La última gran apuesta de Amazon Prime Video por la ficción televisiva es la serie The Wilds (Sarah Streicher, desde 2020), un drama adolescente con inevitables ecos de Lost (J. J. Abrams, Damon Lindelof y Jeffrey Lieber, 2004-2010) que encuentra su propia voz en un decidido protagonismo femenino. El de un heterogéneo grupo de mujeres jóvenes que vuelan supuestamente a un retiro en Hawái y acaban varadas en una isla desierta. El peso de sus cargas emocionales y sus caracteres y orígenes distintos las terminan enfrentando por diversas razones, lo que dificulta más su empeño por sobrevivir.
La cara más conocida del reparto es la de Rachel Griffiths, que interpreta a la enigmática Gretchen Klein. Y antes la hemos visto como Arabella en Jude (Michael Winterbottom, 1997), Ermine Jung en Blow (Ted Demme, 2001), Sarah Walker en Cinco hermanos (Jon Robin Baitz, 2006-2011), la tía Ellie en Al encuentro de Mr. Banks (John Lee Hancock, 2013) o Bertha Doss en Hasta el último hombre (Mel Gibson, 2016). Pero el papel que más fama le ha traído en su carrera, que ya va para treinta años, es el de Brenda Chenowith en la inolvidable A dos metros bajo tierra (Alan Ball, 2001-2005).
Enamorándose del guion de 'The Wilds'
Y precisamente algo que caracterizaba a esta otra serie dice Rachel Griffiths que ha podido encontrar en The Wilds. “Con el mismo episodio piloto tuve la misma sensación que cuando leí el guion de A dos metros bajo tierra”, asegura en una entrevista con Hipertextual. “Esta es una voz única, es una voz muy especial. Leí un montón de guiones de pilotos, y estaba decidida a no participar en ninguna serie fija después del final de Cinco hermanos tras un lustro. Así que solo había estado leyendo guiones de pilotos durante los últimos tres años, buscando una nueva serie”. Hasta que se topó con el proyecto de The Wilds.
“Es como la diferencia que hay entre todos los guiones que has leído, uniendo los puntos y pensando: «Oh, sí, esto es bonito», y leer una de esas novelas que de veras merecen la pena, que te abren a toda una perspectiva de la humanidad, que puedes sostenerla con tus propias manos, como si leyeras una gran novela”, nos dice Rachel Griffiths con gran entusiasmo. “La verdad es que muy pocos pilotos tienen esa profundidad de sentimientos, de pensamiento y de conexión, y hacen lo que esta serie hace tan extraordinariamente. Es como el nacimiento de algo que se queda ahí, resonando. Y este fue el primer piloto que quise para mí”.
Una ambición revolucionaria
Está muy claro que Rachel Griffiths no escatima palabras para describir lo mucho que le gustó la propuesta de The Wilds: “Amé a los personajes de las adolescentes, amé aquello de lo que quería hablar. Y la ambición de revolucionar cómo vemos a las mujeres jóvenes en la pantalla. Había muchísimas razones para unirme al proyecto, así que dije: «Oh, ¡sí!»”. Por otro lado, no le cabe duda tampoco sobre el enfoque de la serie: “Cuando elaboramos aquí contenido femenino en la actualidad, siento que estamos mirando menos hacia atrás y más hacia lo que nunca se ha visto”.
Y continúa de la siguiente manera: “Si haces una serie o una película sobre chicos, tienes un millón de referencias. Pero, si te quieres inspirar para hacer algo que nunca se ha hecho, creo que esas referencias se convierten en la historia de la ficción para jóvenes adultos y películas independientes realizadas por mujeres cineastas o escritas por ellas. Pienso que lo que es realmente excitante es la naturaleza pionera de hacer este tipo de series, como Hanna [David Farr, desde 2019]” o Gambito de dama [Scott Frank y Allan Scott, 2020]. Y, en The Wilds, miramos menos atrás y más a lo que quieren ver las mujeres”.
Lo que no se ha visto antes con protagonistas femeninas
Por otro lado, no cabe duda de que Rachel Griffiths es muy consciente de que esta serie televisiva, por sus elementos narrativos, recuerda a la famosísima sobre los náufragos del vuelo 815 de Oceanic, pero también que lo novedoso, lo importante de veras hay que buscarlo en otro sentido. “Sí, ahí está Lost y una isla y esto y lo otro”, reconoce. “Pero la ambición para estos personajes, la ambición sobre cómo estas jóvenes mujeres interactúan, lo que se dicen las unas a las otras, lo que significan unas para las otras, lo que sienten acerca de sus familias, no creo que se haya visto antes de verdad”.