Lo que parecía que podía ser una serie de movimientos, casi a nivel de prueba, para solventar el cierre de salas durante la pandemia de coronavirus cada vez tiene más pinta de situar un punto de inflexión sin precedentes en lo que respecta a la distribución audiovisual.
Tras conocer hace unos días que la que sería la nueva película de James Bond -y la última con Daniel Craig en el papel de 007- se retrasaba de nuevo ahora hasta abril de 2021 (casi un año de retraso sobre el plan original), y que Dune, el que prometía ser uno de los blockbusters navideños que podría salvar los muebles de los cines, también se pasaba al año que viene, Disney anunciaba un cambio de rumbo sin precedentes.
Al reordenar su división de entretenimiento, la compañía del ratón anunciaba que ponía en el centro el streaming como método de distribución de sus nuevos productos. En la teoría, Disney Plus pasaba a estar encuadrado en la misma cadena de mando para Disney que su área de distribución y contenidos. En la práctica, esto significa que, a partir de ahora, cada título de forma independiente será analizado para ver si conviene más lanzarlo por su plataforma de streaming o en los cines. Dicho de otra forma, el paso por salas ya no será la opción por defecto.
La decisión ha conllevado ya que Soul, la apuesta de Pixar de este año, vaya a pasar a Disney Plus directamente saltándose también las salas, aunque al contrario que Mulán, -donde se ha estado cobrando 22 euros o 30 dólares además de la suscripción- esta la hará incluida sin recargos en la plataforma.
La apuesta parece clara: conseguir que los nuevo de Pixar siga empujando las suscripciones a su modelo de streaming en plena campaña navideña, coincidiendo con pocas semanas de retraso con otros hitos que pueden hacer crecer su número de usuarios como el lanzamiento de la temporada 2 de The Mandalorian o la llegada del servicio a América Latina. En total, Disney Plus contaba a fecha de septiembre con 60 millones de usuarios en todo el mundo, según datos de la compañía.
¿Pero cómo les ha ido a los estrenos que han pasado directamente al streaming frente a los que han llegado a las salas?
El streaming es igual a menos reparto de ingresos
Las cifras sobre la recaudación de las cintas que durante este tiempo se han lanzado al streaming son poco claras y, en cualquier caso, no cuentan con los mismos elementos de control que la taquilla.
Trolls World Tour fue la primera en tomar este camino a comienzos de abril, cuando aún se hablaba de la pandemia en términos muy relativos y se tendía a pensar que -ojalá- el verano de 2020 podría haber sido normal.
DreamWorks y Universal distribuyeron esta película, la segunda la saga, a través de varios videoclubs virtuales, plataformas de streaming y su propia web a un precio inicial de 19,99 dólares que al poco tiempo fueron 5,99 en la opción de alquiler.
Según los datos de DreamWorks, solo tres semanas después su apuesta le había reportado 100 millones de dólares, una cifra muy redonda y de la que nos podemos fiar solo a través de la propia productora.
Trolls World Tour fue lanzado en streaming solo para el mercado anglosajón, y después ha ido estrenándose en los países que ha podido en salas -actualmente está en exhibición en España-, lo que hasta ahora le ha reportado otros 26 millones de dólares. Para hacerse una idea, la primera parte de Trolls estrenada en 2016 recaudó 157 millones en Estados Unidos tras cinco meses de exhibición. Parece por lo tanto en este caso que, con un presupuesto de 90 millones, la jugada les ha salido bien.
Más complejo es el caso de Disney y Mulán. El que iba a ser uno de los blockbusters del año pasó a Disney Plus con un precio elevado para algunos, pero que podría ser rentabilizado en el caso de ver la película en familia. Disney no ha dado datos de cómo ha funcionado la aventura asiática en su plataforma de streaming, algo que puede entenderse como que los datos no han sido demasiado boyantes.
Según la firma de análisis 7Park, unos 9 millones de usuarios en Estados Unidos habrían comprado la película en Disney Plus, lo que se traduciría en unos 270 millones de dólares a los que sumar los ingresos internacionales de la plataforma y lo recaudado en taquilla en países como China, donde sí que fue a las salas y ha conseguido unos 66 millones de dólares.
En total, unos 350 millones estimados en una producción que costó al menos, según Variety, 200 millones más gastos de promoción. No parece en este caso que a Disney le haya ido tan bien, aunque desde luego puede hacer que en diciembre, cuando la película esté liberada en la plataforma, las suscripciones suban más.
Sin embargo, estas cifras tienen un asterisco importante y es que por el medio no han estado, para su lamento, las salas. En la práctica, las productoras han pasado de recibir un 50% de los ingresos a una suma que rondaría el 80%. En pocas palabras, eliminar intermediarios.
El auge del paso directo al streaming también nos ha dejado otros títulos que resulta complicado medir cómo han podido funcionar. Greyhound, producida por Sony pero distribuida por Apple TV Plus debido a la pandemia, fue adquirida por la plataforma por 70 millones sobre un presupuesto de 50, y ayudó a que las suscripciones a su plataforma crecieran un 30% en el primer fin de semana.
Más complicado aún es el caso de Enola Holmes o El juicio de los 7 de Chicago, la primera una película de aventuras y la segunda una cinta que se rumorea como candidata a los Oscar, que ambas han pasado directamente a Netflix pese a tener en sus planes iniciales el paso por cines.
Las salas, en peligro
Todo ello tiene, como no, su reverso en las salas de cine. Esperanzadas a recuperar poco a poco el fulgor gracias a la desescalada inicial, muchas salas han estado abriendo pese a restringir aforos. El primer caballo de batalla al que aferrarse fue Tenet, la película de Nolan, que ha conseguido unas cifras notables en la taquilla internacional (310 millones de dólares), pero que se ha chocado contra una pared en Estados Unidos, donde la mayoría de salas siguen cerradas y solo ha conseguido hasta ahora 50 millones en taquilla.
Sin ‘blockbusters’ a la vista, así está desplomándose la recaudación en taquilla del cine
El suyo fue un pulso perdido ante las circunstancias, sobre todo teniendo en cuenta que Tenet estaba encaminada a ser uno de los bombazos del año, con un horizonte de superar los 800 millones en las previsiones que se daban a comienzos de año.
Como resultado, las salas están sufriendo la mayor crisis de su historia. Prueba de ello es el despido de 45.000 empleados de la cadena internacional CineWorld, que la taquilla en Estados Unidos apenas llegue al 5% del año pasado, o que la película más taquillera en España, Padre no hay más que uno 2 hubiera situado fuera del top-10 si la comparamos con la recaudación de 2019, o que la cinta más taquillera a nivel global del año sea la china The Eight Hundred.
Con la pandemia aún sin controlar, acostumbrar al público al streaming puede ser el clavo definitivo en el ataúd de muchas salas. Ya hay rumores, incluso, de que Amazon podría estar interesada en la compra de las salas de AMC, que incluyen en decenas de países, entre ellos en España (Cinesa), lo cual se convertiría en una extraña paradoja en el cual las salas acaban siendo compradas por empresas propietarias de plataformas de streaming.