La pugna entre los medios y Google y Facebook es conocida. España fue uno de los primeros países donde este debate tocó tierra. En 2014, debido a la imposición del llamado Canon AEDE, que quería obligar a Google a pagar a los editores por mostrar fragmentos de sus noticias, acabó con el cierre de Google News en España, todavía vigente.
Ahora, en Australia, la batalla ha llegado a cotas más altas. Tras una nueva Ley aprobada por el gobierno que obliga a tecnológicas como Google y Facebook a pagar por enlazar los contenidos de los medios, los caminos se han bifurcado. Google ha comenzado a llegar a acuerdos con algunos editores, mientras que Facebook ha cerrado el grifo por completo, prohibiendo mostrar cualquier contenido de medios australianos tanto desde Facebook Australia como desde el resto del mundo.
Medios vs Tecnológicas: Un debate muy viejo que puede cambiar internet
La resolución de este conflicto puede marcar lo que pase en el resto del mundo. En Europa, Francia ya obligó hace unos meses a Google a una medida similar, que tras muchos pulsos, acabó con Google cediendo y llegando a un acuerdo con la principal asociación de medios franceses. La medida en el país galo procedía de una sentencia que entendía que la directiva de derechos de autor de la Unión Europea de 2019 recogía la necesidad de esa ‘compensación’. Por extensión, a medida que se aplique esa normativa podría llegar a los 27 países de la UE.
El debate de fondo siempre ha sido el mismo. Muchos medios, especialmente desde asociaciones que aglutinan a los más vetustos e importantes en distintos países, parten de la premisa de que sobre todo Google se nutre de sus informaciones para el funcionamiento de su buscador, y por lo tanto para su sistema de publicidad. Algo que es cierto, la función del buscador no sería la misma sin los medios.
Pero, desde el otro punto de vista, Google envía a los medios una ingente cantidad de tráfico que ayuda a monetizar sus sitios, su relevancia o, en la actualidad, a fomentar los sistemas de muro de pago implementados en los últimos meses. Es, en cierto modo, una relación donde ambos ganan y en la que se suele pasar por alto que cualquier medio o website que no quiera que Google se nutra de sus contenidos puede evitarlo añadiendo un simple comando no indexación en el HTML de su site.
Sin embargo, el nudo se ha ido estrechando hasta el caso australiano, donde se quiere obligar a Google y Facebook a pagar por enlazar. Microsoft, en la pugna a nivel menor con Bing, ha dicho por cierto que acepta la Ley. Google y Facebook han tomado caminos separados.
En Europa, en el marco de las implementaciones o no de las llamadas ‘Tasas Google’, siguen en el aire los borradores de la la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) y la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés), dos normas que por motivos de copyright y de competencia podrían redundar en una situación similar a la australiana.
Lo que ha hecho Google. Forzar hasta llegar a un acuerdo
Google lleva años aprovechando la posición de necesidad que causa su tráfico a los medios para mantener el debate en standby. Sin embargo, ante la premura australiana, se llegaron a considerar casos como que dejara de prestar el servicio. Aquello habría redundado en el primer país sin Google más allá de China y otros estados autoritarios.
“Es como si te obligaran a pagar la cuenta de todas las cafeterías de la ciudad por haberle recomendado unas cuantas a un amigo”, se quejaba Google en una carta abierta.
Sin embargo, tras esta primera amenaza, Google cambiaba de rumbo y anunciaba su predisposición a un acuerdo. Google ha anunciado acuerdos con News Corp. de Rupert Murdoch y Seven West Media. No se han dado detalles financieros. La Australian Broadcasting Corp. está en negociaciones.
Es importante que tanto en Australia como en Francia Google ha llegado acuerdos por sumas no reveladas con medios concretos. En el marco de fondo se encuentra Google Showcase, una nueva funcionalidad anunciada por Google en octubre del año pasado en la cual, con un fondo de 1.000 millones de dólares anuales, se pagará a medios que serán ‘socios destacados’ para mostrar sus noticias en esta nueva pestaña.
Google News Showcase vendría a ser una especie de escaparate con estos socios -también han llegado a acuerdos en Alemania y Reino Unido- donde los medios seleccionados podrían elegir qué noticias colocar de forma destacada. En España, el uso de esta funcionalidad está pendiente de una transposición de la normativa europea que derogaría el artículo de la Ley de Propiedad Intelectual española que eliminaría de forma definitiva lo que queda del canon AEDE. Según publicaba hace unas semanas El Confidencial, algunos medios españoles ya están negociando con Google de forma individual.
Qué ha hecho Facebook: cortar por lo sano
Facebook sin embargo no ha pasado por el aro. La empresa de Mark Zuckerberg ha prohibido el enlazado a medios australianos en su plataforma, provocando un descenso de visitas en algunos medios de hasta el 20%.
El caso de Facebook difiere del de Google porque en sus redes sociales el tráfico no es tan dependiente de las noticias. Y, por una vez, parece que su decisión se aliena (aunque sea por su propio beneficio) con los postulados originales de la red. El creador de la web, Sir Tim Berners Lee lo decía de forma clara al ser consultado: pagar por enlazar rompería el concepto de internet.
Los efectos de algo así a escala global en Facebook podrían ser también perversos. Si en todos los países Facebook tomara la decisión de no enlazar a medios, las fake news y el contenido dudoso tendría una mayor cuota de representación aún si cabe.
Un cambio de paradigma que podría cambiar la web, y beneficiar a unos pocos
Las normativas que se plantean en Australia y en Europa sin embargo se están resolviendo de una forma que puede trastocar y mucho el funcionamiento de la web en general.
Los acuerdos a los que Google está llegando se producen con medios afianzados. No entran blogs o medios pequeños, al menos de momento, en las conversaciones para beneficiarse de los fondos de Google Showcase, que en su momento no obstante fue visto como una patada hacia delante por parte de Google para frenar otras tasas.
En The Verge el analista Casey Newton proponía estos días un modelo que no creara distintas categorías o afianzamientos de la información según el medio que lo publique: que mediante a impuestos sobre los beneficios de Google o Facebook en cada estado (como el 3% que pretende cobrar España a las big-tech) se repercuta parte de estos fondos en la mejora del periodismo.