Signal es una de las aplicaciones del momento. Este chat ha crecido junto con Telegram en número de usuarios aprovechando la polémica de WhatsApp y sus cambios en las condiciones de uso que iban a ligar los datos de sus usuarios mucho más con Facebook. Aunque la matriz de Mark Zuckerberg ha aclarado algunos aspectos -y los nuevos términos no eran aplicables por ejemplos en Europa por el RGPD- , esto no evitó que se produjera un trasvase o al menos una probatura de muchos usuarios de otros sistemas de chats.
Los grandes ganadores de aquel éxodo del que habrá que ver qué queda en un tiempo fueron Telegram y Signal. La primera ya es conocida por todos, pero Signal, ahora auspiciada de forma paradójica por el cofundador de WhatsApp Brian Acton, se ha hecho visible para muchos usuarios. De código abierto y con medidas de seguridad superiores al resto, Signal venía siendo usada desde hace años por los más afines a la privacidad. Edward Snowden ya la promocionó en 2015 como su vía de comunicación más segura. Y en España, también fue conocida por su uso por parte de los políticos independentistas catalanes.
Con ahora más de 50 millones de usuarios al menos, de los 10 que tenía hace solo medio mes, es el momento de preguntarse quién impulsa Signal, qué la hace tan distinta realmente, y si de verdad es tan diferencial con respecto a otras aplicaciones de chat.
Elon Musk, contigo (no) empezó todo
Como decíamos, Snowden ya ha sido una de las voces importantes en la difusión de Signal durante su breve historia. Pero de forma más reciente, en uno de sus característicos tweets cortos, Elon Musk la propulsó aún más al decir simplemente "usad Signal".
Use Signal
— Elon Musk (@elonmusk) January 7, 2021
Signal ya ha ido ganando en popularidad desde el verano de 2020, cuando los manifestantes en apoyo del movimiento Black Lives Matter utilizaron la aplicación para mantener sus mensajes a salvo de posibles monitoreos gubernamentales.
A raíz del tuit de Musk, la compañía explicó en Twitter cómo se habían adaptado a la importante suma de nuevos usuarios: "Hemos estado añadiendo nuevos servidores y capacidad extra a un ritmo récord cada día de esta semana sin parar, pero hoy hemos superado incluso nuestras previsiones más optimistas. Millones y millones de nuevos usuarios están enviando un mensaje de que la privacidad importa. Agradecemos su paciencia", decía en la red social.
Qué es Signal y qué la hace diferente
Empecemos por el principio. Signal es una aplicación de mensajería, al igual que WhatsApp, iMessage, Telegram, o Facebook Messenger, pero orientada a la privacidad y la seguridad en lugar de a los bonitos emojis. O al menos ese podría ser un buen eslogan para ellos.
Signal es gratuita y está disponible en Android e iOS, y para móvil y escritorio. Además de los protocolos de seguridad adicionales, incluye todas las herramientas básicas de mensajería, como chats de grupo y llamadas de voz y vídeo, además de -sí, por si acaso- emojis.
Al igual que en WhatsApp, Signal utiliza tu número de móvil para identificarte ante tus contactos, por lo que no hay que recordar nuevos nombres de usuario o contraseñas, y puedes entrar directamente. En Android, también puedes usar Signal para enviar mensajes SMS y MMS normales a contactos que no tengan la aplicación instalada, pero esos mensajes no tendrán las mismas protecciones de seguridad.
Su ‘secreto’ por así decirlo, es el protocolo que utiliza para su cifrado de mensajes de extremo a extremo, llamado Open Whispers Systems y desarrollado por su empresa originaria. La eficacia de este cifrado es tal que WhatsApp acabó incorporándolo también como estándar. A ello ha sumado además otras medidas de seguridad extra, como el uso de PIN o la posibilidad de distorsionar rostros en las fotos que envían. Lo dicho, la privacidad como misión.
El cifrado de extremo a extremo de Signal es diferencial porque la empresa no puede leer tus mensajes ni escuchar tus llamadas, y nadie más puede hacerlo tampoco. Y como Signal no almacena ningún dato del usuario en sus servidores, sino que se quedan en tu dispositivos, los gobiernos y otras agencias no pueden solicitarlo ni filtrarlo tampoco.
Qué hay tras Signal: Una fundación y de código abierto
Además, todo el código es de código abierto, por lo que cualquiera puede ver cómo está escrita la aplicación. Aunque esto no significa que los hackers puedan romper el cifrado de Signal en algún caso, sí asegura que los expertos en seguridad y los usuarios pueden comprobar que Signal mantiene los altos estándares de privacidad que dice tener, algo que no se produce con otras apps de chat.
Hablemos de su origen. Signal es el fruto de dos programas de Whisper Systems, empresa antecesora creada por el hacktivista Moxie Marlinspike que se lanzaron en 2010: RedPhone, una aplicación de llamadas de voz cifradas, y TextSecure, una plataforma de mensajes cifrados. En 2011, Twitter adquirió Whisper Systems y posteriormente cerró RedPhone. Ese mismo año, la red social volvió a lanzar TextSecure como una plataforma de mensajería gratuita y de código abierto.
De la compra de Twitter a la Fundación Signal
En febrero de 2014, Marlinspike dejó Twitter para fundar Open Whisper Systems. Este fue el momento en el que TextSecure comenzó a parecerse más a la versión actual de Signal, con cifrado de extremo a extremo y capacidades de mensajería instantánea. En julio de 2014, el software pasó a llamarse oficialmente Signal, como lo conocemos hoy día.
Años después aparece en la ecuación el co-fundador de WhastApp Brian Acton, quien salió de Facebook tras la compra de su aplicación debido a diferencias sobre el tratamiento de datos.
Acton se reunió con Marlinspike en febrero de 2018 para crear la Fundación Signal, una organización sin ánimo de lucro dedicada a hacer que la comunicación privada sea "accesible y ubicua”. Acton aportó 50 millones de dólares en fondos para la puesta en marcha tras dejar WhatsApp unos seis meses antes. A día de hoy, Signal sigue manteniendo sus fondos únicamente a través de donaciones.
Signal frente a WhatsApp (y otras aplicaciones de mensajería)
Tanto Signal como WhatsApp están cifrados de extremo a extremo utilizando la misma tecnología. Eso significa que tanto el contenido de los mensajes que envías como las llamadas que tienes son privadas. Sin embargo, Facebook recopila mucha otra información en forma de estadísticas de uso, metadatos, etc. Aquí se puede ver una comparativa que más que en detalle, da una visión de conjunto de todos los datos que recopilan otras apps y los que necesita Signal para funcionar:
https://twitter.com/signalapp/status/1346258308496150528
Frente a Telegram, la otra gran app en auge, las diferencias también son claras. Telegram dice que también apuesta fuerte por la privacidad, pero en realidad tiene varias lagunas. Los mensajes en Telegram no están realmente encriptados de extremo a extremo por defecto. Además, el hecho de que los grupos privados tengan un tamaño ilimitado, que los usuarios puedan unirse a través de un enlace y no estén explícitamente moderados, lo ha convertido en un semillero de contenidos tóxicos e ilegales.
Si hay un pero para Signal es que tampoco modera el contenido, pero limita los grupos a 1.000 personas, y se trata más de comunicarse con personas que son contactos reales que de unirse a grupos de desconocidos como en WhatsApp y Telegram.