Cualquiera que esté más o menos al día del panorama de los coches eléctricos tendrá ya una larga lista de marcas chinas que han entrado a este mercado, y de otras que simplemente ya estaban ahí aunque su escasa implantación en Europa o América haya hecho que apenas se hable de ellas hasta ahora.

BYD, Nio, Great Wall, Xpeng… una lista de empresas -que no todas hacen solo coches eléctricos, sino también de combustión e híbridos- a la que ahora se suma un nuevo actor: Li Auto.

La irrupción de Li Auto es si cabe más abrupta porque en apenas cinco años ha pasado por varias etapas hasta estrenarse en la bolsa americana, cotizando en el NASDAQ desde la semana pasada.

Li Auto nació hace cinco años, en 2019 presentó el que sería su primer modelo, el Li One, un SUV de un tamaño que recuerda al Audi Q7 y que se puso a la venta en el gigante asiático a comienzos de este convulso 2020 consiguiendo vender 10.000 unidades, según informó la empresa en su boletín de entrada al capital estadounidense.

La compañía inició su IPO (Oferta Pública Inicial) para salir a bolsa ofreciendo un precio por acción de 11.5 dólares y consiguió recaudar 1.100 millones sobre los 950 que tenía establecidos. Además, durante sus dos jornadas en los parqués bursátiles, el precio de sus acciones ha subido hasta los 16 dólares logrando una capitalización de más de 12.000 millones, según Bloomberg. Un éxito, en pocas palabras.

Sin embargo, la llegada de Li Auto a bolsa se da en un momento extraño para cualquier empresa china por la guerra comercial con Estados Unidos; y aún más si cabe para un fabricante de vehículos eléctricos, que parecen haberse disparado al calor del crecimiento de las propias acciones de Tesla en los últimos meses.

Tal y como le ha pasado a Nikola -que disparó sus acciones a la par que Tesla, para después perder cerca del 50% de su valor- cada vez son más las voces que empiezan a hablar de cierta burbuja, acentuada por nuevas incursiones de marcas como Fisker –esta de fabricación norteamericana- la propia Li, o Xpeng, que también ha mostrado su interés por cotizar en dólares.

De un modo u otro, Li se ha convertido y con cierto éxito hasta ahora en la segunda fabricante china tras NIO, en entrar en la bolsa norteamericana. ¿Pero quién hay detrás de esta empresa?

Proveedores de comida y TikTok, entre sus accionistas

Tras Li Auto, también conocida como Lixiang, está precisamente su CEO Li Xiang, que parece que no se anduvo con rodeos a la hora de elegir un nombre para su empresa.

Xiang es uno de los emprendedores chinos que ha hecho mucho dinero en la creciente economía del país asiático. Ahora con 39 años, Xiang es conocido por fundar hace más de una década Autohome Inc., empresa que pronto se hizo líder como proveedor de añadidos electrónicos de automóviles para su creciente mercado interno.

Li Xiang, CEO de Li Auto. Fuente: Autohome Inc.

Autohome supera hoy los 3.900 millones de dólares de valoración, y fue la que dio pie a Xiang para fundar en 2015 Chehejia (traducido como “Casa y coche”), que al poco tiempo fue rebautizada como Li Auto.

Li Xiang, pese a la salida a bolsa, sigue poseyendo el 73% de la compañía que fundó, que hasta ahora se había ido financiando con aportaciones de otros inversores, entre ellos, las de Wang Xing, jefe de Meituan Dianping, una de las mayores distribuidoras de gran consumo de China o ByteDance, la matriz de TikTok, que aportó unos 30 millones de dólares según TechCrunch.

Pese a que su primer lanzamiento ha sido un relativo éxito en el país, como muchas start-ups, sigue siendo deficitaria, perdiendo 2,44 billones de yuanes (350 millones de dólares) en 2019.

Unos coches que no son eléctricos puros

Además de esto, con la llegada de nuevas marcas chinas, también es importante diferenciar cuáles llegan al mercado apostando claramente por los vehículos eléctricos, y cuáles no. Li Auto es una de estas últimas.

El Li One

Su primer modelo, el One, que quiere lanzar al mercado con un precio estimado de entre 21.000 y 70.000 dólares en función de las prestaciones, es lo que se conoce como un vehículo eléctrico de rango extendido (EREV). Esto es, un coche con motor eléctrico -en su caso dos, uno por eje- pero que cuenta como apoyo con un motor de gasolina que sirve para dotar de energía a los propios motores eléctricos y así aumentar su autonomía, cifrada en 800 kilómetros bajo el ya superado protocolo NEDC.

El resultado es una combinación de una batería de 40.5kWh y un motor de combustión de 1.2 litros emparejado con un tanque de combustible de 45 litros más un generador eléctrico de 100kW, que puede alimentar la batería en tiempo real. La idea es que el automóvil se pueda conducir durante unos 180 kilómetros solo con la energía de la batería, alcanzando esos 800 kilómetros que comentábamos al entrar en funcionamiento el combustible fósil.

La compañía dice que este enfoque ayuda a sortear la "infraestructura inadecuada de carga rápida pública y privada" de China, al tiempo que mantiene los costos más bajos que los vehículos totalmente eléctricos. También argumenta que el enfoque "contribuirá a una adopción más amplia y temprana de vehículos eléctricos en China".

Veremos si Li Auto se convierte en una alternativa en un tiempo o entra en el ya amplio listado de empresas de coches eléctricos que parecen estar más cerca del limbo.