La actividad de Starlink va viento en popa y la relación de Elon Munk con el sector público de Estados Unidos goza de buena salud.

Este verano, pese a la pandemia por coronavirus, el empresario cumplió su objetivo de lanzamientos. Más de 700 satélites en órbita antes del verano para poder iniciar las primeras pruebas de conectividad. De momento, la compañía ha logrado una velocidad de 100 Mbps. El objetivo de Elon Musk, una ver termine con el despliegue de los satélites, será el de alcanzar velocidades de 1 Gbps en cualquier punto del planeta.

Pese a que algunos usuarios ya están en la fase beta de Starlink con el objetivo de probar los sistemas de conectividad de la compañía, esta ya se ha puesto a prueba en el terreno real.

El acuerdo de SpaceX con la NASA era solo el principio de una larga relación de Elon Musk con la Administración de Estados Unidos. En este caso, el empresario ha llegado a un nuevo acuerdo con el departamento de emergencias de Washington para apoyar en la respuesta en las emergencias relacionadas con incendios forestales peligrosos. Starlink, en este caso, se compromete a proveer de internet a los servicios de protección. Esto reforzaría la relación de Musk con el ejército de los Estados Unidos.

Una decisión que viene tras los graves incendios que se han sucedido en el estado norteamericano a lo largo de todo el verano.

Ni que decir tiene que este acuerdo llega en el mejor momento para una de las compañías más controvertidas de Elon Musk. Además de probar su sistema en un entorno real y crítico, la publicidad que ofrece a Starlink supera con creces cualquier estrategia de la compañía.

Así como una mejora de la imagen que la Starlink tiene en la comunidad científica. Desde los primeros lanzamientos, la empresa de satélites ha traído de cabeza a los astrónomos; los mismos que ya avisaron de los problemas que causaría el lanzamiento de ese tipo de satélites a una órbita tan baja.

La comunidad no tardó en ver los resultados: era tal la luminosidad que desprendían las unidades en órbita, que cualquier observación del espacio venía con interferencias. De momento y sin lograrlo al 100%, Starlink ha estado trabajando para reducir el efecto de sus satélites en las observaciones al espacio.

El otro éxito de la compañía

Mientras la compañía se gana la confianza de las instituciones e intenta recuprar la sintonía con la comunidad científica, Elon Musk ya está dibujando los planes de futuro para sus satélites.

Además de continuar con los lanzamientos, va por 700 unidades y el objetivo es superar las 2.000, una idea ronda la cabeza del empresario: sacar a bolsa Starlink.

Hasta ahora, Starlink forma parte de la familia de SpaceX, pero una posible escisión de los negocios podría mandar a los satélites a cotizar en bolsa. Eso si, ha publicado el empresario en su cuenta de Twitter, "solo dentro de varios años en el futuro".

Una decisión que para el modelo de negocio de Starlink tiene que estar altamente meditada. En este momento, en negocio de los satélites no cuenta con un modelo de ingresos confiable, tampoco lo tiene pronosticado para los próximos años. Y si algo tiene claro Musk es que "al mercado público no le gustan los flujos de caja erráticos".

Pese a todo, su idea se mantiene en el horizonte con una lejana fecha. No tanto así SpaceX, que de momento se mantiene en un segundo plano. Si bien el negocio de Starlink puede tener una vía de monetización a medio plazo, y un plan de negocio factible, los objetivos de SpaceX de conquistar la Luna o Marte –aunque en camino– siguen dejando en un segundo plano la rentabilidad de la compañía.

Porque Musk ya sabe lo que es enfadar a los accionistas. Ya lo pudo comprobar en 2018 cuando intentó replegarse con Tesla y sacarla de bolsa. La posición de los accionistas llegó hasta el punto de controlar las redes sociales del empresario, lugar en el que nunca ha cejado en su intento de expresar su opinión. En un ecosistema en el que 240 caracteres pueden marcar el progreso de las acciones de una compañía en los mercados, siendo Elon Musk el autor de esos polémicos mensajes, no se puede dejar nada a la suerte.