Cuando comienza el capítulo “Alaska” (6x03) de Fear the Walking Dead (Robert Kirkman y Daver Erickson, desde 2015), lo primero que hacen los guionistas es retrotraernos a los momentos posteriores al final de “The End Is the Beginning” (6x01) y, por el aspecto de Morgan Jones (Lennie James) en la última escena de “Welcome to the Club” (6x02), resulta evidente que ha pasado cierto tiempo entre el uno y el otro. Pero se trata solamente del prólogo fugaz, con un hábil montaje paralelo, voz en off y música de western y en el que el personaje le confiesa a Rachel (Brigitte Kali Canales) sus temores sobre el tipo de hombre que es ahora tras tantos vaivenes.
Esta breve reflexión resulta muy necesaria porque la verosimilitud de la evolución en la actitud del personaje a lo largo de The Walking Dead (Frank Darabont y Angela Kang, desde 2010) y su primer spin-off está en juego, y probar que es consciente de ella y que incluso lo verbalice de este modo ayuda mucho a que los espectadores puedan creérsela y aceptarla sin revolverse demasiado. No obstante, los protagonistas del episodio son Althea Szewczyk-Przygocki (Maggie Grace) y Dwight (Austin Amelio), que forman una improbable pareja amistosa hasta lo fraterno en su rutina diaria a las órdenes de Virginia (Colby Minifie), la villana actual de Fear the Walking Dead.
Y el incidente desencadenante de su trama concreta, que se produce muy pronto, es una derivación natural de los acontecimientos que se desarrollaron en “The End of Everything” (5x05), con una particularidad que señala por un instante el inicio y el cierre de “The End Is the Beginning” (6x01), recordándonos que su misterio aún está ahí, a la espera de que los guionistas decidan seguir tirando del hilo en Fear the Walking Dead. Y lo que nos descubren sobre otros supervivientes con los que se tropiezan Althea y Dwight nos trae también a la memoria el peligro que se cierne sobre el grupo de Rick Grimes (Andrew Lincoln) en la prisión a partir del capítulo “Infected” (4x02).
Además, la manera en que reacciona Althea ante este último hecho nos indica que el personaje ha sufrido cambios parecidos a los visibles en Morgan y Victor Strand (Colman Domingo), según nos mostraron durante los dos capítulos anteriores de Fear the Walking Dead. Y lo curioso que es constatar que Alicia Clark (Alycia Debnam-Carey) y Dwight, aquellos con el talante menos propicio para seguir el espíritu de Clayton (Stephen Henderson), apodado Oso Polar, y su disposición a socorrer a las personas en apuros con sus cajas de “toma lo que necesites y deja lo que no”, se los reconoce como a los dos empeñados en no volver a una conducta desaprensiva.
Con todo, si el público sabe perfectamente por experiencia lo reversibles que pueden llegar a ser las opciones morales de los supervivientes del apocalipsis zombi a estas alturas de la franquicia en la que se integra Fear the Walking Dead, no les impresionará ni les podrá suponer una contrariedad demasiado grande darse cuenta en el último tramo de “Alaska” de que Althea no ha perdido del todo el norte con su humanidad; o tampoco tanto. Porque demuestra que todavía tiene lo que hay que tener para sacrificar su mayor anhelo, durante la escena en que lo vislumbra al alcance de la mano, por honrar el vínculo nuevo que ha establecido estos meses a la sombra de Virginia.
Y se ve verdaderamente recompensada por haber tomado esa difícil resolución con las dos sorpresas siguientes, una de las cuales constituye el anhelo de mayor importancia para Dwight; y poder ser testigo de lo que este consigue al final del episodio tras haberse dedicado a reunir los testimonios íntimos de cuantos supervivientes encontraba por ahí, debe de satisfacerla mogollón. Quizá al nivel del actor Colman Domingo, que encarna a Victor Strand y aquí dirige por tercera vez tras “Weak” (4x12) y “Humbug’s Gulch” (5x03), y ha podido rodar una de las ocasiones más atípicas por luminosas en Fear the Walking Dead, con una planificación, una partitura y un montaje eficaces y por completo inesperados.