Francia se ha convertido en el primer país en intentar poner un cerco a Google sobre sus inmensas capacidades, y de paso modificar la regulación para intentar que el gigante de Mountain Wiew tribute en sus arcas una mayor parte de lo que genera entre sus fronteras.
El pulso ante el buscador del ejecutivo de Emmanuel Macron se ha basado hasta ahora en tres ejes: limitar la cantidad de resultados que puede ofrecer, aplicar el derecho al olvido incluso por encima de sus posibilidades, y también ser pionero en la llamada 'Tasa Google'. Un camino que legislación Europea en mano deberán recorrer también los otros miembros de la Unión a futuro, pero que en el país galo ha querido tomar la delantera -no siempre con buenos resultados- llegando incluso a conseguir que Donald Trump cambiara de opinión sobre lo que él veía como “una forma más de Europa de intentar lastrar a empresas norteamericanas”.
Para entender cómo Francia ha llegado a ser el primer estado en ponerse frente a Google, seguramente sea mejor narrar los hechos desde el presenta hacia el pasado. Este mes de octubre Francia se convertirá en el primer país en trasladar a su normativa nacional la controvertida Directiva Europea sobre Derechos de Autor y Copyright -la de los comentados artículos 11 y 13-.
https://www.elespanol.com/omicrono/20190325/deberias-saber-articulo-directiva-copyright-cambiar-internet/385962792_0.html
La aplicación de la Directiva de Copyright: primera asalto para Google
La Directiva en sí, y así lo recoge también la ley francesa, recoge entre otras muchas cosas que los motores de búsqueda deberán pagar a los propietarios de contenido cuando muestren fragmentos de artículos y noticias protegidos por Copyright. Esto haría que Google en Francia tuviera que pagar alguna suma a los diarios y medios online que incluye en sus búsquedas. Pero Google le ha dado la vuelta al asunto.
Ante la normativa, Google Francia explicaba en su blog que a partir de ahora dejará de mostrar en el país galo las fotos y descripciones de artículos que pudieran estar bajo esta normativa. En la práctica, el habitual carrusel o snippet de últimas noticias -que aporta una importantísima cantidad de tráfico a los medios- aparecerá de no llegar a algún acuerdo sin foto, sin descripción, y con solo el titular. En definitiva, mucho menos enriquecido.
Dicho de otra forma, lo que era una norma buscada para que los editores consiguieran un feed económico por parte de Google al usar sus resultados, va a acabar siendo un perjuicio para ellos, que a buen seguro verán cómo cae su tráfico procedente de Google al no poder mostrar sus resultados de forma 'vistosa' en la web.
"En el mundo del papel impreso, los editores pagan para que los quioscos pongan sus revistas y editores a la vista de los clientes. Nosotros, en cambio, lo hacemos sin coste alguno para el editor y, además, aportamos un valor económico real. Ese criterio se aplicará a los resultados de búsqueda de noticias en todos los servicios de Google", escribía el buscador en un post firmado por Richard Gingras, vicepresidente de Google Noticias.
Para hacerse una idea del perjuicio que puede suponer esto para los medios franceses, solo en Europa, Google es responsable de más de 8.000 millones de visitas al mes, lo que representa más de 3.000 visitas por segundo.
El panorama creado en Francia, donde al dar la vuelta a la tortilla los medios y editores han pasado a ser los perjuidicados, recuerda irremediablemente al controvertido Canon AEDE que tuvo lugar en España en 2014, cuando los principales medios intentaron algo similar -con la vista puesta también en frenar a nuevos portales mejor posicionados en Google- y que acabó con esos mismos medios consolidados pidiendo al Gobierno que impidiera al buscador cerrar Google News cuando esta amenazó con hacerlo. Finalmente, Google News como portal propio cerró en España, pero no así su destacado y su pestaña de noticias. Es decir, se llegó a un punto medio bastante light tras tanto espectáculo.
Pero lógicamente, hecha la ley, hecha la trampa. La Directiva Europea permite que los propietarios de derechos cedan de forma concreta a los buscadores la posibilidad de mostrar sus noticias y obviar así la normativa. Google ya ha adaptado un método para ello en Francia, y es esperable que, de nuevo al igual que en España, todo quede en prácticamente nada. Queda ahora por ver cómo formulan la traslación de la Directiva el resto de países miembros, los cuales deberán hacerlo antes del final de 2021.
La cosa por parte del ejecutivo galo parece de todas formas que no va a quedar así. El ministro francés de Cultura, Frank Riester tildó de "inadmisible", en un comunicado, la decisión de la empresa de no pagar por los enlaces y aseguró que así se lo ha indicado al representante de la plataforma estadounidense, porque en su opinión la ley busca un "reparto justo" de todo lo que genera. El ministro reclamó "una verdadera negociación global entre Google y los editores", y expresó su intención de reunirse próximamente con sus homólogos europeos "para remediar esta situación".
La implementación de la 'Tasa Google': Aquí Francia parece que sí que va ganando
Otra de las batallas que está liderando el Gobierno de Macron es implantar la tantas veces comentada 'Tasa Google'. Esto es, encontrar una fórmula fiscal para que las grandes tecnológicas -Facebook, Amazon, Google o Apple- tributen en los países en los que generan ingresos y no en otros con mejores condiciones tributarias, como ha venido haciendo Google en Europa con Irlanda.
Francia ha diseñado una ley que hacía que aquellas empresas que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo o 25 en sus fronteras tuvieran un pago extra en su impuesto de sociedades. Una fórmula similar a la que en 2018 intentó impulsar España, de momento solo en forma de proyecto de Ley.
La directriz fue tal que Google llegó a tener que pagar tras un contencioso a la Hacienda francesa una multa total de casi 1.000 millones por pagos atrasados. Sin embargo, esta política también provocó un choque de posiciones entre Trump -quien veía la práctica como una forma de “meter la mano en el bolsillo de las empresas norteamericanas”- y Macron. Sin embargo, el Presidente consiguió en la última cumbre del G7 acercar posturas con Trump y poner los mimbres para que haya una tasa, dirigida y diseñada bajo consenso de la OCDE, y que una vez aprobada, Francia llegue a devolver dinero a la empresas afectadas si se les ha requerido más del que finalmente se acuerda.
El derecho al olvido: otro pulso para Google
Desde más atrás viene la última contienda entre Francia y el buscador. En 2014 la Unión Europea reguló el llamado 'Derecho al olvido': la posibilidad de que usuarios y empresas elevaran peticiones al buscador para que eliminara de sus índices resultados caducos o con los que no estaban de acuerdo.
Sin embargo, el Consejo Francés elevó a la justicia una queja entendiendo que Google solo estaba eliminando estos resultados dentro de las fronteras de cada país, y no en todo el mundo. El Tribunal de Justicia de la UE falló finalmente hace solo unos días sentenciando que la razón la tenía en este caso Google, restringiendo la normativa europea -como por otra parte parece lógico- solo a Europa.