaciones a las que el propietario está acostumbrado.

Pese a ello, Huawei quiere probar suerte. Y para ello, ha construido un producto muy sólido que, como en generaciones anteriores, busca abrirse un hueco entre los equipos más respetados del sector, como la familia Galaxy S20 o los iPhone 11 Pro de Apple.

Huawei P40 Pro

Estéticamente, el Huawei P40 Pro es un producto que llama la atención. El cristal curvo en cuatro direcciones –que domina la parte frontal– le otorga un look diferente al de sus competidores, aunque no necesariamente sea un mejor diseño en sí. La parte trasera, en cambio, sí es un acierto indiscutible. El cristal de acabado mate resulta muy placentero al tacto; la disposición del módulo fotográfico posterior está bien resuelta; y el nuevo abanico de colores transmite una mayor seguridad, elegancia y atemporalidad que los estridentes degradados de la generación anterior.

El Huawei P40 Pro presenta una pantalla OLED curva en los laterales, como muchos otros smartphones de alta gama. Estéticamente puede resultar llamativa, pero hay escenarios en los que, funcionalmente, resta. Por ejemplo: algunos elementos de la interfaz se adentran en la curvatura (como las teclas del teclado), lo que dificulta su pulsación. De cara a futuras versiones, sería positivo reducir el radio de curvatura o, simplemente, prescindir de él.

Otro rasgo característico de la pantalla es la perforación doble a través de la cual emergen las cámaras frontales. Esta solución es acertada, pues permite extender un poco más la pantalla hacia los bordes. El único problema en este caso es el tamaño de la perforación, que resulta algo intrusiva visualmente. Dicho esto, su gran tamaño no es una cuestión de azar: en su interior habitan múltiples sensores, no solo con una cámara frontal –como ocurre en el Galaxy S20–.

Respecto a la calidad del panel en sí, el OLED de 6,58 pulgadas del Huawei P40 Pro ofrece una buena calidad de imagen, aunque se mantiene un paso por detrás de otros productos como el Galaxy S20 Ultra o el iPhone 11 Pro, cuyas pantallas OLED han sido reconocidas como las más avanzadas del sector en términos de precisión de color, niveles de brillo, etc.

En lo que a representación de color se refiere, el P40 Pro de Huawei activa por defecto un modo de imagen que sobresatura los colores para llamar la atención del consumidor. Esta práctica, también visible en otros modelos de la competencia, resulta un error, pues lleva al usuario a realizar ediciones fotográficas incorrectas, acaba con ciertos matices en la reproducción de contenidos multimedia, etc. El ajuste se puede cambiar fácilmente en la configuración del dispositivo, pero sería positivo que, por defecto, el Huawei P40 Pro mostrase unos colores neutros y reales, en lugar de tonos estridentes e innecesariamente llamativos.

La pantalla, además de lo mencionado, cuenta con una tasa de refresco de 90 Hz, lo que enriquece bastante la experiencia de uso del producto. Cualquier movimiento o transición que se realiza sobre la interfaz resulta mucho más suave, continua y fluida. La tasa, eso sí, no llega a ser tan alta como los 120 Hz del OnePlus 8 Pro o del Galaxy S20 Ultra, que marcan la pauta en este sentido.

A la citada sensación de fluidez también contribuye el SoC Kirin 990 de Huawei, el más avanzado hasta la fecha de su catálogo. Este chipset no supera en benchmarks a otros SoCs como el Snapdragon 865 de Qualcomm o el A13 Bionic de Apple, pero, en la práctica, esta diferencia apenas es perceptible. Quien use el Huawei P40 Pro probablemente quede gratamente satisfecho en este sentido.

Huawei P40 Pro

Un cambio notable en lo relacionado con el rendimiento es la inclusión de una memoria UFS 3.0, lo que hace que todas las tareas relacionadas con la escritura o lectura en el almacenamiento del dispositivo se ejecuten a una mayor velocidad. En 2019, algunos modelos comenzaron a incorporar este componente, y ahora Huawei también se sube a dicho tren.

El SoC Kirin 990 también habilita la conectividad 5G que muchos operadores están desplegando durante este 2020. En el caso de Huawei, el módem está integrado dentro del SoC, a diferencia de la propuesta de Qualcomm, lo que representa un paso notable en términos de miniaturización y consumo energético. Los Huawei P40 Pro, además, son compatibles con el estándar standalone, con el estándar non-standalone y con tecnologías como DSS, por lo que podrá conectarse tanto a las redes actuales como a las futuras. La única ausencia en este sentido es la compatibilidad con bandas mmWave, aunque la mayoría de operadores europeos no están desplegando este tipo de redes por el momento, por lo que no debería suponer un problema a corto plazo.

En lo que a autonomía se refiere, el comportamiento del Huawei P40 Pro es bastante sólido. No liderará los rankings absolutos, pero sí se mantiene en la misma franja que otros equipos como el iPhone 11 Pro o el Huawei P30 Pro, ambos reconocidos por su gran autonomía.

