En las presentaciones de Apple existen diversos momentos grabados a fuego en la memoria de los seguidores de esta compañía, pero también de la cultura popular. Uno de ellos ocurrió en la keynote de 1983, cuando un joven Steve Jobs presentó, con la canción What a Feeling de Irene Cara como introducción, la primer Mac: la Macintosh 128K.

Steve Jobs dijo entonces: “Ya es 1984. Parece que IBM lo quiere todo. A Apple se la percibe como la única esperanza de plantarle cara (…) Los mismos vendedores que en un principio recibieron a IBM con los brazos abiertos ahora temen por un futuro dominado y controlado por ella. Están viniendo cada vez más a Apple, la única fuerza que puede asegurar su futura libertad. ¿Dominará Big Blue toda la industria de los ordenadores? ¿Toda la era de la información? ¿Tenía George Orwell razón sobre 1984?”.

Con este discurso Jobs se refería al creciente temor de que IBM y las compañías tecnológicas cayeran en prácticas monopólicas y, además, se adueñaran de la información sensible de sus usuarios. En pleno 2020 estos temores tienen nombre y apellido, y parece que estamos muy lejos de comprender los alcances del manejo de información que El Gran Hermano, con todos sus ojos, tiene.

De cualquier forma, Apple se jugó el todo por el todo con lo que presentó Jobs a continuación: el spot comercial titulado 1984. El cual, obviamente, aludía al mundo distópico de la obra del mismo nombre de George Orwell. Dicho comercial fue confeccionado por Steve Hayden, Brent Thomas y Lee Clow de la prestigiosa agencia Chiat\Day. Fue producido por Fairbanks Films y dirigido por Ridley Scott.

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1984, el año decisivo de una distopía

"Ya es 1984". Así versaba el anuncio que fue emitido más tarde a nivel nacional la noche del 31 de diciembre de 1983. Por un lado, aludía al año entrante, sí, a la obra de Orwell, pero sobre todo al nuevo equipo de Apple con el que esperaba marcar la pauta del mercado de las computadoras personales. Su estreno en la Noche Vieja del 1983 tenía otro propósito, competir en los prestigiosos Premios Clio, dedicados a lo mejor de la industria de la publicidad.

Más tarde, el 22 de enero de 1984, el comercial dirigido por Ridley Scott fue emitido nuevamente a nivel nacional en la barra exclusiva del Super Bowl XVIII. Se dice que 1984 no solo consiguió su cometido: impactar al público y propiciar ventas millonarias, sino que marcó un antes y un después en los anuncios de los Super Bowls. Y es que, como bien sabemos, se trata del tiempo aire más caro de la televisión estadounidense, pero también se ha convertido en la ocasión para presentar comerciales sorprendentes que rayan en las superproducciones.

1984 Macintosh 128k

'1984' como pieza clave en la cultura popular

El impacto del anuncio 1984 fue brutal: Apple reportó ingresos de hasta 3,5 millones inmediatamente después de la emisión del anuncio en la Super Bowl. Más tarde, en 1995, el comercial entró al Salón de la Fama de Clio, y es considerado uno de los mejores comerciales en la historia de la publicidad.

Esto no es todo, 1984 se ha convertido en una referencia en la cultura popular. Se le ha parodiado y aludido en diversas ocasiones. Incluso la propia Apple ha recurrido a su propio comercial. Particularmente en 2004, luego de 20 años de cosechar éxitos desde aquel mítico 1984. En la nueva versión, la heroína protagonista del anuncio apareció corriendo pero con iPod prendido de la cintura y usando audífonos.

No todo ha sido felicidad con el anuncio 1984. Fornite lo parodió para protestar en contra el supuesto monopolio de las tiendas de aplicaciones móviles. Incluida, claro, la Apple Store. Es un conflicto que ha ido escalando e incluso ha llegado los tribunales. De cualquier forma el comercial dirigido por Ridley Scott se ha convertido en una pieza histórica insuperable. Tanto por su confección, su significado, pero también por su pertinencia. Aunque al paso del tiempo el "Gran Hermano" no solo resultó ser "el Gran Azul", como se le llamaba a IBM, sino, paradójicamente, Apple y las llamadas Big Four.