Cuando sea necesario, además, el usuario podrá recargar la batería del Huawei P40 Pro haciendo uso del cable USB-C (hasta un máximo de 40 W) o mediante un cargador inalámbrico Qi (hasta 27 W). Esto significa, por lo tanto, que el teléfono de Huawei es capaz de recargarse sumamente rápido independientemente del método que el cliente desee utilizar. Lo único que necesitará, eso sí, es un cargador capaz de suministrar un alto nivel de potencia.

Huawei P40 Pro

Si hay un aspecto en el que Huawei pretende llamar la atención, ese es la fotografía. La propuesta fotográfica que trae consigo el Huawei P40 Pro es sumamente eficaz y versátil, rivalizando con los mejores del sector en la gran mayoría de situaciones.

El eje principal de todo es el sensor de 50 megapíxeles, que no solo tiene más resolución, sino también es más grande. Esta es la forma más orgánica y natural de mejorar una cámara y obtener mejores resultados, por lo que se trata de una decisión muy acertada.

Las virtudes de este sensor, la matriz RYYB y los diversos sistemas que intervienen en el proceso fotográfico son especialmente apreciables cuando se disparan fotografías en entornos muy oscuros. En esas situaciones, el P40 Pro capta mucha más luz que sus rivales directos. La diferencia llega a ser sorprendente.

En esas situaciones, el Huawei P40 Pro también ofrece el popular modo noche, que permite extraer algo más de luz de la escena. No obstante, hay situaciones en las que el sensor principal, con el modo noche inactivo, produce fotografías con más detalle, mejor iluminación y más equilibradas que las capturadas con el modo noche activo.

Huawei P40 Pro

En fotografía diurna, Huawei ha hecho un gran avance en lo que a tratamiento de color se refiere. Los nuevos algoritmos de procesamiento generan imágenes más neutras, fieles a la realidad y placenteras, lo cual es un paso muy positivo. Aun así, creo que los algoritmos del iPhone 11 Pro siguen un paso por encima en lo que respecta al tratamiento de ciertos detalles relacionados con la iluminación, el color, las texturas, etc.

Además del nuevo sensor principal, el P40 Pro cuenta con un teleobjetivo de cinco aumentos que ofrece mucho juego al usuario, no solo por la posibilidad de acercarse a objetos muy lejanos, sino también por la forma en la que altera la perspectiva. Los resultados, además, son buenos, especialmente en condiciones de luz favorables.

Este zoom se puede combinar, como en modelos anteriores, con recortes digitales hasta los 50 aumentos. Hasta 10 aumentos, la calidad es bastante buena si la luz es abundante.

En lo que respecta al gran angular, ofrece resultados muy buenos tanto en detalle como en interpretación de la escena. Eso sí: su distancia focal es mayor que los grandes angulares del Galaxy S20 o del iPhone 11 Pro, por lo que el efecto “ojo de pez” es menos pronunciado.

Todo esto, además, se ve complementado por un sensor ToF que ayuda a recortar los sujetos con precisión cuando se realizan fotografías en modo retrato. El tratamiento de los tonos de piel, en este modo, ha mejorado, aunque modelos como el iPhone 11 Pro siguen un pequeño paso por delante.

La vida sin Google

Huawei P40 Pro

Como producto, el Huawei P40 Pro es muy solvente. Quizá no sea el más vanguardista en todos y cada uno de los aspectos, pero, en un universo paralelo en el que el conflicto entre Estados Unidos, Huawei y China no existiese, este smartphone sería uno de los teléfonos más interesantes de este año. Tendría, eso sí, más competencia que nunca a su lado: los habituales productos de Samsung y Apple y, además, las nuevas propuestas de Oppo y OnePlus, que han comenzado 2020 con mucha fuerza.

Sin embargo, esa no es la realidad que vivimos. El P40 Pro carece de los servicios de Google, y aunque los esfuerzos de Huawei están surtiendo efectos –cada vez hay más aplicaciones populares en la App Gallery–, el camino por recorrer es aún largo. Y sí, hay métodos alternativos que permiten instalar aplicaciones que no están disponibles en la tienda de Huawei, pero todos conllevan algún compromiso, bien sea en el lado de la seguridad, en el lado de las actualizaciones o en el sacrificio de algunas funciones de la aplicación.

Salvo que seas un entusiasta de la marca, tengas la voluntad necesaria y sepas cómo instalar todas las aplicaciones que necesites minimizando los riesgos, el Huawei P40 Pro no es una compra recomendable. No importa lo buena que sea su cámara, cuánto dure la batería o cómo rinda el SoC si no hay aplicaciones fácilmente accesibles, seguras y optimizadas adecuadamente que permitan exprimir esas capacidades.

Diferenciarse en precio habría sido una forma de compensar levemente la balanza a su favor, pero ese tampoco es el caso. El Huawei P40 Pro se comercializa por unos 1.000 euros, una ventana pareja a la de productos como el Galaxy S20+, el OnePlus 8 Pro o el iPhone 11 Pro, que no sufren este contratiempo y, por consiguiente, constituyen una mejor opción de compra.